2007, Número 2
Cir Gen 2007; 29 (2)
¿Cómo educar al residente de cirugía?
Vázquez RJA, Vázquez GAL
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 8
Paginas: 95-99
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RESUMEN
La historia del sistema actual de la residencia quirúrgica tiene su origen con William S. Halsted, quien la introdujo en la Universidad Johns Hopkins. Generaciones enteras se formaron bajo el sistema militarizado de residencia en cirugía general, con una remuneración mínima y una pesada carga de trabajo. Durante el siglo pasado, el sistema sufrió una evolución hacia la flexibilidad en el estilo de vida de los residentes; el horario aún era prolongado y la carga de trabajo pesada. El marco de referencia para la formación de residentes es el producto final: el cirujano general ideal, que se define como un médico especialista que posee una formación médica integral, quien conoce la anatomía y la fisiología del enfermo en respuesta al trauma quirúrgico y que siempre actúa en beneficio de sus enfermos, respeto a su dignidad y autonomía, con honestidad y respeto mutuo. Los programas de cirugía deben preparar al residente para responder a las necesidades de los pacientes en su práctica como cirujanos egresados. En nuestro país, el cambio ha sido lento y gradual, pero en Estados Unidos, tuvo un cambio vertiginoso a partir de 1984 cuando la muerte de una joven en un hospital de enseñanza cambió el sistema de residencias médicas y quirúrgicas como ningún otro evento desde William Halsted. En México, la Norma Oficial Mexicana establece lineamientos generales sobre el funcionamiento y organización de la residencia: flexibilidad en el horario, mayor remuneración, mejor trato. Se están generando modelos educativos para compensar el menor tiempo que se invierte en el hospital, para permitir cumplir las normas sobre el horario de guardias sin detrimento de la formación de los cirujanos. Al abordar la creación de modelos alternativos, el reto va más allá del horario de trabajo y el tiempo asignado a las diferentes rotaciones, hacia la construcción de un currículo que incorpore metas bien definidas y formas de evaluarse. Ciertamente es una tarea difícil, pero le debemos al honor de nuestra profesión y al bienestar de los pacientes, el lograr alcanzarla.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)