2008, Número 4
Cir Cir 2008; 76 (4)
Neoplasia maligna en cicatriz de quemadura: úlcera de Marjolin. Informe de dos casos y revisión de la literatura
Soto-Dávalos BA, Cortés-Flores AO, Bandera-Delgado A, Luna-Ortiz K, Padilla-Rosciano AE
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 14
Paginas: 329-331
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RESUMEN
Introducción: La úlcera de Marjolin forma parte de un grupo de neoplasias originadas en la cicatriz de una quemadura, fenómeno asociado al trauma de tejidos superficiales. Su frecuencia es baja y representa entre 2 y 5 % de todos los carcinomas epidermoides de piel. Esta entidad es tres veces más frecuente en hombres que en mujeres, y se piensa que es más agresiva que el carcinoma epidermoide de piel convencional.Casos clínicos: Dos casos de carcinoma epidermoide originado en cicatriz de quemadura. Mujer de 41 años de edad, con quemadura por gasolina en pie izquierdo a los tres meses de edad, y quien desde los 32 años había evolucionado con lesión exofítica ulcerada en región calcánea derecha; se decidió amputación transtibial izquierda. Otra mujer quien nueve años después de una quemadura en tórax inició su padecimiento con lesión fungante lentamente progresiva sobre el área de la cicatriz. Por el tamaño de la lesión y por ser una neoplasia de alto grado, se decidió realizar resección quirúrgica y aplicar radioterapia a la zona del primario con 50 Gy en 25 fracciones.
Conclusión: La úlcera de Marjolin por lo general se presenta en regiones de quemaduras antiguas no injertadas y que se dejaron a cicatrización por segunda intención. Aunque se cree que para su presentación existe un periodo de latencia entre 25 y 40 años después de la quemadura, esto puede ocurrir en un periodo hasta de tres meses. La recurrencia posterior a la cirugía radical es de 14.7 %. No obstante el comportamiento agresivo de este tipo de neoplasia, el tratamiento radical oportuno permite un adecuado control de la enfermedad. El injerto inmediato del sitio de la quemadura puede prevenir la formación de una neoplasia maligna. Esta entidad debe sospecharse en toda úlcera crónica de una quemadura que no cicatriza.
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