2000, Número 3
Salud Mental 2000; 23 (3)
Representación social del consumo de tabaco en una institución de salud
Arjonilla S, Pelcastre B, Orozco E
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 26
Paginas: 2-12
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RESUMEN
Los antecedentes sobre el consumo de tabaco señalan la magnitud de este problema así como su asociación con factores fisiológicos, destacándose la falta de investigación de carácter social. El diseño del presente estudio se enmarca en la perspectiva de las representaciones sociales, que constituyen un fenómeno psicosocial que participa de forma importante en la formación de comportamientos y orientación de la comunicación.Objetivo: El objetivo del estudio es caracterizar la representación social de fumar que tienen los diferentes sectores del personal, tanto fumadores como no fumadores, de una institución de salud.
Método: Para la implementación del estudio se utilizó el método de los grupos focales. Se organizaron seis, cada uno constituido por 5 hombres y 5 mujeres. El abordaje de las entrevistas se llevó a cabo con base en dos criterios básicos: fumar y no fumar y con tres tipos de informantes: investigadores, personal administrativo y de mantenimiento; todos eran miembros de la institución. En las entrevistas se preguntó sobre los factores subyacentes al consumo de tabaco, el efecto del consumo de tabaco en las relaciones personales, la reglamentación sobre el consumo de tabaco en los espacios públicos, los daños a la salud causados por el tabaco y la publicidad. Todas las sesiones de los grupos focales se grabaron y, posteriormente, se transcribieron; el análisis de la información se llevó a cabo siguiendo las técnicas de la Teoría Fundamentada, que es un análisis interpretacional que se basa en la creación de categorías teóricas y referenciales, que permiten construir una descripción integral y detallada de la experiencia de las personas, buscando la explicación del fenómeno (23,25).
Resultados: Los resultados señalan que el placer es uno de los principales motivos que tienen los investigadores para fumar, quienes relacionan su capacidad de concentración y productividad con el tabaco. Otros motivos mencionados por el personal son el control de la ansiedad y el manejo de las emociones. La presión social de los amigos es un factor importante para iniciar este hábito, el cual se califica de forma diferente según sea hobre o mujer la persona que fuma; cuando es mujer, se le descalifica.
Hay un acuerdo explícito respecto a la conveniencia de tener una reglamentación sobre las áreas para fumar, y un mayor control en la producción y venta de tabaco.
El contexto familiar es un factor que influye de forma importante en los no fumadores. Tanto el grupo de fumadores como el de no fumadores, sabe identificar los riesgos que tiene el tabaco para la salud, sin embargo, los primeros aluden a una dependencia fisiológica que les dificulta dejar el hábito, y los segundos, esgrimen estos riesgos como razones para no fumar.
Se resaltan también las relaciones de poder como un factor mediador importante para consumir tabaco, además de analizar la relación de este hábito con el estrés y con categorías tales como el género, la clase, el proceso de socialización y el manejo de conflictos.
Conclusiones: En términos generales se observa una representación social diferente dependiendo del grupo al que pertenezcan.
Se cuestiona el efecto de las campañas publicitarias en virtud de la heterogeneización de significados, y se propone que se hagan más estudios sociales, antropológicos y psicológicos en este ámbito, que puedan contribuir a impulsar políticas sanitarias bien fundamentadas.
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