¿La
docencia en el posgrado de reumatología en México
se encuentra en crisis?
En
los últimos dos años un 30% de los aspirantes a reumatólogos
no alcanzaron el mínimo nivel de calificación (52
puntos)
solicitado por el Consejo Mexicano de Reumatología para ser
certificados como reumatólogos. Por otro lado, el examen
práctico (20% de la calificación global) desde mi
punto de vista demuestra las deficiencias en la formación
y las dificultades que tienen los futuros reumatólogos forma
dos en 10 Centros, para identificar los problemas del paciente.
Estos hechos me conducen a plantear la pregunta:
¿La
enseñanza de la reumatología en México se encuentra
en crisis?
La
estructura de los 10 Centros de Formación de Reumatólogos
es muy heterogénea en recursos materiales: instalaciones,
camas de hospitalización disponibles, consulta externa, afluencia
de pacientes, apoyo de gabinete, laboratorio especializado, etc.
y en recursos humanos: Profesores titulares y adjuntos, médicos
de base o adscritos con o sin reconocimiento como profesores de
la UNAM, miembros del Sistema Nacional de Investigadores, etc.
Esta
heterogeneidad conduce indudablemente a una formación fragmentada
de la reumatología en México ya que en vez de sumar
esfuerzos para incentivar la existencia de una sola escuela de reumatología
mexicana se han desarrollado diversas escuelas con mayor o menor
grado de excelencia académica. Con el objeto de unificar
la especialidad de reumatología, la UNAM ha desarrollado
un programa único de enseñanza de la reumatología
el cual trata de ser cumplido por cada centro formador de especialistas.
El Consejo Mexicano de Reumatología, desde hace 8 años
auspicia un Curso Anual de Actualización en Reumatología
al cual asisten todos los residentes de reumatología del
país con apoyo logístico del Colegio Mexicano de Reumatología,
actualiza el contenido del Examen de Certificación en forma
periódica y evalúa las sedes de formación de
reumatólogos como lo ha hecho el año pasado. Finalmente,
los residentes de reumatología actuales tienen muchas ventajas
para obtener información: Internet, libros, revistas, seminarios,
cursos implementados por el Colegio Mexicano de Reumatología
con apoyo de la industria farmacéutica, asistencia y participación
con trabajos en Congresos Nacionales e Internacionales. Estas ventajas
no las teníamos los que nos formamos hace 20 años
o más. Sin embargo, los resultados de estos esfuerzos institucionales
y del avance tecnológico no son satisfactorios: un tercio
de los aspirantes a reumatólogos no aprueban el examen y
los que lo aprueban tienen a mi juicio deficiencias importantes
en su formación como reumatólogos clínicos.
El hecho de que un tercio de los reumatólogos formados en
los diferentes Centros no están capacitados para resolver
los problemas frente a un paciente reumático es algo que
debe llamar a la reflexión.
La
explicación a estas incongruencias ha sido proporcionada
hace muchos años por diferentes profesores dedicados a la
enseñanza de la medicina. El avance tecnológico, el
acceso a libros, revistas, Congresos, Cursos, programas, sesiones
bibliográficas, monográficas, etc., no garantiza la
formación de un reumatólogo de excelencia académica
capaz de integrar en un momento determinado, el conocimiento teórico
con el conocimiento práctico y convertirlo en conocimiento
efectivo para resolver los problemas del paciente. Lo que garantiza
la formación de un buen reumatólogo es la enseñanza
tutorial, en la cual, en el trabajo cotidiano de la
consulta
externa, en la cabecera del paciente, en la sesión clínica,
el profesor de reumatología transmite su experiencia y sus
conocimientos. De esta manera el residente se confronta con el paciente,
con la opinión del profesor y con la literatura. Esta confrontación
lleva al residente a una actitud claramente autodidacta y de autocrítica.
De
acuerdo a este análisis, entonces lo que está fallando
es la enseñanza tutorial de la reumatología y esto
se debe en parte a los siguientes factores:
1.
Muchos profesores titulares y adjuntos de los cursos están
ocupados en otras actividades ya sea administrativas, de investigación,
compromisos académicos externos, lo que limita en forma importante
la enseñanza tutorial.
2.
El ingreso de reumatólogos jóvenes a servicios de
reumatología sin una clara actitud de enseñanza-aprendizaje
perjudica notablemente el aprendizaje de la especialidad.
3.
La falta de compromiso de algunos reumatólogos hacia sus
residentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Propuestas:
1.
Intercambio de profesores de los diferentes Centros de Formación
de Reumatólogos. De acuerdo a esta propuesta un determinado
profesor puede visitar un Centro y tener reuniones clínicas,
visita conjunta a pacientes hospitalizados, discusión de
casos clínicos, etc. Esta visita puede hacerse una vez al
mes de acuerdo a un programa pre-establecido.
2.
Reestructurar en su totalidad el Curso para Residentes del Consejo
Mexicano de Reumatología, reemplazando la revisión
de temas con la presentación del caso clínico de interés
de cada centro y la discusión del caso con el profesor previamente
designado.
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3.
Reforzar la enseñanza tutorial corrigiendo en los residentes
los siguientes aspectos que a mi juicio son el "Talón
de Aquiles" de nuestra enseñanza-aprendizaje actual:
a)
La historia clínica: El residente de reumatología
debe ser capaz de hacer una excelente historia clínica que
le permita llegar a un diagnóstico en el 80% a 90% de casos.
Si no llega a un diagnóstico correcto es porque en la mayor
parte de las veces se equivocó en el interrogatorio o en
la exploración física de su paciente. Es preferible
exigirle al residente que haga nuevamente la historia del paciente,
que ser complacientes porque tenemos prisa o porque no queremos
"herir susceptibilidades" y dejarlos con sus errores hasta
el examen del Consejo Mexicano de Reumatología.
b)
El plan de trabajo debe ser coherente con el diagnóstico
de presunción del residente. Si el diagnóstico de
presunción es incorrecto, el plan de trabajo será
inadecuado y el residente terminará solicitando "todo
para ver si acierta".
c)
El tratamiento debe ser de acuerdo a los conocimientos actuales.
El médico tutor del residente de reumatología en ese
momento debe explorar los conocimientos que tiene el residente sobre
mecanismos patogénicos, cuadro clínico y tratamiento
de la enfermedad del paciente. Esta labor del tutor implica mayor
dedicación o mayor presión al residente y significa
la corrección inmediata de los vacíos formativos del
residente. Este interrogatorio para identificar las fallas en su
formación como residentes de reumatología no lleva
ni 10 minutos.
d)
Los médicos reumatólogos recientemente incorporados
a un Departamento de Reumatología en algunos Centros, con
frecuencia asumen actitudes de autosuficiencia sin ninguna base,
ya que su labor dentro de la reumatología es aún muy
pobre y consideran que su labor de enseñanza-aprendizaje
es menor, ya que "para eso están los titulares y adjuntos"
y dejan a los residentes con la carga asistencial a la deriva, se
dan el lujo de no asistir a las sesiones académicas porque
"el residente que va a presentar la sesión es un desastre".
Ésta es una concepción equivocada desde mi punto de
vista ya que considero que la enseñanza-aprendizaje de la
reumatología es un proceso continuo cuya responsabilidad
recae en todos los reumatólogos que están laborando
con o sin reconocimiento de la UNAM. Solamente asumiendo esta responsabilidad,
el médico reumatólogo adscrito recientemente por sus
méritos académicos muy escasos todavía, se
desarrollará y encontrará su propio camino en la asistencia,
la docencia y la investigación.
e)
Los médicos reumatólogos dedicados a actividades de
investigación ("Me toca evaluarme este año en
el SIN, así que me voy a dedicar a publicar y no tengo tiempo
para enseñar reumatología a nadie"), también
asumen con frecuencia actitudes de autosuficiencia con mucha o poca
base, que perjudican al residente de reumatología quién
observa a este distinguido investigador como un modelo a seguir.
Ésta es una concepción equivocada ya que publicar
no se debe con
siderar
como una medida de la capacidad clínica o científica,
la inteligencia o el valor como ser humano. Los que consiguen publicar
son aquellos que tienen la motivación suficiente y han resuelto
todos los pasos necesarios para lograrlo. La capacidad para escribir
un artículo científico sólo se relaciona con
la capacidad para escribir otro artículo científico.
f)
El modelo a seguir de los residentes de reumatología es aquel
reumatólogo capaz de atender con humanismo, ética
y excelencia al paciente y exigir que el residente haga lo mismo,
capaz de participar activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje
corrigiendo con buenas o malas formas pero corrigiendo todo lo que
dice o hace un residente de reumatología y capaz de desarrollar
investigación de alta calidad, con ética y responsabilidad
y que pueda o logre ser publicada.
Conclusiones
1.
Estas reflexiones personales tienen como objetivo llamar la atención
acerca del rumbo que está tomando la docencia de posgrado
de la reumatología en México.
2.
Con la experiencia que me otorgan 20 años de trabajo asistencial,
docente y de investigación, considero que hay crisis de docencia
en la reumatología mexicana.
3.
La solución está en el retorno a la enseñanza
tutorial, demandante, exigente y acorde con los avances actuales.
4.
El proceso formativo de un residente debe ser asumido por todos
los integrantes de un Departamento que tenga el privilegio de tener
residentes de reumatología. Los reumatólogos investigadores
y los adscritos a los servicios de reumatología, antes que
todo, son reumatólogos certificados por el Consejo Mexicano
de Reumatología y por la UNAM. Por lo tanto nuestra tarea
de enseñanza-aprendizaje con los residentes es ineludible.
Dr.
Luis Javier Jara Quezada
Coordinador
del Comité de Educación e Investigación del
Colegio Mexicano de Reumatología.
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