2020, Número 4
Altura del maxilar superior de acuerdo al patrón facial
Idioma: Español/Inglés [English version]
Referencias bibliográficas: 22
Paginas: 254-262
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RESUMEN
Introducción: el crecimiento de los huesos faciales es un proceso que varía de acuerdo con factores raciales, dentales y genéticos, este crecimiento puede condicionar alteraciones en el patrón facial. Objetivo: determinar si existe correlación entre el aumento o disminución de la altura maxilar anterior y posterior del hueso maxilar, y el patrón facial en individuos de 18 a 45 años de edad. Material y métodos: estudio observacional, descriptivo y transversal con un enfoque correlacional. La población estuvo conformada por 500 radiografías cefálicas laterales en formato digital. Sólo 241 radiografías cumplieron con los criterios de selección, las cuales fueron trazadas para finalmente seleccionar de manera aleatoria 160. Se clasificaron en cuatro grupos de acuerdo al patrón facial: bajo, medio bajo, medio alto y alto. Después, se procedió a medir la altura del maxilar en el sector anterior y posterior. Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, patrón facial, altura anterior del maxilar y altura posterior. Para medir las variables se utilizó el programa AutoCAD® V2020 y para el análisis estadístico se usaron las pruebas paramétricas con un nivel de confianza de 95% (p < 0.05). Resultados: de las 160 radiografías analizadas, la edad del paciente no tuvo correlación con el patrón facial p > 0.05. El sexo y la altura anterior del maxilar presentaron una correlación significativa en hombres, con el patrón facial alto con un valor de p = 0.000, y su grado de correlación fue positivo y bajo (rho de Spearman = 0.243). La altura facial posterior del maxilar no mostró diferencias significativas (p = 0.145). Conclusiones: en los hombres los patrones faciales altos muestran mayor altura maxilar anterior. El dimorfismo sexual es evidente en individuos masculinos que presentan un ángulo alto de patrón facial.INTRODUCCIóN
En ortodoncia el crecimiento y la dirección de los huesos maxilares se consideran en el diagnóstico y la planificación del tratamiento.1 El crecimiento de los maxilares es un proceso que varía de acuerdo con los factores raciales, dentales y genéticos.2 El maxilar superior es una estructura esencial, ya que cambios en su forma afectan el crecimiento normal del cráneo y las estructuras dentales, ocasionando alteraciones en el patrón facial.3 Mediante la cefalometría es posible estudiar las estructuras óseas para identificar la dirección, el crecimiento y posición. Se identifican puntos anatómicos y se unen a través de líneas para formar ángulos.
Según Cecil Steiner,4 una de las determinaciones más importantes que se pueden realizar a partir de los trazados cefalométricos es el grado de deformación o malformación de la mandíbula mediante el ángulo silla (S) nasión (N) - gonión (Go) - gnatión (Gn). El ángulo SN - GoGn representa la dirección de apertura vertical u horizontal de la mandíbula. Dicha apertura indica un patrón de crecimiento vertical, lo que determina el patrón facial, y varía entre los diferentes individuos durante el tratamiento. Cambios en la altura del hueso maxilar superior pueden alterar esta apertura, ocasionado que el ángulo sea convergente o divergente.4-6
Existen trazados para determinar la altura del maxilar y el ángulo de divergencia mandibular.3 Según Beckmann,7 la altura maxilar anterior basal y alveolar se obtiene mediante la distancia entre el punto medio del meato alveolar del incisivo central superior y el punto de intersección entre el plano palatino y el eje longitudinal del incisivo central superior (MxAABH); y la altura maxilar posterior basal y alveolar se mide mediante la distancia perpendicular entre el punto medio del meato alveolar del primer molar y el plano palatino (MxPABH).7-11
El ángulo de divergencia mandibular, según Steiner, está formado por el plano SN que corresponde a la base del cráneo y el plano GoGn, que forma el plano mandibular (PM). Este último ángulo nos permite obtener un diagnóstico del tipo de patrón facial vertical de los individuos.4-6
El patrón facial puede variar debido a la diversidad de grupos étnicos o razas, aunado a los rasgos genotípicos que puede presentar un individuo. En el caso de la población de Cuenca, Ecuador, se reporta como predominante el biotipo facial mesoprosopo, seguido del euriprosopo y por último el leptoprosopo.12 Puesto que los clínicos intentan conseguir una armonía morfológica y funcional en el sistema estomatognático, se busca identificar cómo se asocia con la forma del maxilar superior.
El propósito de este estudio es determinar si existe correlación entre el aumento o disminución de la altura del maxilar y los diferentes patrones faciales.
MATERIAL Y MéTODOS
El diseño de la investigación es observacional, descriptivo de corte transversal, documental y con un enfoque correlacional. La población se conformó por 500 radiografías cefálicas laterales en formato digital, tomadas con el equipo panorámico NewTom (GiANO HR) en posición natural de la cabeza durante el año 2019. Las radiografías eran de individuos que acudieron a un centro radiológico ubicado en la ciudad de Cuenca, Ecuador.
Los criterios de inclusión fueron radiografías de individuos de 18 a 45 años de edad, de ambos sexos, que contaran con nitidez de las estructuras óseas y presencia de los órganos dentales permanentes, a excepción de terceros molares. Los criterios de exclusión fueron todas las radiografías de individuos: con tratamiento ortodóntico previo, sometidos a cirugías ortognáticas y con anomalías craneofaciales. La población estuvo conformada por 500 radiografías cefálicas laterales en formato digital, de las cuales, sólo 241 cumplieron con los criterios de selección. Después, las radiografías fueron trazadas para finalmente seleccionar de manera aleatoria 160, clasificándolas en cuatro grupos de 40, de acuerdo con el patrón facial en bajo, medio bajo, medio alto y alto. Una vez clasificadas, se procedió a medir la altura del maxilar en el sector anterior y posterior. Las variables estudiadas fueron: edad, sexo, y dos variables que comprenden a) dos parámetros lineales, y b) una medida angular, con puntos cefalométricos para evaluar la relación del maxilar con el patrón facial.
Para el parámetro angular se consideró: ángulo silla-nasión gonión-gnatión, que mide la convergencia o divergencia entre la base craneal y la mandíbula. Para determinarlo se traza el plano silla-nasión y el plano mandibular,4-6 y se categorizó en cuatro grupos: ángulo bajo = PM/SN ≤ 27o, ángulo medio bajo = PM/SN 28o < 32o, ángulo medio alto = PM/SN 32o ≤ 37o, y ángulo alto = PM/SN > 37o (Figura 1A).13 La altura del maxilar se obtuvo con la distancia en milímetros formada por el plano de la altura maxilar anterior basal y alveolar, que se forma entre el punto medio del meato alveolar del incisivo central superior y el punto de intersección entre el plano palatino y el eje largo del incisivo central (MxAABH); y la altura maxilar posterior basal y alveolar, que es la distancia perpendicular entre el punto medio del meato alveolar del primer molar y el plano palatino (MxPABH) (Figura 1B).7-11
Para obtener los datos se observaron 10 radiografías cefálicas laterales digitales diarias en una computadora portátil con el programa AutoCAD® V2020. El observador estuvo en un cuarto oscuro y separado, con un ambiente tranquilo para garantizar la precisión en la localización de los puntos en un horario de examinación de 9 a 12 horas y de 15 a 18 horas.
Para la recolección de datos se usó una ficha de observación realizada en Excel, donde se registraron datos como sexo, edad; ángulo de la divergencia facial expresado en grados y, altura del maxilar anterior y posterior expresada en milímetros.
Para determinar el margen de error intraobservador, el investigador en jefe repitió la medición de las variables angulares y lineales en 20% (n = 32) de las radiografías, las cuales fueron seleccionadas al azar y que correspondieron a ocho radiografías de cada grupo facial.
El procesamiento de los datos se hizo en el software estadístico SPSS® V25.0 tanto para el cálculo estadístico como para los gráficos; las tablas, por otro lado, se realizaron en el programa Microsoft Excel® 2018. Se utilizó estadística descriptiva para calcular los valores de la media y la desviación estándar de cada variable cefalométrica bajo los parámetros de cada grupo. Se utilizaron pruebas paramétricas a razón de una distribución normal. Para las diferencias entre edad y sexo se usó la prueba de U de Mann-Whitney. Para las comparaciones múltiples del patrón facial con la altura maxilar anterior y posterior se utilizó el análisis de la varianza y la prueba post hoc de Tukey. Para establecer los promedios de la altura maxilar anterior y posterior con los diferentes patrones esqueletales se utilizó el coeficiente de correlación de rho de Spearman con un valor de 5% (p < 0.05).
RESULTADOS
Después de evaluar las 160 radiografías cefálicas laterales digitales de cráneo de individuos entre 18 y 45 años de edad, se determinó que 51.25% (n = 82) fueron mujeres y 48.75% (n = 78) hombres. Los resultados de las medidas descriptivas de acuerdo con la edad, el sexo y los diferentes patrones esqueletales señalaron que no tienen diferencia significativa p > 0.05 (Tabla 1).
Los resultados de las medias de la altura maxilar anterior en relación con el patrón facial mostraron diferencias significativas con un valor de p = 0.000; en la altura maxilar posterior exhibió un valor de p = 0.145. La comparación entre grupos mostró diferencias significativas en la altura maxilar anterior en relación con el patrón facial bajo con alto (p = 0.007), medio bajo con alto (p = 0.009), y medio alto con alto (p = 0.01) y el grado de correlación fue bajo y positivo (rho de Spearman = 0.243). Estos resultados indican que un individuo con un patrón esqueletal vertical presentará mayor altura maxilar anterior y sin relación con la altura maxilar posterior, mientras que existió diferencia significativa entre los tipos faciales (p = 0.000) (Tabla 2).
El promedio de la altura maxilar anterior en los diferentes patrones faciales fue significativo únicamente para los hombres (p = 0.001), la comparación entre los grupos indicó diferencias entre los tipos faciales bajo con alto (p = 0.001), medio bajo con alto (p = 0.023), y medio alto con alto (p = 0.001), mientras que la altura maxilar posterior no fue significativa de acuerdo con el sexo (Tabla 3). En la Figura 2 se observa el promedio de la altura maxilar anterior en los hombres con patrón facial alto.
DISCUSIóN
La ortodoncia tiene como propósito el balance del perfil facial a la hora de establecer un plan de tratamiento, es por lo que se ha estudiado la relación del balance con la estética del perfil facial.14 Al presentar diferente tamaño y forma, el maxilar debe asociarse con los órganos dentales y los tejidos blandos que lo recubren,15 de la misma forma es necesario conocer la relación que puedan tener los diferentes cambios verticales del maxilar y cómo se comporta.16
Se estudió la relación de la altura anterior y posterior del hueso maxilar con los diferentes patrones faciales, los resultados muestran que no existe diferencia significativa entre la edad y el sexo de acuerdo con el patrón facial, lo que concuerda con el estudio de Toledo y colaboradores,17 quienes encontraron que no existe diferencia significativa entre la edad y el sexo en una población ecuatoriana. La edad no es un factor que pueda determinar un tipo de patrón facial, los patrones faciales están determinados por el sexo, la etnia y el tiempo. De forma similar, Sodawala y su equipo13 en su estudio en una población de la India observaron que la edad no fue estadísticamente significativa para el sexo en los cuatro grupos de biotipo y dentro de cada uno de los cuatro grupos.
Altemus18 determinó que el grupo de edad de 18 a 25 años es un periodo de crecimiento estable en el desarrollo de la cabeza y el rostro. Roy11 además estableció que el crecimiento es menor y la dentición permanente no presenta variabilidad, ya que se establece un patrón facial constante que está sujeto a menos cambios.
La relación de MxAABH y la MxPABH con los diferentes patrones faciales resultó que es significativa sólo para la altura maxilar anterior y no tiene diferencia significativa con la altura maxilar posterior, lo que indica que a mayor MxAABH mayor ángulo SN-MP, concordando con Roy,11 que muestra que MxAABH y MxPABH resultaron significantes para los tipos faciales hiperdivergentes sobre otros tipos en una población india. Asimismo, los resultados de la comparación entre grupos reveló que tienen diferencia significativa (rho de Spearman = 0.243), lo que significa que a mayor patrón facial vertical mayor será la altura maxilar anterior. Solow19 explica que dicha relación sugiere un mecanismo compensatorio que al agrandarse la parte anterior del maxilar se produce la hiperdivergencia. Schudy20 señala que el crecimiento y la forma del maxilar es un factor para lograr armonía morfológica y funcional siempre que exista una tendencia a la hiperdivergencia de los maxilares. En su estudio demostró que el maxilar es un parámetro dentoalveolar para determinar diferentes displasias esqueléticas verticales; su altura e inclinación son de importancia con respecto a la estabilidad de cualquier cambio planeado. De manera similar, la MxPABH también obtuvo un valor más alto en el grupo hiperdivergente. Isaacson y colaboradores21 informaron que la cantidad de desarrollo alveolar posterior maxilar se reduce a medida que disminuye el ángulo SN-MP. Según Schendel,16 las alturas dentoalveolares posteriores excesivas eran una característica común del síndrome de cara larga. Los estudios de Opdebeeck15 sugieren que cuando las personas presentan el ángulo SN-MP con hipodivergencia, existe síndrome de cara corta.
No existen estudios locales similares que comparen las variables de estudio, por lo que se propone llevar a cabo investigaciones que profundicen el tema tratado.
Se ha encontrado dimorfismo sexual entre tipos faciales en estudios realizados previamente,7-11 por lo que era necesario segregar la muestra en este estudio de acuerdo al sexo para mantener la homogeneidad de la misma. La relación de MxAABH y la MxPABH mostró diferencias significativas en los hombres, tales resultados difieren de los de Roy11 y Ceylan,8 donde la altura maxilar anterior y posterior no resultó significante para la variable sexo, es decir, que el dimorfismo sexual no fue evidente en la morfología maxilar y mandibular. El estudio de Bucchi22 respalda los resultados en nuestra investigación, quien señala que la altura y el ancho del maxilar y la mandíbula son variables de dimorfismo sexual. La morfología maxilar varía según el sexo en tamaño y forma porque los hombres tienden a tener mayores alturas faciales. La altura maxilar y mandibular son mayores en hombres que en mujeres, sin aumentar de manera proporcional a la altura facial.
CONCLUSIONES
Los patrones faciales altos presentan mayor altura maxilar anterior. La altura maxilar anterior fue mayor en los hombres con patrón facial alto y no existe diferencia significativa entre el patrón facial y la altura maxilar posterior.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
Serantes M, Jiménez M, Calderón M. Morfología craneofacial y su relación con la forma y ancho del arco dentario maxilar en estudiantes entre 13 y 16 años de la ciudad de Cuenca. Revista Latinoamericana Ortodoncia y Odontopediatría. 2014. Disponible en: https://www.ortodoncia.ws/publicaciones/2014/art-11/
AFILIACIONES
1 Odontólogo. Carrera de Odontología de la Universidad Católica de Cuenca, Unidad Académica de Salud y Bienestar. Ecuador.
2 Docente.Carrera de Odontología de la Universidad Católica de Cuenca, Unidad Académica de Salud y Bienestar. Ecuador.
CORRESPONDENCIA
Paúl Efraín Medina Siguenza. E-mail: paul_11toh@hotmail.comRecibido: Mayo 2021. Aceptado: Septiembre 2021.