2024, Número 1
Trastornos psiquiátricos en la población masculina infectada con el virus de la inmunodeficiencia humana: una revisión sistemática de la literatura
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 38
Paginas: 21-27
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RESUMEN
Introducción: los trastornos psiquiátricos son condiciones complejas que resultan de la interacción de diversos factores. En el caso específico de las personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la presencia de trastornos mentales está asociada con una menor adherencia al tratamiento, un aumento de la carga viral y un deterioro acelerado de la salud. La población masculina no sólo presenta mayores comportamientos sexuales de riesgo que los expone a infectarse con VIH, sino que también menor frecuencia de consulta psicológica y subdiagnóstico de trastornos de salud mental. Objetivo: analizar los desenlaces en salud mental de los hombres con diagnóstico de VIH desde un enfoque de género. Material y métodos: se realizó una búsqueda de estudios sobre las repercusiones mentales y psiquiátricas en los hombres VIH positivos publicados en los últimos 15 años a partir de las bases de datos PubMed y Scielo. Resultados: posterior a la aplicación de los criterios de inclusión, 39 artículos fueron obtenidos y derivaron en cinco artículos de la búsqueda primaria y cuatro estudios de importancia adicionados de modo manual. Conclusiones: alteraciones como depresión, ansiedad, aislamiento, pánico y estrés han sido reportadas en la población masculina infectada con VIH, en especial en los hombres heterosexuales.INTRODUCCIóN
En la actualidad aproximadamente una de cada ocho personas en el mundo padece de algún trastorno mental,1 la depresión y la ansiedad son los más prevalentes y los que se han establecido entre las causas subyacentes más comunes de las autolesiones y el suicidio; este último, representa más de una de cada 100 muertes.1 Debido a su relevancia epidemiológica y por los costos que implican para los países, no sólo en salud sino debido a que disminuye la productividad económica, los trastornos psiquiátricos son un tema que ha tomado protagonismo en las últimas décadas, desde un interés socioeconómico, político y de salud pública.1,2
Los trastornos de salud mental son entidades multifactoriales que requieren de la interacción de componentes biológicos, genéticos, psicosociales, ambientales y emocionales para manifestarse.2,3 Entre los factores tanto biológicos como emocionales que repercuten en la salud mental se encuentra ser diagnosticado con enfermedades crónicas, como es el caso de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que además carga con el estigma social del diagnóstico, y que afecta otro de los factores cardinales de la salud mental.3,4
Para el 2022 se reportó que 39 millones de personas en todo el mundo estaban infectadas con el VIH. Esta infección y su subsecuente enfermedad (síndrome de inmunodeficiencia adquirida [SIDA]) son situaciones de importancia epidemiológica5 debido a que, de continuar con la tendencia actual, influenciada con fuerza por la pandemia ocasionada por el coronavirus (COVID-19), cada día se infectarían con VIH alrededor de 4,000 personas.6
Se ha establecido que las personas infectadas con el VIH tienen una mayor predisposición a sufrir trastornos mentales que llegan a una prevalencia de 50%.7,8 Situación que ha sido relacionada por varios autores con un peor pronóstico de la enfermedad, fundamentalmente debido a una baja adherencia al tratamiento, mayores cargas virales detectables en sangre lo que aumenta la probabilidad de transmisión y un deterioro más rápido.7-10 Como parte de este deterioro, se ha reportado que las comorbilidades psiquiátricas en la población seropositiva favorecen la incidencia de los desórdenes neurocognitivos asociados al VIH, los cuales se dan como consecuencia del neurotropismo que posee este virus.11
Las tasas de suicidio en los pacientes VIH positivos son alrededor de 10.2 por cada 1,000 habitantes, 100 veces mayor que en la población general (para el 2019, 0.09 por cada 1,000 habitantes).12,13 Las conductas suicidas se presentan con mayor frecuencia en el primer año luego de recibir el diagnóstico12,14 y la depresión es uno de los factores de riesgo que más se asocia a esta conducta, trastorno que se ha encontrado entre los más comunes en pacientes con VIH.14,15
Se ha postulado que el VIH al ser un virus neurotrópico, mediante diversos mecanismos biológicos (directos e indirectos) asociados a la terapia antirretroviral y algunos relacionados con el estigma social que carga la infección, tiene repercusiones en la salud mental y cognitiva de los infectados;8,11,12 estos mecanismos podrían actuar de manera sinérgica, al debilitar la estabilidad emocional y psicológica de los pacientes.8,12
Es de anotar que, debido a las construcciones socioculturales de la masculinidad, esta población presenta comportamientos de riesgo que los expone a la infección por VIH, pues los hombres jóvenes demuestran menos autosuficiencia en estrategias de prevención de infecciones de transmisión sexual y justifican sus comportamientos desde bases "hormonales y biológicas" que los hace más activos en su sexualidad y, por ende, "más hombres".16,17
Se han descrito desigualdades de género en la salud mental y la prescripción de psicofármacos, lo que manifiesta que la población masculina es la que menos consulta a profesionales en la salud mental ante síntomas psicológicos, es posible que por la concepción de la masculinidad hegemónica que aún hoy en día toma esto como debilidad; lo anterior genera un subdiagnóstico de patologías psiquiátricas y, por ende, de su tratamiento.18
Al tener en cuenta los anteriores aspectos, el objetivo de esta revisión sistemática de la literatura fue analizar los desenlaces en salud mental de los hombres con diagnóstico de VIH desde un enfoque de género; partiendo de la hipótesis que ser hombre con VIH en una sociedad machista representa un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos psiquiátricos.
MATERIAL Y MéTODOS
Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos PubMed y Scielo de estudios sobre las repercusiones mentales y psiquiátricas en los hombres VIH positivos publicados en los últimos 15 años (2008-2023) y disponibles en marzo de 2023.
Las ecuaciones de búsqueda se construyeron a partir de los encabezamientos de materiales médicos o descriptores en ciencias de la salud (MeSH/ DeSC) como se muestra a continuación para la búsqueda en Pubmed: "mens" [All Fields] and ("mental health"[MeSH Terms] OR ("mental" [All Fields] and "health" [All Fields]) or "mental health" [All Fields]) and ("HIV" [MeSH Terms] or "HIV" [All Fields]). Mientras que la estrategia de búsqueda en Scielo fue (VIH) and (hombres) and (salud mental).
RESULTADOS
Treinta y nueve documentos fueron recopilados. Se descartaron los artículos que no abordaron los trastornos psiquiátricos, los estudios que no tuvieron en cuenta que el VIH fuera el desencadenante de los trastornos psiquiátricos, así como aquellos cuya población objeto no incluyó a hombres adultos con VIH. Se excluyeron artículos centrados en las estrategias de afrontamiento de los hombres VIH positivos ante el estigma y discriminación, y aquellos que asociaron el deterioro de la salud mental con condiciones de desplazamiento.
Los artículos seleccionados fueron filtrados de acuerdo con los siguientes criterios: 1) estudios en hombres sin importar su orientación sexual, 2) estudios con información de los trastornos psiquiátricos o alteraciones de la salud mental desarrollados en hombres con diagnóstico de VIH, y 3) estudios publicados en inglés y en español.
Al aplicar los criterios de inclusión, siete estudios cumplieron de inició los requisitos, después se adicionaron cuatro artículos a partir de referencias bibliográficas extraídas de los artículos evaluados al inicio. Luego de una evaluación total de contenido, se descartaron dos textos más por tener un enfoque diferente orientado al estudio de herramientas de evaluación o sin dar importancia al sero-estatus de los participantes. La Figura 1 resume la metodología de selección de resultados de la búsqueda.
De los cuatro artículos añadidos de modo manual a partir de referencias bibliográficas, dos fueron tomados de textos descartados en la primera fase de selección y que, a pesar de no aparecer al emplear la ecuación de búsqueda, se ajustaron a los criterios de selección.19,20 Los dos restantes fueron extraídos de artículos seleccionados que cumplían con los criterios de selección y permitieron aumentar el número de participantes en estudio, en este caso, fueron un metaanálisis21 y una revisión exploratoria.22
Siete de los nueve trabajos incluidos fueron investigaciones primarias,23-29 mientras que los restantes incluyeron un metaanálisis21 y una revisión exploratoria,22 todos publicados entre el 2011 y el 2022.
Se obtuvieron los resultados en salud mental de más de 11,724 hombres VIH positivos, en 100% de los textos reportaron desenlaces negativos en la salud psiquiátrica de los pacientes. La depresión fue la principal comorbilidad psiquiátrica, pero se resaltan otras consecuencias psicológicas como ansiedad, estrés, aislamiento social, abuso de sustancias, estrategias de afrontamiento maladaptativas, pánico y hostilidad. La Tabla 1 muestra las características de los estudios incluidos.
Dos estudios analizaron la edad de los hombres como posible factor modificante en el desarrollo de trastornos psiquiátricos.21,23 Aunque en el metaanálisis llevado a cabo por Xiao L y colaboradores21 no se reportó una clara relación entre la edad y las consecuencias psicológicas, en un trabajo más reciente23 se encontró que la edad es un factor protector en salud mental al observarse una relación inversamente proporcional con el estigma recibido por los pacientes con VIH, hecho que disminuye los niveles de depresión.
En 55.6% de los artículos incluidos se establecen diferencias por género y/u orientación sexual;19,22,23,25,26 en 80% se reporta que los hombres heterosexuales o bisexuales presentan mayor sintomatología relacionada con depresión, estrés psicológico, ansiedad o ideación suicida comparado con los homosexuales y/o las mujeres,19,22,23,25 mientras que sólo un trabajo concluyó que los hombres tenían menores índices de depresión y ansiedad que las mujeres.26
Al final, el abuso de sustancias fue una práctica más prevalente entre los hombres heterosexuales que entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH).19
Desde la parte de orientación sexual, los trabajos realizados por Mi T y asociados,23 y Chan RC y Mak WW,27 han establecido que la discriminación hacia las personas VIH positivas por parte de sus pares e incluso al interior de la misma comunidad LGBTIQ+, en el caso de los HSH, los hace más propensos a desarrollar alteraciones en salud mental. Incluso, un estudio establece que el estigma social hacia las personas VIH positivas está relacionado con comportamientos sexuales de riesgo lo que a su vez aumenta la exposición a una posible infección en la población homosexual; la hipótesis manifiesta que el estrés derivado del estigma y la subsecuente discriminación genera repercusiones en la salud física y mental, así como percepciones alteradas de los riesgos.20
Por otro lado, los HSH VIH positivos que no han aceptado su orientación sexual o no la han hecho pública tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos por el aumento en las cargas psicológicas que supone para ellos ser relacionados con una infección considerada como inmoral o de homosexuales; así mismo, al no identificarse con la comunidad LGBTIQ+ se alejan de ésta y del apoyo que la misma les podría brindar para la aceptación y manejo del diagnóstico lo que facilita la aparición de alteraciones emocionales.23 En el mismo sentido, la revisión realizada por Kou N y colaboradores,22 establece que los hombres heterosexuales VIH positivos manifiestan mayores preocupaciones a la hora de revelar su positividad para la infección. Al no contar con el apoyo de una comunidad como la LGBTIQ+ y estar subrepresentados en la comunidad VIH positiva, se favorece la aparición de sentimientos de soledad y aislamiento social, lo que incrementa las cargas emocionales con las que tienen que vivir.22
Kou N y asociados22 y Wheeler KM y colegas25 reportaron que los hombres heterosexuales reciben un diagnóstico tardío de la infección, en estadios más avanzados y tienen mayores dificultades con la adherencia al tratamiento. Kou N y su grupo22 postulan que las clínicas para VIH alrededor del mundo se han esforzado en que éstas sean un espacio seguro para la población LGBTIQ+, tanto así, que las personas heterosexuales llegan a sentirse excluidas. A pesar de todo lo anterior, manifiestan que la población masculina heterosexual tiene una menor frecuencia de remisión a profesionales en salud mental comparado con mujeres y HSH; así, estos presentan mayores alteraciones psiquiátricas.22 Los hallazgos recién mencionados son consecuentes con lo emitido por Wheeler KM y colaboradores,25 donde los hombres VIH positivos que se identificaban como heterosexuales autopercibían su estado global de salud de peor manera que los homosexuales, hecho que es relacionado por los autores con que la población masculina heterosexual tiene menos contacto frecuente con el sistema de salud comparado con sus pares homosexuales, al ser ésta una manera de evadir las clínicas para VIH, evitar ser vistos y relacionados con el estigma de la infección.25
DISCUSIóN
Se hace evidente la implicación que tiene el diagnóstico de infección por VIH en la salud mental de los individuos, no sólo por las cargas emocionales de una enfermedad crónica, sino por el estigma social y discriminación que aún hoy en día implica ser seropositivo.
Resalta que sólo un tercio de los artículos estudiados fueron diseñados con el fin de incluir a los hombres heterosexuales.19,22,25 La escasez de literatura para esta población se muestra como un reflejo de la situación actual, en la que los varones heterosexuales se encuentran subrepresentados.
Siguiendo esta línea es posible partir de lo encontrado en la búsqueda bibliográfica, se demuestra que ser hombre heterosexual representa una barrera de género y orientación sexual para el manejo integral de la infección por VIH,28 que perpetúa el ciclo de diagnóstico tardío, mayores complicaciones de salud y favorece el desarrollo de trastornos mentales para esta población.22,25
Por otro lado, algunos estudios han postulado la edad avanzada de los pacientes como factor protector para trastornos psiquiátricos.23,29,30 Así mismo, debería considerarse factor de riesgo para el desarrollo de estos trastornos, el tiempo transcurrido desde el diagnóstico de la infección, pues en los primeros años se observa mayor repercusión en la salud mental, lo que se correlaciona con mayores tasas de suicidio.12,14 En consecuencia, en esta etapa es fundamental la intervención psiquiátrica para promover mecanismos de adaptación saludables que permitan a los pacientes llevar una vida plena al convivir con su sero-estatus.31
Dentro del plan de tratamiento y seguimiento de los pacientes seropositivos debería incluirse el acompañamiento de profesionales en el área de la salud mental para detectar de manera temprana alteraciones31 haciendo énfasis en la población masculina en general quienes, además de lo relacionado con la infección, se ven influenciados desde muy pequeños por las concepciones de su rol como hombres para con la sociedad descuidando su salud física y mental.32
En Colombia, la información sobre la frecuencia de trastornos psiquiátricos en la población VIH positiva es limitada, lo que favorece el subdiagnóstico de estas comorbilidades.33,34 Las guías colombianas para el manejo integral de la infección por VIH mencionan la importancia del acompañamiento por psiquiatría y psicología, con énfasis en poblaciones vulnerables como las mujeres;35 sin embargo, no establecen estrategias claras para el tamizaje y tratamiento de trastornos psiquiátricos asociados con la infección y no enfatizan en los hombres, en especial a los heterosexuales, entre los grupos más afectados por ser quienes menos consultan.22,25,28,35
De manera general, es relevante mencionar que la terapia antirretroviral, en sí misma, tiene como posibles efectos secundarios la aparición de trastornos psiquiátricos,35 que van desde la depresión en el tratamiento con dolutegravir y raltegravir,35,36 hasta la ideación suicida y alucinaciones con efavirenz.35,37 De esta forma se presenta una situación paradójica en la cual la preexistencia de trastornos mentales previos al tratamiento antirretroviral se relaciona con menor adherencia a la terapia pero, a su vez, el tratamiento en sí mismo podría favorecer la aparición de síntomas psiquiátricos.31
Como se mencionó con anterioridad, durante el primer año postdiagnóstico las consecuencias negativas en la salud mental son frecuentes, y durante este mismo tiempo el abandono de la terapia antirretroviral se incrementa.38 Se ratifica, entonces, la importancia del acompañamiento psiquiátrico de los pacientes VIH positivos para fomentar la adherencia al tratamiento y, en consecuencia, obtener mejores resultados en salud.10,11,31
LIMITACIONES
El empleo de una sola ecuación de búsqueda por base de datos pudo haber limitado la extensión de los resultados. La heterogeneidad en las poblaciones objeto de cada estudio limita las conclusiones que podrían obtenerse para cada grupo de hombres según su orientación sexual, debido a que en algunos estudios sólo tuvieron en cuenta HSH y otros que no especificaron la orientación sexual de los participantes. Cabe destacar que este estudio se enfocó en la salud mental de los hombres VIH positivos, con independencia de su orientación sexual. Al final, no fue posible establecer el tamaño real de la muestra debido a que uno de los estudios22 incluidos no contenía el dato preciso de hombres evaluados.
CONCLUSIóN
Los hombres que conviven con diagnóstico positivo para VIH han reportado alteraciones en salud mental como depresión, ansiedad, aislamiento, pánico, estrés, entre otras, y a pesar de lo anterior, son comorbilidades que se encuentran subdiagnosticadas sobre todo en la población masculina heterosexual, quienes resultan ser los más afectados, dadas las dinámicas sociales que llevan a su invisibilización entre los seropositivos. Se han demostrado una vez más los sesgos de género e incluso de orientación sexual que se viven en la sociedad y que repercuten en la salud sexual y ahora mental de los hombres.
Por lo tanto, es necesario realizar intervenciones oportunas para esta población, incluyendo enfoques sociales, clínicos y biológicos, así como un llamado a profundizar en la investigación de este tema y a determinar con mayor precisión la población seropositiva con comorbilidades psiquiátricas, con el fin de favorecer un abordaje temprano y disminuir las consecuencias desfavorables en su salud.
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AFILIACIONES
1 Grupo Reproducción, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia (UdeA), Medellín, Colombia.
2 Centro de Salud Cerebral (CESAL). Buenos Aires, Argentina.
3 ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3643-4428.
4 ORCID: https://orcid.org/0000-0002-9742-1498.
CORRESPONDENCIA
Walter D Cardona Maya. E-mail: wdario.cardona@udea.edu.coRecibido: 21/06/2023. Aceptado: 09/08/2023.