2007, Number 4
The 13 Nahua heavens representation in the human body
Language: Spanish
References: 29
Page: 169-173
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Con el fin de dejar lo más claro posible la propuesta que a continuación se presenta preciso señalar que si bien es cierto que dependiendo del documento prehispánico, novohispánico o contemporáneo que se esté estudiando se encuentra referida la existencia de 7, 8, 9, 12, ó 13 cielos, no obstante esta diferencia numérica de cielos para poder establecer una primera estructuración trabajaré con la idea de la existencia de los 13 cielos teniendo en mente, aunque no de manera exclusiva, las láminas 1 y 2 del Códice Vaticano Latino 3738 y dejaré para un próximo trabajo el demostrar que estas diferencias numéricas no se contraponen, en esencia, entre sí.
«La variabilidad de las costillas torácicas es muy relativa y suele suceder en casos de agenesia del 12 par, por trisonomía 21… la observación simultánea de una costilla o par de costillas adicionales en la región cervical y lumbar constituye una rareza y en el caso de las lumbares suelen ser muy pequeñas…» (Moore KL. Anatomía con orientación clínica, 3ª ed. ED. Buenos Aires, Argentina: Panamericana - Williams & Wilkins, 2000: 36-37).
Hoy día sabemos que estos hemisferios, en su función, son contrarios en más de una situación: el hemisferio derecho coordina la parte izquierda del cuerpo, es pictográfico, intuitivo, subjetivo y sintético mientras que el hemisferio izquierdo coordina la parte derecha del cuerpo, es verbal, lógico, objetivo y analítico. (De la Fuente R. Psicología médica, 2ª ed. ED, México: Fondo de Cultura Económica 1996: 282).
Tanto los nombres como la traducción de las diferentes partes del cuerpo que menciono en este trabajo, las investigué en el «Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana», de Rémi Siméon, (1981) así mismo derivé algunas posibles traducciones de la palabra, que de ninguna manera deben ser atribuidas a Rémi Siméon.
Estoy muy claro en lo que representa establecer el término de Cúa como sinónimo de coatl. Cabrera L. Diccionario de aztequismos, ED. México: Oasis, 1980: 54, señala que «…Es muy frecuente la confusión ortográfica entre los aztequismos derivados de cóatl, culebra, que deben escribirse ‘coa’, y los derivados de cuáuitl, cabeza, o de cuáhuitl, árbol, que deben escribirse ‘cua’ o ‘cuau’…» No obstante esta observación se encuentra que Rémi Siméon (1981:130) traduce «Cuachtli o Cuechtli s. como Crótalo, anillo de serpiente cascabel, y aunque éste no es el lugar para discutir sobre este tipo de términos, sólo baste reflexionar en dos aspectos 1. El árbol, cuáhuitl, en múltiples culturas es asociado al rayo y a la lluvia fenómenos ambos relacionados con la serpiente. 2. De la misma manera en como hoy día puede haber confusión en la escritura y pronunciación del náhuatl, los españoles del siglo XVI en adelante, así como muchos extranjeros, se confunden en la utilización de términos nahuas tan finos como los que aquí me ocupa.