2007, Número 4
Los trece cielos nahuas representados en el cuerpo humano
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 29
Paginas: 169-173
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FRAGMENTO
El presente trabajo tiene como objetivo abordar un tema que tanto historiadores como antropólogos de la medicina tocamos en mayor o menor medida cuando hablamos de la medicina prehispánica. El tema al que me refiero es el de la existencia de diferentes cielos sobre el plano de la tierra. Se encuentra información en documentos prehispánicos como en los códices Vaticano Latino 3738, Borbónico y otros más, así como en documentos del periodo colonial escritos tanto por españoles como por indios. Así mismo, son muchos los estudios que durante el siglo XIX y XX también se han escrito al respecto mostrando un esfuerzo por encontrar la lógica de dicha figura multiceleste; no obstante continuamos con la incógnita y seguimos sin entender adecuadamente dicha representación.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
De Sahagún B. Historia general de las cosas de Nueva España, ED. México: Porrúa, 1982; Hernández F. Antigüedades de la Nueva España, ED. España: Dastin, 2000; De Alva IF. Relación e historia de la nación Chichimeca, ED. México: Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, 1985; Alvarado TF. Crónica mexicáyotl, ED. México: Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, 1992; De Torquemada J. Monarquía india, ED. México: Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, 1983; Del Paso y TF. Ensayo sobre los símbolos cronográficos de los mexicanos, ED. México: SEP, 1988.
Seler E. Gesammelte Abhandlungen zur Americanischen, ED. Berlin: Ascher und Co. (y) Gehrend und Co, 1902; Thevet A. Historie du Mechiqe, ED. París, 1905; Caso A. El Pueblo del sol, ED. México: Fondo de Cultura Económica, 1978; Fernández A. Dioses prehispánicos de México, ED. México: Secretaría de la Defensa Nacional. 1985; López AA. Cuerpo humano e ideología, ED. México: Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, 1989; León-Portilla M. Filosofía Náhuatl, ED. México: Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, 1983, La religión de los mexicas, en De la Garza M - Valverde V. Teoría e historia de las religiones, ED. México: Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, 1998; Díaz CS. Meses y cielos, ED. México: Coordinación de Humanidades de la UNAM, 1994; González Y. El culto a los astros entre los mexicas, ED. México: Secretaría de la Defensa Nacional, 1994; Ulrico K. Chonbilal Ch’lelal-Alma vendida, ED. México: Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, 1995; De la Garza. M. - Valverde VMC. Teoría e Historia de las religiones, ED. México: Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, 1998.
López AA. Cuerpo humano e ideología, ED. México: Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, 1989; De la Garza M. El hombre en el pensamiento religiosos náhuatl y maya, ED. México: Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, 1990:19-20; Ruz MH. De cuerpos floridos y envolturas del pecado, Arqueología mexicana. 2004; 65: 22-27.
Con el fin de dejar lo más claro posible la propuesta que a continuación se presenta preciso señalar que si bien es cierto que dependiendo del documento prehispánico, novohispánico o contemporáneo que se esté estudiando se encuentra referida la existencia de 7, 8, 9, 12, ó 13 cielos, no obstante esta diferencia numérica de cielos para poder establecer una primera estructuración trabajaré con la idea de la existencia de los 13 cielos teniendo en mente, aunque no de manera exclusiva, las láminas 1 y 2 del Códice Vaticano Latino 3738 y dejaré para un próximo trabajo el demostrar que estas diferencias numéricas no se contraponen, en esencia, entre sí.
«La variabilidad de las costillas torácicas es muy relativa y suele suceder en casos de agenesia del 12 par, por trisonomía 21… la observación simultánea de una costilla o par de costillas adicionales en la región cervical y lumbar constituye una rareza y en el caso de las lumbares suelen ser muy pequeñas…» (Moore KL. Anatomía con orientación clínica, 3ª ed. ED. Buenos Aires, Argentina: Panamericana - Williams & Wilkins, 2000: 36-37).
Hoy día sabemos que estos hemisferios, en su función, son contrarios en más de una situación: el hemisferio derecho coordina la parte izquierda del cuerpo, es pictográfico, intuitivo, subjetivo y sintético mientras que el hemisferio izquierdo coordina la parte derecha del cuerpo, es verbal, lógico, objetivo y analítico. (De la Fuente R. Psicología médica, 2ª ed. ED, México: Fondo de Cultura Económica 1996: 282).
Tanto los nombres como la traducción de las diferentes partes del cuerpo que menciono en este trabajo, las investigué en el «Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana», de Rémi Siméon, (1981) así mismo derivé algunas posibles traducciones de la palabra, que de ninguna manera deben ser atribuidas a Rémi Siméon.
Estoy muy claro en lo que representa establecer el término de Cúa como sinónimo de coatl. Cabrera L. Diccionario de aztequismos, ED. México: Oasis, 1980: 54, señala que «…Es muy frecuente la confusión ortográfica entre los aztequismos derivados de cóatl, culebra, que deben escribirse ‘coa’, y los derivados de cuáuitl, cabeza, o de cuáhuitl, árbol, que deben escribirse ‘cua’ o ‘cuau’…» No obstante esta observación se encuentra que Rémi Siméon (1981:130) traduce «Cuachtli o Cuechtli s. como Crótalo, anillo de serpiente cascabel, y aunque éste no es el lugar para discutir sobre este tipo de términos, sólo baste reflexionar en dos aspectos 1. El árbol, cuáhuitl, en múltiples culturas es asociado al rayo y a la lluvia fenómenos ambos relacionados con la serpiente. 2. De la misma manera en como hoy día puede haber confusión en la escritura y pronunciación del náhuatl, los españoles del siglo XVI en adelante, así como muchos extranjeros, se confunden en la utilización de términos nahuas tan finos como los que aquí me ocupa.