2012, Número 1
Otorrinolaringología 2012; 57 (1)
Manejo integral de fístulas de líquido cefalorraquídeo
González SJG, Chávez VAM, Velázquez SH
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 7
Paginas: 25-30
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RESUMEN
Objetivo: Describir nuestra experiencia en el manejo de las fístulas de LCR de la base del cráneo anterior y medio, con técnicas quirúrgicas endoscópicas aplicadas.Material y métodos: En el periodo de agosto de 2008 a diciembre de 2010 se atendió a 15 pacientes de los servicios de Otorrinolaringología y Neurocirugía del Hospital Regional Dr. Valentín Gómez Farías y de la consulta privada de los autores; los pacientes tenían diagnóstico de fístula de LCR (traumáticas y no traumáticas), cuatro asociadas a traumatismo craneoencefálico, siete espontáneas o idiopáticas, dos posteriores a ablación hipofisiaria transesfenoidal y una secundaria a proceso expansivo tumoral. Entre las afecciones asociadas se encontraron meningitis en 2 de 15, aracnoidocele intraselar con displasia fibrosa de hueso temporal en 1 de 15 y otitis media crónica con colesteatoma en pacientes con fístula de piso medio. El tiempo promedio de diagnóstico fue de dos años en 42.8%. La edad promedio fue de 45.8, con límites de edad de 26-55 años y con una frecuencia de predominio de la mujer de 1.5:1. El diagnóstico se hizo con base en dos puntos: la demostración de la rinorrea y la identificación del sitio preciso de la lesión. Un total de 17 operaciones (88%, 15 de 17) correspondieron a cierre endoscópico, y 12%, a intracraneal. Los tejidos utilizados fueron clasificados en libres o pediculados. Los injertos más utilizados fueron la fascia temporal (en 11 de 17 casos), el colgajo nasoseptal
Resultados: Fueron un total de 17 operaciones; 15 (88%) de ellas de abordaje endoscópico; sólo tres casos se asociaron con meningocele; en dos casos no fue posible encontrar el sitio exacto de la fístula, aun posterior a la aplicación de la fluoresceína intratecal. El tiempo quirúrgico promedio fue de 3-5 horas. Las complicaciones transquirúrgicas fueron escasas, sangrado discreto por la manipulación de la mucosa. Las complicaciones posquirúrgicas involucraron a las FLCR de fosa media, que se trataron con abordaje transmastoideo; hubo vértigo hasta en 25% y un paciente tuvo meningitis ocho días después del abordaje endoscópico de la FLCR esfenoidal.
Conclusiones: El correcto diagnóstico de las FLCR implica un manejo óptimo, es decir, la elección correcta de un abordaje quirúrgico y de las técnicas e injertos por utilizar para un cierre exitoso. El abordaje quirúrgico endoscópico permite la localización exacta con la aplicación de la fluoresceína intratecal. Las ventajas del endoscopio, por una mejor angulación e iluminación, dan al cirujano la capacidad de detectar en forma precisa y en forma menos invasiva el sitio exacto, con lo que se evita la craneotomía.
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