2004, Número 4
Rev Mex Anest 2004; 27 (4)
Desarrollo de los parámetros de práctica para el manejo del dolor agudo
Uriah Guevara-López, Diana Moyao-García, José A. Córdova-Domínguez, Rosalinda Castillo, Antonio Tamayo-Valenzuela, Sergio Hernández-Jiménez, Emilio Ramos, Carlos García-Padilla, Hugo Martínez-Espinoza, Raúl Carrillo-Esper, Jaime Óscar Durán-Alcocer, Alfredo Covarrubias-Gómez, Francisco Javier Ochoa-Carrillo, Juan Carlos Torres, Carlos Cuervo, Antonio Carrasco-Rojas, Andrés Hernández-Ortiz, Luis Feria, Enrique Olivares-Durán, Jorge Villegas-Saldaña, Carlos Rodríguez-Celaya, Juan Montejo-Vargas
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 19
Paginas: 200-204
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RESUMEN
Contexto: De acuerdo con la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP por sus siglas en inglés) el dolor se define como una experiencia sensorial y emocional displacentera, la cual se encuentra asociada a daño tisular real, potencial, o bien, descrito en términos de dicho daño. Para el Comité de Taxonomía de la IASP en lo referente a la duración del dolor, éste es considerado agudo cuando se presenta de forma súbita y generalmente se autolimita en su duración, tiene una relación causal, así como, temporal con una enfermedad o lesión. Objetivo: El objetivo principal de desarrollar un grupo de consenso que elaborara parámetros de práctica enfocados al manejo del dolor agudo; es el de poder establecer una guía eficaz para el manejo de esta entidad con la finalidad de mejorar el resultado derivado del tratamiento médico y hospitalario. Método y resultados: Un grupo de médicos de diferentes instituciones hospitalarias del país, aplicó a 55 pacientes un cuestionario, el cual constó de 15 reactivos principales. Los resultados del cuestionario que hemos aplicado muestran que el 96.36% de los entrevistados presentan dolor. De los pacientes con dolor encontramos que la mayoría de los pacientes reportó su dolor de moderado a severo. El 60% de los pacientes reportan que el dolor interfiere con sus actividades laborales, encontramos además que el dolor interfiere con el estado de ánimo de los pacientes (54.55%). Del mismo modo el dolor interfiere con el sueño en 56.56% de los pacientes. Conclusiones: El dolor agudo frecuentemente no es tratado por el personal médico o paramédico, o bien, se establecen esquemas de manejo que resultan costosos y poco benéficos.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)