2016, Número 1
An Med Asoc Med Hosp ABC 2016; 61 (1)
Fiebre en la unidad de cuidados intensivos
Sánchez DJS, Rodríguez ZC, Monares ZE, Díaz EA, Aguirre SJ, Franco GJ
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 9
Paginas: 33-38
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RESUMEN
Antecedentes: La fiebre es un signo común en la unidad de cuidados intensivos. Ésta implica el reto de descubrir la causa subyacente; puede tener un origen infeccioso o no infeccioso. El Colegio Americano de Medicina de Cuidados Críticos y la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América definen «fiebre» en pacientes en estado crítico como la temperatura igual o mayor a 38.3 oC, lo que implica investigar la causa. En la unidad de cuidados intensivos, la temperatura puede medirse utilizando diferentes técnicas, entre las cuales tenemos el catéter en la arteria pulmonar (estándar de oro), catéter vesical, sonda rectal, sonda esofágica, infrarrojo en membrana timpánica y termómetro de arteria temporal. Un episodio nuevo de temperatura mayor o igual a 38.3 oC debe ser evaluado clínicamente, pero no necesariamente con estudios de laboratorio y gabinete. Existe controversia acerca del tratamiento de la fiebre. El abordaje antipirético debe ser reservado para los sujetos con inestabilidad hemodinámica o individuos de alto riesgo; deben llevarse a cabo la evaluación diagnóstica y la toma de hemocultivos. Objetivo: Diferenciar causas infecciosas de no infecciosas que comúnmente condicionan fiebre en la unidad de cuidados intensivos. Métodos: Se realizó un estudio de revisión del tema «fiebre en la unidad de cuidados intensivos». Se hizo la búsqueda en bases electrónicas (PubMed, MD Consult) hasta septiembre de 2014. Se incluyeron las revisiones sistemáticas consideradas las más importantes de los últimos 14 años. Resultados: A través de esta revisión nos fue posible proponer dos algoritmos en relación con este tema, el primero hace referencia a las causas de fiebre y el segundo, al abordaje diagnóstico de la misma; lo importante de esto es la utilización y correcta aplicación de los mismos. Conclusión: En la unidad de cuidados intensivos, la temperatura puede medirse utilizando diferentes técnicas; el catéter en la arteria pulmonar es el estándar de oro. El 50% de los individuos presentará fiebre en la unidad de cuidados intensivos; de éstos, sólo la mitad será de origen infeccioso. El tratamiento antipirético debe ser reservado para los sujetos con lesión neurológica aguda, inestabilidad hemodinámica y pacientes de alto riesgo.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
Lee BH, Inui D, Suh GY, Kim JY, Kwon JY, Park J et al. Association of body temperature and antipyretic treatments with mortality of critically ill patients with and without sepsis: multi-centered prospective observational study. Crit Care. 2012; 16 (1): R33. [Revisado: marzo 2015]. Disponible en: http://ccforum.com/content/16/1/R33