Boletín del Colegio Mexicano de Reumatología
     
  Vol. 1 No. 1
Marzo de 2003
 

 

 

 

     

 

CONTENIDO

 

 

Editorial
El Colegio Mexicano de Reumatología y su plan de trabajo para el periodo 2003-2004

Reseña del XXXI Congreso Mexicano de Reumatología

Acta de la sesión de negocios del Colegio Mexicano de Reumatología, celebrada durante el XX XI Congreso

Publicaciones recientes de miembros del Colegio Mexicano de Reumatología

Colegio Mexicano de Reumatología, A. C.
Aclaración

 
 
Sección del Comité de Educación e Investigación
 

¿La docencia en el posgrado de reumatología en México se encuentra en crisis?

En los últimos dos años un 30% de los aspirantes a reumatólogos no alcanzaron el mínimo nivel de calificación (52

puntos) solicitado por el Consejo Mexicano de Reumatología para ser certificados como reumatólogos. Por otro lado, el examen práctico (20% de la calificación global) desde mi punto de vista demuestra las deficiencias en la formación y las dificultades que tienen los futuros reumatólogos forma


dos en 10 Centros, para identificar los problemas del paciente. Estos hechos me conducen a plantear la pregunta:

¿La enseñanza de la reumatología en México se encuentra en crisis?

La estructura de los 10 Centros de Formación de Reumatólogos es muy heterogénea en recursos materiales: instalaciones, camas de hospitalización disponibles, consulta externa, afluencia de pacientes, apoyo de gabinete, laboratorio especializado, etc. y en recursos humanos: Profesores titulares y adjuntos, médicos de base o adscritos con o sin reconocimiento como profesores de la UNAM, miembros del Sistema Nacional de Investigadores, etc.

Esta heterogeneidad conduce indudablemente a una formación fragmentada de la reumatología en México ya que en vez de sumar esfuerzos para incentivar la existencia de una sola escuela de reumatología mexicana se han desarrollado diversas escuelas con mayor o menor grado de excelencia académica. Con el objeto de unificar la especialidad de reumatología, la UNAM ha desarrollado un programa único de enseñanza de la reumatología el cual trata de ser cumplido por cada centro formador de especialistas. El Consejo Mexicano de Reumatología, desde hace 8 años auspicia un Curso Anual de Actualización en Reumatología al cual asisten todos los residentes de reumatología del país con apoyo logístico del Colegio Mexicano de Reumatología, actualiza el contenido del Examen de Certificación en forma periódica y evalúa las sedes de formación de reumatólogos como lo ha hecho el año pasado. Finalmente, los residentes de reumatología actuales tienen muchas ventajas para obtener información: Internet, libros, revistas, seminarios, cursos implementados por el Colegio Mexicano de Reumatología con apoyo de la industria farmacéutica, asistencia y participación con trabajos en Congresos Nacionales e Internacionales. Estas ventajas no las teníamos los que nos formamos hace 20 años o más. Sin embargo, los resultados de estos esfuerzos institucionales y del avance tecnológico no son satisfactorios: un tercio de los aspirantes a reumatólogos no aprueban el examen y los que lo aprueban tienen a mi juicio deficiencias importantes en su formación como reumatólogos clínicos. El hecho de que un tercio de los reumatólogos formados en los diferentes Centros no están capacitados para resolver los problemas frente a un paciente reumático es algo que debe llamar a la reflexión.

La explicación a estas incongruencias ha sido proporcionada hace muchos años por diferentes profesores dedicados a la enseñanza de la medicina. El avance tecnológico, el acceso a libros, revistas, Congresos, Cursos, programas, sesiones bibliográficas, monográficas, etc., no garantiza la formación de un reumatólogo de excelencia académica capaz de integrar en un momento determinado, el conocimiento teórico con el conocimiento práctico y convertirlo en conocimiento efectivo para resolver los problemas del paciente. Lo que garantiza la formación de un buen reumatólogo es la enseñanza tutorial, en la cual, en el trabajo cotidiano de la

consulta externa, en la cabecera del paciente, en la sesión clínica, el profesor de reumatología transmite su experiencia y sus conocimientos. De esta manera el residente se confronta con el paciente, con la opinión del profesor y con la literatura. Esta confrontación lleva al residente a una actitud claramente autodidacta y de autocrítica.

De acuerdo a este análisis, entonces lo que está fallando es la enseñanza tutorial de la reumatología y esto se debe en parte a los siguientes factores:

1. Muchos profesores titulares y adjuntos de los cursos están ocupados en otras actividades ya sea administrativas, de investigación, compromisos académicos externos, lo que limita en forma importante la enseñanza tutorial.

2. El ingreso de reumatólogos jóvenes a servicios de reumatología sin una clara actitud de enseñanza-aprendizaje perjudica notablemente el aprendizaje de la especialidad.

3. La falta de compromiso de algunos reumatólogos hacia sus residentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Propuestas:

1. Intercambio de profesores de los diferentes Centros de Formación de Reumatólogos. De acuerdo a esta propuesta un determinado profesor puede visitar un Centro y tener reuniones clínicas, visita conjunta a pacientes hospitalizados, discusión de casos clínicos, etc. Esta visita puede hacerse una vez al mes de acuerdo a un programa pre-establecido.

2. Reestructurar en su totalidad el Curso para Residentes del Consejo Mexicano de Reumatología, reemplazando la revisión de temas con la presentación del caso clínico de interés de cada centro y la discusión del caso con el profesor previamente designado.

 

3. Reforzar la enseñanza tutorial corrigiendo en los residentes los siguientes aspectos que a mi juicio son el "Talón de Aquiles" de nuestra enseñanza-aprendizaje actual:

a) La historia clínica: El residente de reumatología debe ser capaz de hacer una excelente historia clínica que le permita llegar a un diagnóstico en el 80% a 90% de casos. Si no llega a un diagnóstico correcto es porque en la mayor parte de las veces se equivocó en el interrogatorio o en la exploración física de su paciente. Es preferible exigirle al residente que haga nuevamente la historia del paciente, que ser complacientes porque tenemos prisa o porque no queremos "herir susceptibilidades" y dejarlos con sus errores hasta el examen del Consejo Mexicano de Reumatología.

b) El plan de trabajo debe ser coherente con el diagnóstico de presunción del residente. Si el diagnóstico de presunción es incorrecto, el plan de trabajo será inadecuado y el residente terminará solicitando "todo para ver si acierta".

c) El tratamiento debe ser de acuerdo a los conocimientos actuales. El médico tutor del residente de reumatología en ese momento debe explorar los conocimientos que tiene el residente sobre mecanismos patogénicos, cuadro clínico y tratamiento de la enfermedad del paciente. Esta labor del tutor implica mayor dedicación o mayor presión al residente y significa la corrección inmediata de los vacíos formativos del residente. Este interrogatorio para identificar las fallas en su formación como residentes de reumatología no lleva ni 10 minutos.

d) Los médicos reumatólogos recientemente incorporados a un Departamento de Reumatología en algunos Centros, con frecuencia asumen actitudes de autosuficiencia sin ninguna base, ya que su labor dentro de la reumatología es aún muy pobre y consideran que su labor de enseñanza-aprendizaje es menor, ya que "para eso están los titulares y adjuntos" y dejan a los residentes con la carga asistencial a la deriva, se dan el lujo de no asistir a las sesiones académicas porque "el residente que va a presentar la sesión es un desastre". Ésta es una concepción equivocada desde mi punto de vista ya que considero que la enseñanza-aprendizaje de la reumatología es un proceso continuo cuya responsabilidad recae en todos los reumatólogos que están laborando con o sin reconocimiento de la UNAM. Solamente asumiendo esta responsabilidad, el médico reumatólogo adscrito recientemente por sus méritos académicos muy escasos todavía, se desarrollará y encontrará su propio camino en la asistencia, la docencia y la investigación.

e) Los médicos reumatólogos dedicados a actividades de investigación ("Me toca evaluarme este año en el SIN, así que me voy a dedicar a publicar y no tengo tiempo para enseñar reumatología a nadie"), también asumen con frecuencia actitudes de autosuficiencia con mucha o poca base, que perjudican al residente de reumatología quién observa a este distinguido investigador como un modelo a seguir. Ésta es una concepción equivocada ya que publicar no se debe con

siderar como una medida de la capacidad clínica o científica, la inteligencia o el valor como ser humano. Los que consiguen publicar son aquellos que tienen la motivación suficiente y han resuelto todos los pasos necesarios para lograrlo. La capacidad para escribir un artículo científico sólo se relaciona con la capacidad para escribir otro artículo científico.

f) El modelo a seguir de los residentes de reumatología es aquel reumatólogo capaz de atender con humanismo, ética y excelencia al paciente y exigir que el residente haga lo mismo, capaz de participar activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje corrigiendo con buenas o malas formas pero corrigiendo todo lo que dice o hace un residente de reumatología y capaz de desarrollar investigación de alta calidad, con ética y responsabilidad y que pueda o logre ser publicada.

Conclusiones

1. Estas reflexiones personales tienen como objetivo llamar la atención acerca del rumbo que está tomando la docencia de posgrado de la reumatología en México.

2. Con la experiencia que me otorgan 20 años de trabajo asistencial, docente y de investigación, considero que hay crisis de docencia en la reumatología mexicana.

3. La solución está en el retorno a la enseñanza tutorial, demandante, exigente y acorde con los avances actuales.

4. El proceso formativo de un residente debe ser asumido por todos los integrantes de un Departamento que tenga el privilegio de tener residentes de reumatología. Los reumatólogos investigadores y los adscritos a los servicios de reumatología, antes que todo, son reumatólogos certificados por el Consejo Mexicano de Reumatología y por la UNAM. Por lo tanto nuestra tarea de enseñanza-aprendizaje con los residentes es ineludible.

 

Dr. Luis Javier Jara Quezada

Coordinador del Comité de Educación e Investigación del Colegio Mexicano de Reumatología.

     
2003
2004
2005