2024, Número 1
Colgajo libre anterolateral de muslo
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 14
Paginas: 16-20
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RESUMEN
El colgajo anterolateral del muslo fue descrito por primera vez en 1984 por Song y colaboradores, aunque su principal promotor fue Fu Chan Wei. Se utiliza para la reconstrucción de cabeza y cuello y extremidades. Aunque éste haya sido descrito por primera vez en la década de los 80, se popularizó hasta finales de la década de los 90, siendo hoy en día uno de los colgajos de perforantes más usados en todo el mundo en la reconstrucción de tejidos blandos. La aportación sanguínea del colgajo proviene de las arterias perforantes de la rama lateral de la arteria circunfleja femoral lateral, el retorno venoso depende de las dos venas concomitantes. La sensibilidad de esta parte del muslo depende del nervio cutáneo femoral lateral proveniente de las raíces L2-L3, y en cuanto a la motora no es de tanta relevancia debido a que por lo general este colgajo no se acompaña de músculo. Presentamos el caso de un paciente masculino de 37 años, sin antecedentes, quien estaba hospitalizado en cirugía plástica y reconstructiva por quemadura eléctrica de alta tensión, postoperado de fasciotomía del miembro superior izquierdo indicada por síndrome compartimental. Presentaba área cruenta en mano y antebrazo izquierdos en zona II, III, TIII, IV y V flexoras, así como en zona VIII extensora, con bordes irregulares. Se decidió su reconstrucción por medio de colgajo libre anterolateral de muslo, con buena evolución.INTRODUCCIóN
El emplear colgajos libres de perforantes ha revolucionado las opciones quirúrgicas actuales, ya que es menor la morbilidad del área donante y la posibilidad de obtenerlos para áreas de gran tamaño.1-4 El colgajo anterolateral del muslo fue descrito por primera vez en 1984 por Song y colaboradores, y su principal promotor fue Fu Chan Wei.1,4-6
Entre sus varias indicaciones se encuentra la reconstrucción de cabeza y cuello, así como de las extremidades.
El espesor fino de la isla cutánea, la longitud del pedículo de 8 a 16 cm, la disección que no conlleva una elevada dificultad y la escasa morbilidad de la zona donadora lo vuelve idóneo para este tipo de reconstrucciones.7-9
Aunque éste haya sido descrito por primera vez en la década de los 80, se popularizó hasta finales de los 90, siendo hoy en día uno de los colgajos de perforantes más usados en todo el mundo en la reconstrucción de tejidos blandos. Como menciona Fu Chan Wei, este colgajo es el caballo de batalla en la reconstrucción de defectos de partes blandas de pequeño y mediano tamaño.1,4,5
Anatomía quirúrgica del colgajo: su aportación sanguínea proviene de arterias perforantes; en promedio son 2.5 ramas de la rama lateral de la arteria circunfleja femoral lateral proveniente de la arteria femoral profunda, la cual es rama terminal de la arteria femoral.7-10 Ésta discurre de manera caudal por el septum, entre el músculo vasto lateral y el músculo recto femoral, dando el aporte sanguíneo de la piel de la cara anterolateral del muslo. Su retorno venoso depende de las dos venas concomitantes que siguen a la rama lateral de la arteria circunfleja lateral femoral, drenando a la vena femoral profunda, de ahí a la vena femoral y posteriormente a la vena iliaca externa.7,10,11
La sensibilidad depende del nervio cutáneo femoral lateral proveniente de las raíces L2-L3; en cuanto a la motora, no es de tanta relevancia debido a que, por lo general, este colgajo no se acompaña de músculo.7,8,11,12
CASO CLíNICO
Hombre de 37 años, sin antecedentes de importancia, quien estaba hospitalizado en cirugía plástica y reconstructiva por quemadura eléctrica de alta tensión; postoperado de fasciotomía de miembro superior izquierdo indicada por síndrome compartimental. A la exploración física se observó herida cruenta localizada en mano y antebrazo izquierdos, en las zonas flexoras II, III, TIII, IV y V, así como zona extensora VIII, con bordes irregulares (Figura 1).
Se inició protocolo prequirúrgico para realizar desbridamiento, irrigación y lavado de la zona cruenta para realizar colgajo libre anterolateral del muslo para cobertura de la herida. Se comenzó la planificación preoperatoria con marcaje del colgajo, se colocó al paciente en decúbito supino y se dibujó una línea recta desde la espina iliaca anterosuperior hasta el borde superolateral de la rótula; ésta corresponde al septo entre el músculo recto femoral y el músculo vasto lateral. Se calculó y señaló el punto medio de dicha recta, trazando una circunferencia de 12 × 16 cm. En esta área se realizó el mapeo de los vasos perforantes por medio de eco Doppler para identificar la perforante dominante (Figura 2). Finalmente, se diseñó el colgajo con dimensiones de 10 × 28 cm (Figura 3).
Después, se realizó el desbridamiento, irrigación y lavado del área receptora para estar lista para el colgajo, se identificó arteria y vena radial (Figura 4), las cuales se utilizarían posteriormente para anastomosar el lecho vascular del colgajo (Figura 5).
Se comenzó la elevación del colgajo con base en el plano de disección por medio de un acceso subfascial. La incisión se trazó a nivel medial, se profundizó hasta atravesar la fascia muscular y se expuso así el músculo recto femoral. Se tensó al elevar la fascia verticalmente, obteniendo un plano avascular de fácil visualización que permitiera visualizar la calidad de las perforantes existentes. Una vez alcanzado el septo intermuscular entre los músculos recto femoral y vasto lateral, se seccionó a nivel superficial, en la intersección del septum con la fascia muscular. Después de elegir la perforante dominante se inició la disección a nivel del septum intermuscular para visualizar el pedículo vascular principal, la rama descendente de la arteria femoral circunfleja lateral en su trayecto a lo largo del borde medial de músculo vasto lateral (Figura 6). Se prosiguió con la disección del pedículo vascular hasta llegar a su origen en la rama descendente de los vasos femorales circunflejos laterales (Figura 7). Finalmente, se llevó el colgajo a la zona receptora, anastomosando la arteria perforante con la arteria radial con puntos simples con nylon 9-0, al igual que con vena donadora y receptora con puntos simples con nylon 9-0. Se colocó bolsa de Bogotá en la zona extensora VIII para proteger las estructuras y se colocó drenajes tipo Penrose por debajo del colgajo (Figura 8). Se suturó a la piel con grapas dérmicas. Durante el postoperatorio mediato se estuvo evaluando mediante ecografía Doppler, corroborando la adecuada vascularización (Figura 9). En la actualidad, se encuentra con una adecuada evolución, sólo presenta pequeñas zonas de isquemia epidérmica.
DISCUSIóN
Debido a las características tisulares que tiene este colgajo es una gran opción en la reconstrucción de miembro superior, como en el caso que presentamos.1-3 Este colgajo puede aportar una gran superficie con medidas de hasta 25 por 20 cm, dependiendo si se quiere realizar un cierre primario de la zona donante o si se injertará.5-7,9 Este colgajo ofrece la ventaja de ser potencialmente sensitivo, siempre y cuando se conserve alguna rama del nervio cutáneo femoral lateral y se pueda anastomosar en la zona receptora.10,11,13 El pedículo de este colgajo puede llegar a ser de un tamaño considerable, logrando alcanzar los 18 a 20 cm de longitud si se diseca hasta la arteria femoral profunda.11-14 Es muy fiable, tiene una tasa de éxito de 96 a 97%.4 La piel que proporciona el colgajo es flexible, lo que se traduce en una gran adaptabilidad de los colgajos hacia los defectos con facilidad.2-4
El dolor postoperatorio de la zona donante es mínimo y requiere solamente reposo relativo y disminución ligera de la actividad física durante los primeros 10 días del postoperatorio.2,3,6
La complejidad de estos colgajos está dada por la gran variedad anatómica que presentan. Los inconvenientes que se pueden presentar son: gran densidad de vello en algunos varones y la obesidad, ya que precisará de adelgazamiento ulterior, además de dificultar el cierre primario de la zona donadora.1-4
CONCLUSIONES
El colgajo libre anterolateral del muslo es una de las mejores opciones que podemos utilizar para la reconstrucción de defectos en distintas ubicaciones. Su empleo está aumentando y en la actualidad es el colgajo de elección primaria en muchos centros hospitalarios. El resultado favorable en el paciente presentado confirma que este colgajo es un recurso válido y sirve considerablemente para la cobertura de defectos de gran tamaño en miembro superior, ya que su versatilidad permite adaptarlo con éxito en defectos de gran tamaño.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Residente de primer año de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Hospital General "Dr. Rubén Leñero".
2 Residente de cuarto año de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva. Hospital Universitario "Dr. José Eleuterio González".
3 Médico interno de pregrado. Hospital General de Zona No. 13, Matamoros, Tamaulipas.
4 Residente de cuarto año de Cirugía General. Hospital General de Matamoros "Dr. Alfredo Pumarejo Lafaurie".
ORCID:
5 0009-0007-8415-8612
6 0009-0003-5616-8814
7 0009-0008-2776-7435
8 0009-0001-4331-8399
Conflicto de intereses: los autores declaran no tener conflicto de intereses.
CORRESPONDENCIA
Dr. Pedro Chapa. E-mail: pedrochapa95@gmail.comRecibido: 09 marzo 2023 Aceptado: 06 noviembre 2023