2013, Número 08
Ginecol Obstet Mex 2013; 81 (08)
La histerectomía laparoscópica como procedimiento de primera línea en el tratamiento de mujeres con patología benigna del útero
Noguera-Sánchez MF, Briones- Garduño JC, Rabadán-Martínez CE, Antonio-Sánchez P, Bautista-Gómez EJ, Ceja-Sánchez JM
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 13
Paginas: 448-453
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RESUMEN
Antecedentes: cada año se realizan en Estados Unidos alrededor de 600,000 histerectomías abdominales, vaginales y laparoscópicas, lo que las convierte en el procedimiento quirúrgico más practicado en la mujer. En México, desde la primera descripción de la técnica en 1989, la histerectomía laparoscópica ha avanzado. La curva de aprendizaje para dominar este procedimiento es de mayores complicaciones y complejidad que otras. Con los resultados hasta ahora obtenidos, la aplicación de esta técnica quirúrgica por manos experimentadas ha sido muy segura.Objetivo: demostrar que la histerectomía con técnica laparoscópica es segura y eficaz para el tratamiento de la patología uterina benigna.
Material y método: estudio retrospectivo, longitudinal y descriptivo efectuado mediante la recopilación de datos de los expedientes clínicos de las pacientes a quienes se realizó histerectomía total por laparoscopia entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre del mismo año, en mujeres mayores de 18 años de edad que ingresaron al hospital por patología benigna uterina. Se excluyeron las pacientes con índice de masa corporal mayor a 30 kg/m, útero mayor a uno aproximado mayor a 16 semanas de gestación o peso aproximado de 500 gramos, enfermedad concomitante que contraindicara este procedimiento y a las que no regresaron a su control posquirúrgico.
Resultados: se realizaron 75 histerectomías totales laparoscópicas; de éstas 72 trascurrieron sin complicaciones hasta el alta médica, con promedio de estancia intrahospitalaria de 3 días, sin algún padecimiento subyacente agregado. Hubo tres complicaciones quirúrgicas: un caso de reintervención por sangrado del lecho quirúrgico que se atendió yugulando el sangrado por la misma vía, con puntos separados con Vicryl de 00, con evolución favorable. Las otras dos lesiones fueron inadvertidas por los cirujanos. Se trató de una lesión vesical compleja a nivel del trígono, la evolución de la paciente fue tórpida desde su estancia postoperatoria, con salida de líquido cristalino a través de la cúpula vaginal. Se realizó cierre secundario de fístula vésico-vaginal, derivándola por 15 días con sonda Foley de látex y, finalmente, al evidenciar la falla en el cierre secundario el equipo uroginecológico efectuó una exploración por laparatomía. El otro caso fue de una lesión ureteral; la paciente tuvo filtración por la cúpula vaginal y en el protocolo diagnóstico se identificó fuga de medio de contraste a la fosa iliaca izquierda. El cierre primario de la lesión ureteral, vía anastomosis término terminal espatulada, se efectuó por laparotomía.
Conclusiones: la histerectomía laparoscópica es una opción de tratamiento factible para casos con patología uterina benigna.
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