2009, Número 6
Salud Mental 2009; 32 (6)
El consumo riesgoso y dañino de alcohol y sus factores predictivos en adolescentes estudiantes del bachillerato
Díaz MLR, Díaz MA, Hernández-Ávila CA, Fernández VH, Solís TC, Narro RJ
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 14
Paginas: 447-458
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RESUMEN
Introducción: De acuerdo a la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) (Medina-Mora et al., 2003), de 1990 al 2002, la prevalencia en el consumo de alcohol durante los últimos 12 meses entre los jóvenes mexicanos de 12 a 17 años de edad, se elevó del 27.6% al 30%. De manera más reciente, la Encuesta de Estudiantes de Nivel Medio y Medio Superior de la Ciudad de México (EENMMS) (Villatoro et al., 2003), describió que el consumo alguna vez en la vida y el consumo durante el último mes de bebidas etílicas afectó respectivamente al 65.8% y al 35.2% de los estudiantes. Llama la atención que la frecuencia del consumo alguna vez en la vida reportada por la EENMMS es considerablemente mayor que la descrita en los adolescentes de la población general urbana (39.8%) por la ENA. Además, las diferencias de género reportadas por la ENA, en las que los hombres tradicionalmente beben con más frecuencia que las mujeres, no fueron encontradas por la EENMMS en la población estudiantil del nivel medio y medio superior.Hasta lo que nosotros sabemos, se desconoce cuál es la prevalencia en esta población de patrones de consumo problemático de alcohol como serían el consumo riesgoso y dañino (CRDA) o el consumo dependiente. Por lo que se desconoce si existen diferencias entre la población estudiantil y los adolescentes de la población general, en la prevalencia de estos problemas.
El CRDA se define como un patrón de consumo de bebidas embriagantes, que se sitúa en un continuum de severidad, que coloca al sujeto en riesgo de desarrollar problemas de salud y/o que puede desembocar en francas complicaciones físicas y/o psicológicas (accidentes, victimización, violencia, dependencia al alcohol, etc.).
Objetivo: En el estudio que se presenta aquí, nos propusimos: 1) estimar la prevalencia durante el último año del CRDA en los estudiantes de primer ingreso al nivel bachillerato de la UNAM, y 2) evaluar la influencia de las variables sociodemográficas y familiares en el riesgo para el CRDA.
Material y métodos: El diseño del estudio fue el de una encuesta transversal en los estudiantes del primer año del bachillerato en el sistema escolarizado de la UNAM. Se estudiaron a 28 784 estudiantes (87.4 % de la población total). Se utilizó el Alcohol Use Disorders Identification Test (AUDIT) -versión en español para detectar el CRDA en la población adolescente. En este análisis empleamos tanto los puntos de corte recomendados para evaluar el CRDA en adultos (AUDIT≥8) como el puntaje recomendado para la población adolescente (AUDIT≥3). Se utilizaron porcentajes, promedios y desviaciones estándar para el análisis de las variables demográficas, y pruebas de contraste de medias (análisis de varianza) y de proporciones (χ2) de acuerdo a la variable. Se utilizó la regresión logística multinomial para examinar la asociación de las variables demográficas y familiares con el CRDA. Se calcularon los odds ratios (OR) con intervalo de confianza al 95% para resumir el nivel de riesgo de ser afectado por el CRDA.
Resultados: Cuando se usó la definición del CRDA para la población adulta, se encontró que 4.0% de los estudiantes lo presentaron, frente a 17.2% cuando se utilizó el puntaje del AUDIT recomendado para los adolescentes.
El riesgo de experimentar el CRDA fue casi dos veces mayor en los hombres que en las mujeres.
En el total de la muestra, se observó que la frecuencia y el mayor riesgo de ser afectado por el CRDA se incrementó con la edad; el menor riesgo se observó en los estudiantes de 14 a 15 años, triplicándose en el grupo de 16 a 17 años y cuadruplicándose en los estudiantes de 18 a 19 años de edad. Una mayor prevalencia y una mayor probabilidad de CRDA se encontró en los estudiantes que reportaron trabajar. También la mayor probabilidad de padecer el CRDA se incrementó con un mayor ingreso mensual familiar, particularmente en los varones en quienes el mayor riesgo para el CRDA se encontró entre aquellos con los ingresos familiares más elevados (≥10 salarios mínimos mensuales), mientras que en las adolescentes, se observó una disminución en el riesgo para el CRDA con menores ingresos familiares.
En el total de la muestra, la prevalencia y la probabilidad del CRDA también se incrementó en los estudiantes que reportaron tener un padre pero no una madre con siete a 12 de años de educación.
En cuanto a los factores protectores, una variable que se asoció con una reducción en la frecuencia y el riesgo del CRDA (AUDIT≥3) en la muestra total y en las mujeres por separado, fue el ser sostenido económicamente por los padres. Los efectos protectores de esta variable también se observaron separadamente en los varones, pero al nivel de una tendencia no significativa (p=0.07).
Conclusiones: En este estudio encontramos que el CRDA es un problema relativamente frecuente, especialmente cuando se utilizó la definición recomendada para los adolescentes. Aproximadamente uno de cada cinco estudiantes se vió afectado por este problema, siendo los hombres y los estudiantes de mayor edad quienes experimentan el mayor riesgo. En los estudiantes de ambos sexos, una mayor edad y el trabajar, incrementaron el riesgo de ser afectados por el CRDA. En los hombres, considerados por separado, un mayor ingreso familiar fue un factor de riesgo, mientras que en las mujeres un menor ingreso familiar fue un factor protector. Independientemente del género, una educación media y/o media superior en el padre, pero no en la madre, se relacionó con un incremento en la probabilidad del CRDA. Contrariamente, el riesgo de ser afectado por este problema fue menor en los estudiantes de ambos sexos que reportaron ser sostenidos por los padres. Nuestros hallazgos tienen implicaciones para la prevención y tratamiento del CRDA en la población estudiantil. En este sentido, un mejor conocimiento de los grupos y factores de riesgo permitiría el diseño de políticas de prevención e intervenciones potencialmente más efectivas en esta población.
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