2002, Número 6
Salud Mental 2002; 25 (6)
Validez y confiabilidad del MHI-5 para evaluar la depresión de mujeres en primer nivel de atención
Lara MA, Navarro C, Mondragón L, Rubí NA, Lara MC
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 34
Paginas: 13-20
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RESUMEN
El tratamiento de la depresión ha tendido a modificarse debido a que algunos pacientes reciben atención fuera de las instituciones de salud mental, en primer nivel de atención o en hospitales generales y a que se considera prioritario demostrar la efectividad de las intervenciones para el tratamiento de dicho trastorno en este nivel. Esta situación ha llevado a la búsqueda y desarrollo de instrumentos para detectar la depresión, que sean breves, que no requieran de la participación de un clínico especialista en salud mental, no incluyan síntomas físicos y que sean sensibles al efecto de una intervención. El objetivo de este trabajo es presentar los resultados de la aplicación del Inventario de Salud Mental de 5 reactivos (MHI-5, por sus siglas en inglés) en un estudio de depresión en mujeres que acuden al primer nivel de atención. Se presenta la consistencia interna y la validez de este instrumento: validez de criterio al compararse con el diagnóstico establecido por un clínico, validez concurrente con otras escalas de síntomas y, asimismo, datos sobre su sensibilidad para medir cambios como resultado de intervenciones antidepresivas (validez predictiva).El estudio se llevó a cabo en tres Centros Comunitarios de Salud Mental y en un Centro de Salud de la Secretaría de Salud. La muestra estuvo constituida por 254 mujeres que solicitaron atención, como respuesta al ofrecimiento de una intervención psico-educativa para la depresión. Se entrevistó a las mujeres que solicitaron atención y que cumplieron con los criterios de inclusión con base en un cuestionario sobre variables sociodemográficas, acontecimientos de la vida y otros aspectos relevantes para la investigación, así como sobre síntomas emocionales. Estos últimos se evaluaron con el MHI-5, la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D); las Escalas de Ansiedad y Somatización del SCL-90 y el Inventario de Autoestima de Coopersmith. El episodio depresivo actual se evaluó con el SCID, que usa los criterios del DSM-IIIR. Se trata de un estudio comparativo entre una intervención grupal (IG) de seis sesiones y una intervención individual mínima (IIM) de una sesión, con evaluaciones pre, postratamiento y de seguimiento a los cuatro meses. Además se evaluó una submuestra de 39 mujeres, seleccionada al azar, casi dos años después de la intervención. Sólo se reportan los datos pertinentes a los objetivos de este trabajo.
La media de edad de las entrevistadas fue de 35.3 años (DS 6.5), y su nivel socioeconómico medio bajo y bajo. La consistencia interna del MHI-5, medida a través del coeficiente de Cronbach, fue de 0.83. La sensibilidad del instrumento (validez de criterio) para identificar a las mujeres a quienes se asignó un diagnóstico de episodio depresivo de acuerdo al DSM-IIIR fue de 95.6% y 94.1% con 16 y 17 como punto de corte respectivamente. La especificidad correspondiente para ambos puntos de corte fue de 33.9% y 43.2%. En cuanto a validez concurrente, se observaron correlaciones muy altas, significativas con las escalas de comparación: síntomas de depresión, somatización, síntomas de ansiedad y autoestima (esta última negativa) en los cuatro momentos de la evaluación (pre, post y seguimientos a los cuatro meses y a los dos años). La validez predictiva (sensibilidad al cambio), determinada por la aplicación del MHI-5 en todas las evaluaciones mostró, en el MANOVA para medidas repetidas, diferencias significativas al interior de los grupos (entre pre, post y seguimiento a los cuatro meses) (F=52.779; P=.00) pero no entre las condiciones (individual y grupal) (F=.513; P=.60). Este comportamiento fue muy similar al observado en las demás escalas. El MANOVA para medidas repetidas en la submuestra que se evaluó después de dos años mostró diferencias significativas al interior de los grupos (F=13.319; P=00), pero no entre las condiciones (F=.287; P=.835).
Los resultados de este estudio indican que el MHI-5 es un instrumento confiable y válido para la medición de depresión en mujeres que acuden a centros comunitarios de salud mental y al primer nivel de atención. Cabe resaltar la elevada consistencia interna obtenida, ya que a pesar de que el referido instrumento consta sólo de 5 reactivos, ésta se encontró dentro del rango considerado como adecuado. Por otro lado, la validez del MHI-5 como instrumento de tamizaje quedó demostrada por la elevada sensibilidad observada; es evidente que a los puntos de corte recomendados por los autores del instrumento, la posibilidad de falsos negativos es casi nula. El MHI–5 demostró ser sensible al cambio producido por una intervención, en la misma medida que otros instrumentos con mayor número de reactivos, lo que viene en apoyo de la utilidad de este instrumento.
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