2000, Número 2
Rev Fac Med UNAM 2000; 43 (2)
Experiencia en pólipos gástricos
Hernández ME, García-Samper X, Contreras-Rivas O, Medina-González A, Armienta R, Cutipa G, Jáuregui K, Soto CJ
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 12
Paginas: 43-45
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RESUMEN
En 1824 se describe por primera vez un pólipo gástrico, pero hasta 1965 se logra diferenciar un pólipo gástrico de cualquier lesión prominente por Yamada Fukutomi. Los pólipos gástricos son hallazgos endoscópicos y radiológicos, ya que no dan síntomas. Se dividen en dos grupos, los hiperplásicos y los adenomatosos, la importancia de su diagnóstico es por la posibilidad de malignizarse. Se realizó un estudio prospectivo entre diciembre de 1996 y marzo de 1998. Se realizó panendoscopia a pacientes mayores de 15 años, que ameritaran este estudio por otro diagnóstico; se incluyeron a todos los pacientes que presentaban pólipos gástricos, se valoró el número de ellos, la localización, el tamaño, las características de la mucosa adyacente, y se realizó polipectomía. Durante el periodo de 16 meses, se realizaron 1,622 panendoscopias, dentro de las cuales se detectaron 30 pacientes con pólipos gástricos que corresponde a una frecuencia de 1.84%. Se encontraron 10 portadores masculinos y 20 femeninos, la edad más frecuente fue en la cuarta y sexta década de la vida, la localización más frecuente fue en el cuerpo gástrico 18 (60%), antro 9 (30%), fondo 3 (10%). Sólo en cinco pacientes se encontró pólipo único, en 25 fueron múltiples pero no más de cinco; en un 80% los pólipos eran sésiles. En cuanto al resultado histopatológico se encontró que de los 30 pacientes, 20 (66.6%) tenían gastritis crónica, cuatro (13.3%) eran pólipos hiperplásicos, tres (10%) tenían metaplasia intestinal, uno (3.6%) con gastritis folicular, otro (3.6%) con gastritis crónica sin atrofia y uno (3.6%) fue pólipo hamartomatoso. Comparando los resultados obtenidos en este estudio, podemos observar que la frecuencia en esta población no difiere de otras cifras publicadas. La localización más frecuente corresponde al sitio donde tienen menor posibilidad de malignizarse, y la edad más frecuente entre los 40 y 50, lo que hace mucho más importante el seguimiento.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)