La
ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, está
situada a una altura de 1,550 m SNM, su clima es templado y seco,
la temporada de lluvias comprende el verano y principios de otoño,
se ubica a 535 km al noreste de la Ciudad de México.
Fue
fundada presumiblemente a mediados de 1531 por Juan de Oñate,
y hacia 1532 ya llevaba el nombre de Guadalajara en recuerdo de
su homónima española; sin embargo, y debido a la beligerancia
de los indígenas, debió ser trasladada a Tonalá,
antiguo asentamiento de los tecuexes; aquí también
permaneció poco tiempo y en 1535 se cambió a Tlacotán
sobre el margen derecho del río Santiago. En 1541, a consecuencia
de los ataques de los indígenas, la ciudad, que ostentaba
ese título desde 1539, fue desplazada a su actual sitio en
el Valle de Atemajac, donde se alojaron aproximadamente 60 familias
europeas. Auque la elección pareció desventajosa por
la mala calidad de la tierra, la falta de agua y la carencia de
buenas comunicaciones, tanto hacia la ciudad de México como
hacia el mar, lo plano y extenso de la llanura ofrecía mejores
condiciones para protegerse de los ataques.
En
la época de la Independencia cuando Guadalajara ya tenía
unos 40,000 habitantes, la ciudad fue escenario de trascendentales
acontecimientos como la entrada del padre Hidalgo, quien firmó
allí la abolición de la esclavitud y las primeras
normas agrarias y publicó El Despertador Americano.
Durante
los convulsos años del siglo XIX los sucesivos gobernantes
tuvieron, sin embargo, ocasión de erigir el Jardín
Botánico, la Penitenciaría y la Escuela de Artes y
Oficios, así como concluir las obras del hospicio que llevaría
el nombre del obispo Cabañas y que conserva hasta la fecha.
El Hospicio Cabañas es el último edificio del Virreinato,
encomendado al afamado urbanista y escultor Manuel Tolsá,
famoso también por albergar una de las obras más sobrecogedoras
del muralismo mexicano, realizada por el pintor Jalisciense José
Clemente Orozco, donde se refleja un extraño fulgor de colores
e historias, de simbolismos y sueños.
En
el Palacio de Gobierno estuvo a punto de ser asesinado el presidente
Juárez, en 1858, y más tarde la ciudad fue escenario
de sangrientos combates y saqueos; en 1860 la lucha entre republicanos
y conservadores produjo serios
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daños
y el centro de la población estuvo a punto de volar cuando
los primeros atacaron el polvorín conservador, en el templo
de San Francisco.
En
las primeras décadas del siglo XX, cuando los grandes conflictos
nacionales parecieron apaciguarse, la ciudad se embelleció
con numerosas obras arquitectónicas.
Actualmente,
Guadalajara es una ciudad Centauro, mitad colonial y mitad vanguardista;
por donde se vea nos brinda el lujo de sus calles, sus plazas, sus
edificaciones y sus zonas conurbadas.
Guadalajara,
también conocida como la "Perla de Occidente",
es hoy en día una de las ciudades más pobladas e importantes
de México. Es internacionalmente famosa por ser la cuna del
mariachi, el tequila, el sombrero de ala ancha, el baile folklórico
y por poseer uno de los centros artesanales más ricos del
país, Tlaquepaque.
Sus
principales atractivos turísticos se encuentran en el centro
histórico de la ciudad. El más emblemático
de ellos es la enorme catedral; la cual se ha tomado como símbolo
de la ciudad. A la derecha de ésta se encuentra la Rotonda
de los Hombres Ilustres, y a su costado izquierdo el Palacio de
Gobierno. Detrás de la catedral destaca el Teatro Degollado,
construcción que data del siglo XIX. Caminando rumbo al oriente,
por detrás del teatro, se divisa el renombrado Hospicio Cabañas.
Dentro de ese mismo sector, vale la pena visitar el pintoresco mercado
de San Juan de Dios y la Plaza de los Mariachis.
Un
poco más lejos del centro se encuentra el templo estilo gótico
El Expiatorio y en el municipio de Zapopan la iglesia del mismo
nombre.
No
puede dejar de visitar, al este de la ciudad, el pintoresco Tlaquepaque,
lugar dedicado por completo a fina artesanía de la zona,
y Tonalá, que ofrece gran variedad de artesanías.
Otro lugar obligado, no tan cercano (57 km), pero digno de visitarse
es Chapala, rincón hermoso y típico donde se encuentra
el lago natural más grande de la república, con 82
km de largo por 28 de ancho.
Y
por supuesto, lo que no se puede perder es Tequila, que como su
nombre lo indica, es el lugar de nacimiento de nuestra afamada bebida
"néctar de los dioses". Conocer la manera en que
se cultiva y cosecha el agave (planta a partir de la cual se crea
el tequila), y cómo se procesa hasta obtener esta preciada
bebida es algo que no se puede dejar de hacer estando en Guadalajara.
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