2019, Número S1
Rev Mex Anest 2019; 42 (S1)
Nuevas técnicas interfasciales, ¿qué debo considerar?
Acosta-Violante JV
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 4
Paginas: 66-67
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FRAGMENTO
En los últimos cinco años, la anestesia regional ha explorado otro tipo de abordajes guiados por ultrasonidos un tanto distintos a los colocados de manera clásica, en los cuáles el objetivo es la visualización del nervio objetivo para así bañarlo con anestésico local; como ejemplo, un bloque de nervio femoral, ciático, interescalénico, etc. Las técnicas interfasciales tienen en común que la visualización del nervio objetivo es difícil por el calibre del mismo, que no se encuentran sobre estructuras vasculares de referencia guía como en la mayoría de los clásicos y que la adecuada colocación del mismo depende no sólo de la adecuada colocación de la aguja en el objetivo, sino que son técnicas donde el volumen de anestésico local influye de manera determinante para el éxito del bloqueo puesto que tiene que «disecar», digamos, las estructuras anatómicas, separar las fascias objetivo por las cuales sabemos con bases anatómicas que corren los nervios objetivo o «target».Ejemplos de estas técnicas son el bloqueo transverso del abdomen (TAP), bloqueo interpectoral (PECS), bloqueo de serrato-intercostal (BRILMA), bloqueo erector de la espina (ESP), que han surgido desde 2012 hasta 2016 siendo técnicas recientes, en boga, todos ellos de carácter analgésico (hay que aclarar) y que cuentan día a día con más reportes de caso, ensayos, publicaciones con carácter satisfactorio en la literatura médica que los respaldan y le dan peso a la aplicación de los mismos.
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