<< Anterior Siguiente >>
Salud Mental 2009; 32 (6)
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 45
Paginas: 479-486
Archivo PDF: 147.43 Kb.
RESUMEN
La agresividad parece estar presente en diversas actividades docentes así como en todos los grados y niveles del contexto educativo. Igualmente, diversas investigaciones clásicas han señalado desde hace tiempo la agresividad física y verbal como más intensa y frecuente en hombres que en mujeres.
Por otra parte, con cierta frecuencia observamos que los estudiantes universitarios suelen reducir el tiempo que dedican al sueño en fechas previas a un examen. Los estudios centrados en el sueño de la población de estudiantes universitarios han encontrado con cierta frecuencia una relativa baja calidad del mismo. La realización de pruebas académicas suele ser percibida como una situación aversiva y frecuentemente incluso como amenazante, por lo que podría ser generadora de alteraciones emocionales como por ejemplo ansiedad o estrés. En el caso de la ansiedad a los exámenes, la correlación con la reducción en la cantidad de sueño la noche anterior parece ser positiva.
En el presente trabajo se pretende determinar, en primer lugar, la posible presencia de agresividad durante la realización de exámenes en una muestra de estudiantes universitarios. Paralelamente es de interés establecer una posible relación entre horas de sueño la noche anterior y agresividad. Un segundo objetivo se centra en determinar si diferentes niveles de agresividad pueden relacionarse con ansiedad a los exámenes. En tercer lugar intentamos determinar si variables como el género, la edad, la ansiedad y la duración del sueño, pueden predecir diferencias en agresividad en nuestra muestra.
Participaron 143 estudiantes con edades comprendidas entre 19-48 años. La media de edad fue de 21.67 años con una desviación estandar de 3.79. Cuarenta y dos de los participantes eran hombres, 98 mujeres, y tres de ellos no indicaron su género.
La agresividad se evaluó con la versión española reducida del Aggression Questionnaire (AQ). Para la valoración de la ansiedad se utilizó la versión española del cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo de Spielberger (STAI), aplicándose únicamente la escala de evaluación de la ansiedad-estado. Adicionalmente se les pidió a los participantes que anotaran las horas de sueño que habían dormido la noche anterior al examen. Los datos se obtuvieron durante un examen final, donde estaba en juego la calificación definitiva de esa asignatura.
Los datos muestran la tendencia a reducir las horas de sueño en los estudiantes universitarios estudiados, encontrándose un cierto grado de agresividad latente ante la realización de pruebas de evaluación. El análisis de correlación llevado a cabo indica que a mayores niveles de agresividad parece asociarse menor cantidad de sueño la noche anterior al examen, aunque esta relación no resultó significativa. Sin embargo, cuando dividimos a la muestra en grupos según el nivel de agresividad, sí se observan diferencias significativas en la cantidad de sueño la noche anterior al examen, siendo ésta menor en los sujetos más agresivos. Este resultado concuerda con aquellos otros estudios que sí han encontrado una relación entre pocas horas de sueño y alteraciones emocionales, específicamente ansiedad u otras alteraciones psicológicas.
Se han encontrado diferencias significativas en ansiedad a los exámenes cuando comparábamos a sujetos con niveles bajos y altos de agresividad. La prueba de diferencia de medias confirma que los estudiantes más agresivos manifiestan mayores niveles de ansiedad a los exámenes en comparación con los estudiantes menos agresivos.
Ha resultado sorprendente no encontrar diferencias significativas entre hombres y mujeres en los niveles de agresividad, teniendo en cuenta que este resultado va en contra de la mayor parte de estudios revisados. Quizá este resultado pueda deberse a que en una situación de amenaza tan específica como es un examen, las mujeres podrían mostrar niveles de agresividad latente tan elevados como los hombres. Este punto merece mayor investigación y atención futura.
La asociación entre agresividad y baja duración del sueño se corresponde con un escenario bastante específico que se acerca en cierto sentido a los datos encontrados en otras poblaciones en cuanto a las repercusiones de la duración del sueño sobre el funcionamiento psicológico, así como en cuanto a los patrones de agresividad latente.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
Bekiari A, Kokaridas D, Sakelariou K. Verbal aggressiveness of physical education teachers and students’ self-reports of behavior. Psychological Reports 2005;96:493-498.
Masson AM, Hoyois P, Cadot M, Nahama V, Petit F et al. Girls are more successful than boys at the university. Gender group differences in models integrating motivational and aggressive components correlated with Test-Anxiety. Encephale-Revue Psychiatrie Clinique Biologique Therapeutique 2004;30:1-15.
Fernández-Castillo A. Psycho-educative and socio-political framework for intercultural education in Spanish schools, its limitations and possibilities. International J Intercultural Relations. (En prensa).
Del Barrio MV, Mestre MV, Tur AM. Factores moduladores de la conducta agresiva y prosocial. El efecto de los hábitos de crianza en la conducta del adolescente. Ansiedad Estrés 2004;10:78-88.
Pekrun R, Goetz T, Perry RP, Kramer K, Hochstadt M et al. Beyond test anxiety: Development and vailidation of the Test Emotions Questionnaire (TEQ). Anxiety Stress Coping 2004;17:287-316.
Stober J, Pekrun R. Advances in test anxiety research. Anxiety Stress and Coping 2004;17:205-211.
Escalona A, Miguel-Tobal JJ. La ansiedad ante los exámenes: evolución histórica y aportaciones prácticas para su tratamiento. Ansiedad Estrés 1996;2:195-209.
Keogh E, Bond FW, French CC, Richards A, Davis RE. Test anxiety, susceptibility to distraction and examination performance. Anxiety Stress Coping 2004;17:241-252.
Eagly A, Steffen VJ. Gender and aggressive behaviour: A meta-analytic review of the social psychological literature. Psychological Bulletin 1986;100:309-330.
McCabe A, Lipscomb TJ. Sex differences in children’s verbal aggression. Merrill-Palmer Quarterly 1988;34:389-401.
Shuntich RJ, Shapiro RM. Explorations of verbal affections and aggression. J Social Behavior Personality 1991;6:238-300.
Kinney TA, Smith BA, Donzella B. The influence of sex, gender, selfdiscrepancies, and self-awareness on anger and verbal aggressiveness among U.S. college students. J Social Psychology 2001;141:245-275.
Kristensson P, Öhlund LS. Swedish upper secondary school pupils’ sense of coherence, coping resources and aggressiveness in relation to educational track and performance. Scandinavian J Caring Sciences 2005;19:77-84.
Buss AH, Perry M. The aggression questionnaire. J Personality Social Psychology 1992;63:452-459.
Harris MB. Aggressive experiences and aggressiveness: Relationship to ethnicity, gender, and age. J Applied Social Psychology 1996;26:843-870.
Loukas A, Paulos SK, Robinson S. Early adolescent social and overt aggression: Examining the roles of social anxiety and maternal psychological control. J Youth Adolescence 2005;34:335.
Silverman WK, Treffers PDA. Anxiety disorders in children and adolescents: research, assessment and intervention. Cambridge: Cambridge University Press; 2001.
Bekiari A, Patsiaouras A, Kokaridas D, Sakellariou K. Verbal aggressiveness and state anxiety of volleyball players and coaches. Psychological Reports 2006;99:630-634.
Fernández-Castillo A, López-Naranjo I. Estrés parental en la hospitalización infantil. Ansiedad Estrés 2006;12:1-17.
Lozano L, García E. El rendimiento escolar y los trastornos emocionales y comportamentales. Psicothema 2000;12:340-343.
Stober J. Dimensions of test anxiety: Relations to ways of coping with preexam anxiety and uncertainty. Anxiety Stress Coping 2004;17:213-226.
Engle-Friedman M, Riela S, Golan R, Ventuneac AM, Davis CM et al. The effect of sleep loss on next day effort. J Sleep Res 2003;12:113-124.
Gómez C, Chóliz M, Carbonell E. Análisis experimental de la capacidad de vigilancia: Efecto de la privación parcial de sueño y dificultad de la tarea. Anales Psicología 2000;16:49-59.
Kripke DF, Garfinkel L, Wingard DL, Klauber MR, Marler MR. Mortality associated with sleep duration and insomnia. Arch Gen Psychiatry 2002;59:131-136.
Scott JPR, McNaughton LR, Polman RCJ. Effects of sleep deprivation and exercise on cognitive, motor performance and mood. Physiol Behav 2006;87:396-408.
Meijer AM, Van Den Wittenboer GLH. The Joint contribution of sleep, intelligence and motivation to school performance. Personality Individual Differences 2004;37:95-106.
Meijer AM, Habekothe HT, Van Den Wittenboer GLH. Time in bed, quality of sleep and school functioning of children. J Sleep Res 2000;9:145-153.
Sierra JC, Jiménez-Navarro C, Martín-Ortiz JD. Quality of sleep in university students: the importance of sleep hygiene. Salud Mental 2002;25:35-43.
Miro E, Martínez P, Arriaza R. Influence of subjective sleep quantity and quality on anxiety and depressed mood state. Salud Mental 2006;29:30-36.
Sierra JC, Zubeidat L, Ortega V, Delgado-Domínguez CJ. Assessment of the relationship between psychopathological personality traits and sleep quality. Salud Mental 2005;28:13-21.
Moo-Estrella J, Pérez-Benítez H, Solís-Rodríguez F, Arankowsky-Sandoval G. Evaluation of depressive symptoms and sleep alterations in college students. Arch Med Res 2005;36:393-398.
Labbate LA, Johnson MR, Lydiard RB, Brawman-Mintzer O, Emmanuel N et al. Sleep deprivation in social phobia and generalized anxiety disorder. Biol Psychiatry 1998;43:840-842.
Gunn J, Gristwood J. Use of the buss-durkee hostility inventory among British prisoners. J Consulting Clinical Psychology 1975;43:590.
Morales-Vives F, Codorniu-Raga MJ, Vigil-Colet A. Psychometric properties of the reduced versions of Buss and Perry’s aggression questionnaire. Psicothema 2005;17:96-100.
Andreu JM, Peña ME, Graña JL. Adaptación psicométrica de la versión española del cuestionario de agresión. Psicothema 2002;14:476-482.
Vigil-Colet A, Lorenzo-Seva U, Codorniu-Raga MJ, Morales F. Factor structure of the Buss-Perry aggression questionnaire in different samples and languages. Aggressive Behav 2005;31:601-608.
Maiuro RD, Cahn TS, Vitaliano PP, Wagner BC, Zegree JB. Anger, hostility, and depression in domestically violent versus generally assaultive men and non-violent control subjects. J Consulting Clinical Psychology 1988;56:17-23.
García-León A, Reyes GA, Vila J, Pérez N, Robles H et al. The Aggression Questionnaire: a validation study in student samples. Spanish J Psychology 2002;5:45-53.
Spielberger CD, Gorsuch RL, Lushene RE. STAI: Cuestionario de ansiedad estado-rasgo. Madrid: Tea; 2002.
Spielberger CD. Test Anxiety Inventory. Palo Alto, CA: Consulting Psychologists Press; 1977.
Spielberger CD, Gonzalez HP, Taylor CJ, Algaze B, Anton WD. Examination stress and test anxiety. En: Spielberger CD, Sarason IG (eds). Stress and anxiety. Oxford: Hemisphere; 1978.
Miró E, Iañez MA, Cano-Lozano MC. Patrones de sueño y salud. International J Clinical Health Psychology 2002;2:301-326.
Miró E, Martínez P, Arriaza R. Influence of the subjective quantity and quality of sleep on several personality characteristics. Salud Mental 2006;29:34-40.
Cano-Lozano MC, Miró E, Buela-Casal G. Efecto de la privación total de sueño sobre el estado de ánimo deprimido y su relación con los cambios en la activación autoinformada. Salud Mental 2001;24:41-49.
Cano-Lozano MC, Miró E, Espinosa-Fernández L, Buela-Casal G. Parámetros subjetivos de sueño y estado de ánimo disfórico. Revista Psicopatología Psicología Clínica 2004;27:120-137.