2002, Número 1
Rev Mex Med Urg 2002; 1 (1)
Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia A.C. Palabras de bienvenida
Vázquez DI
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 5
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RESUMEN
Apenas en la década pasada la especialidad en medicina de urgencias se ha considerado una especialidad médica viable. Aún hoy día tratamos de ganar el respeto y reconocimiento de las especialidades médicas. El camino ha sido difícil para un médico que tiene que valorar y manejar todo tipo de pacientes, rebasando la línea de muchas especialidades que con celo cuidan su terreno. Al parecer se han herido muchas susceptibilidades y en ocasiones ven al médico de urgencias como un extraño "superdotado" que pretende resolver de todo un poco. Otras veces la lucha ha sido encarnizada, sobre todo con las especialidades habilidosas quirúrgicas, que al principio del caos dominaban el sinuoso terreno del servicio de urgencias. Las especialidades más objetivas, sin embargo, nos analizan y sonríen pensando que nunca rebasaremos sus terrenos llenos de radicales libres y cascadas moleculares. Pero aquí estamos día con día ganando el terreno, de esa tierra que era de nadie; acomodando las piezas regadas de un rompecabezas que ahora tiene un sentido, un orden y objetivos bien delimitados. Todo este proceso ha costado 13 años desde el nacimiento de la urgencia como especialidad. Las escuelas ya son varias, pero el objetivo es el mismo. Y después de la escuela de formación sea cual sea, el derecho y la necesidad de educación médica continua se vierte en esta sociedad que escala y corre con el esfuerzo, preservando su objetivo principal que es la educación y promoción de la medicina de urgencias ya no sólo en nuestro país, sino también internacionalmente. Líderes jóvenes, especialistas jóvenes, especialidad joven en un ámbito nada juvenil que ha existido por siglos: Las urgencias. La Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia sirve como un catalizador para el avance de la educación y formación en medicina de urgencias. Hoy por hoy estimados colegas, el único modo de lograr el respeto, el lugar que merecemos y sobre todo el alcanzar la calidad en el cuidado de las patologías graves, es sólo a través de la educación continua, de la actualización, de hablar el mismo idioma, tanto en el IMSS, en Salubridad, en el DDF o cualquier institución o práctica privada. Expertos no sólo en el manejo inicial sino integral; pocos diagnósticos precisos, intentando detener el tiempo. El tiempo no pasa igual para el que practica la medicina de urgencias. Las destrezas, conocimientos y habilidades para hacer decisiones rápidas bajo la presión de disminuir el tiempo es esencial para una profesión que vive en el umbral de la vida y la muerte. Cuántas anécdotas tenemos que contar, cuántos casos difíciles qué discutir, miles de procedimientos, muchos pacientes en poco tiempo; decisiones difíciles, el arte de la clínica y el alto índice de sospecha. Y todo ha quedado ahí; sólo en el pensamiento, las reuniones, los comentarios. Tenemos tanto qué decir, y hoy, llega la oportunidad de plasmarlo para compartirlo, juzgarlo, criticarlo, adquirirlo, mejorarlo, que sé yo. Hoy estimados colegas, surge la Primera Revista Mexicana de Medicina de Urgencias, el órgano oficial científico de esta Sociedad, para seguir promoviendo esta práctica tan fácil y tan difícil inesperadamente. Otro paso más para la educación en nuestra especialidad, porque hemos entendido que sin educación no hay avances y cada avance en medicina es y debe ser basado en la evaluación. Esta evaluación será mejor, si compartimos los conocimientos, y éste es un medio más para demostrar que nuestros conceptos y teorías son correctos, que nuestra práctica clínica existe. Es sólo el principio para alcanzar la excelencia. Un arma más para el especialista en medicina de urgencia y todos aquellos involucrados en el manejo de pacientes graves, enfermeras, técnicos en urgencias, cualquier profesional que quiera ver la urgencia como algo palpable, que requiere trato especial y esencial, porque nunca se sabe qué problema tiene el paciente que está atrás de la puerta. Esperamos, con nuestra revista, que ya es de todos, ayudarnos a confrontar los cambios en los cuidados médicos graves y mejorar finalmente a toda nuestra sociedad.