2023, Número 2
Terapista o terapeuta, un conflicto de vocablo en México
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 17
Paginas: 75-78
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RESUMEN
En México es común dirigirse a los licenciados en terapia física, ocupacional, lenguaje, o bien, comunicación humana como terapistas. Terapista y terapeuta son palabras de uso en habla hispana. En la lengua española algunas palabras son originadas del latín vulgar y, por esta vía, del griego. La Real Academia Española acepta el uso corriente del vocablo "terapista", siendo probable su origen en un anglicismo debido a errores del traductor. Otro posible motivo es una interlengua como una traducción individual interiorizada por cada sujeto del idioma extranjero. También se deben considerar los préstamos, las palabras coloquiales y los neologismos como un factor de enriquecimiento cultural de un país o región como uso común y cotidiano para la comunicación. Debemos aceptar que en la actualidad el español es influenciado por otros idiomas, en parte por causas adjudicadas a la globalización y a la sociedad en red. La palabra terapista podría considerarse como válida, ya sea como calco semántico, interlengua o anglicismo como una palabra nueva, además, ésta ya existe en el lenguaje habitual en México y es "válido", aunque al parecer ésta tiene una tendencia a un creciente desuso.En el área de medicina física y rehabilitación en México es común dirigirse a los licenciados en terapia física, ocupacional, lenguaje o bien, comunicación humana como terapistas. Mientras que un grupo de profesionales no le atribuyen gran importancia a dicha designación, algunos de estos profesionales sí expresan cierta molestia al respecto, pues consideran que ésa es una palabra incorrecta o inexistente y que en su lugar debe utilizarse el vocablo terapeuta. Aunque terapista y terapeuta son palabras de uso en habla hispana, como lo muestran las tendencias en la red1 en la Tabla 1, en la cual se ilustra que también ocurre en otros países, salvo que este trabajo está enfocado en México. En este artículo analizaremos algunos motivos y orígenes de la palabra terapista y hablaremos sobre su uso, que se ha vuelto indiscriminado en algunas esferas.
En el vocabulario de la lengua española, la riqueza léxica del castellano se constituye en su mayoría oralmente por palabras que se han heredado y cuyo origen es el latín vulgar, por esta vía nos ha llegado también una gran variedad de palabras provenientes del griego, así, la lengua griega funge como base de la creación de vocabulario técnico y científico en español y otras lenguas europeas.2 Para señalar la premisa sobre el vocablo motivo del presente trabajo, tomamos el origen de la palabra terapista de la manera en que se utilizaba en la medicina griega en sus inicios; al encargado de cuidar al enfermo como siervo o esclavo se le denominaba therapeuo; al escudero se le relacionaba con el término Therapon, y therapeuon con los cuidados dedicados a un amigo o servidor, o bien con los honores que se rinden a un dios.3 Terapia, terapeuta y terapista son formaciones léxicas que constituyen parte de la misma familia; terapia proviene del griego θεραπεíα (therapeía), que significa tratamiento o cuidado.4 Mientras que θεραπευτ?ς (therapeut?s) hace referencia a la persona dedicada a la terapéutica y terapista contempla la palabra terapia más el sufijo del latín -ista- y/o del griego ιστ?ς (ist?s), formando así un sustantivo que designa un oficio, profesión u ocupación determinada. A pesar de que la Real Academia Española (RAE) acepta actualmente el uso corriente del vocablo terapista de manera invariable en sus formas masculino y femenino, y refiere a la terapéutica de forma genérica,5 es altamente probable que dicha palabra tuviera su origen en un anglicismo debido a la influencia de la lengua inglesa, es decir, a la evidente similitud existente con la palabra inglesa therapist.
De acuerdo con lo mencionado en el apartado previo, el origen de la palabra terapista y su expandida utilización puede trazarse en el léxico de origen inglés, en nuestro caso, adaptado al idioma español. Éste puede originarse debido a errores, o falta de conocimiento de algún traductor inglés-español al momento de ejercer su profesión, sobre todo si el castellano no era su lengua madre, acuñando de esa manera el anglicismo therapist. A manera de explicación, un anglicismo es un préstamo léxico de origen inglés, en nuestro caso, al idioma español.6
Otro posible motivo de la incorporación de la palabra terapista a la lengua española se debería a la morfología léxica y al proceso inadecuado en la formación de la palabra, lo que resultó en una errónea derivación mediante el sufijo -ista para el nuevo vocablo.2 Así, en una tendencia a agregar la vocal a al término original de la palabra en inglés con la intención de convertirla en su equivalente en castellano, se transformó el vocablo anglosajón therapist en un pseudoequivalente en español: terapista. Esta idea errónea de transformar palabras mediante sufijos preestablecidos también está presente en el idioma español, cuando algunas personas agregan el sufijo tion a las palabras, en el supuesto de que éstas serían comprendidas por los hablantes del idioma inglés; si bien esta estrategia podría funcionar esporádicamente y sacarnos de un apuro comunicativo, no es válido en la mayoría de las ocasiones.
Este fenómeno mencionado en el último apartado pertenece al fenómeno lingüístico denominado interlengua, siendo ésta una traducción individual interiorizada por cada sujeto del idioma extranjero, la interlengua se define como un "sistema lingüístico mental recreado por cada aprendiz que, a veces, recurre a la lengua madre o hace hipótesis que pueden ser correctas o incorrectas sobre la lengua extranjera".7 Por lo que sería posible justificar el término terapista como un fenómeno inherente a la interlengua.
A pesar de que los anglicismos figuran como materia de intrusión de una lengua en otra,6 más allá de postular una solución a la controversia semántica de terapista-terapeuta como palabra prestada, se deben considerar los préstamos, las palabras coloquiales y los neologismos como un factor de enriquecimiento cultural de un país o región; éste es el lenguaje de uso común y cotidiano que utilizan las personas para la comunicación y que se excluye de la formalidad.8 Los rasgos coloquiales y neologismos podrían inclusive colarse y lograr aparecer en textos oficiales, mientras que también hay situaciones que exigen un uso oral o escrito formal del idioma, tal es el caso de terapista, palabra que se puede encontrar en documentos oficiales como recibos, títulos y publicaciones, tal como ocurre también en el "catálogo de impuestos y tabulador de sueldos y salarios de las ramas médica, paramédica y grupos afines, catálogo sectorial de puestos del gobierno de México, Instituto Mexicano del Seguro Social e Instituto Nacional de Rehabilitación".9-12
Una herramienta que nos permite verificar el uso de las palabras de manera fehaciente es un corpus lingüístico. Un corpus lingüístico es una colección de documentos cuya finalidad es estudiar y analizar la manera en que los hablantes utilizan el idioma de forma real.13 En un corpus podemos verificar colocaciones, estadísticas de uso, regionalismos, entre otros aspectos importantes de la lengua. Estos corpus son diseñados por lingüistas y otros profesionales del lenguaje en un reservorio electrónico para su consulta pública.14
Mediante una revisión del uso de las palabras terapista y terapeuta en el corpus del español podemos corroborar que, si bien estas dos palabras se utilizan en la actualidad, predomina con gran ventaja el vocablo terapeuta, el cual aparece en este corpus 12,205 veces, mientras que la palabra terapista aparece únicamente 980. Estos registros cubren una gran variedad de documentos electrónicos alojados en la web, desde entradas de blog hasta documentos académicos.15
Un arcaísmo es un fenómeno lingüístico cuyo significado o forma léxica deviene anticuado y cae en desuso después de un determinado tiempo. ¿Reemplazará el término terapista al de terapeuta, convirtiéndolo en un arcaísmo? Sólo el tiempo lo determinará.16 El arcaísmo está presente en la lengua debido al cambio o evaluación de una variante anterior, esta permutación de la nueva palabra elimina a la otra, cayendo así en un uso menos frecuente e incluso obligándola a desaparecer. El arcaísmo lleva consigo una conexión importante con la tradición y, por consiguiente, con la necesidad de conservar los vocablos anteriores.17 Por otra parte, el uso de arcaísmos resulta inadecuado en determinadas situaciones, pues han desaparecido del habla cotidiana. La palabra terapista ha ido perdiendo presencia en el transcurso de los años recientes en México, ha dejado de ser una palabra con fuerza dentro del área de la medicina física y rehabilitación, comenzando a convertirse de esta manera en un arcaísmo, mientras que el uso de la palabra terapeuta ha recibido un fuerte impulso, llevando la palabra terapista prácticamente al desuso.
CONCLUSIóN
A pesar de que algunos vocablos recientemente agregados a nuestro idioma podrían causarnos conflicto o incomodidad, como el caso tratado en este artículo, debemos aceptar que en la actualidad el español, como las otras lenguas del orbe, se ve influenciado por otros idiomas, en parte por causas adjudicadas la globalización y a la sociedad en red. Considerando que la palabra terapista existe y es aceptada por la Real Academia Española, este término podría entonces considerarse válido, más aún si reflexionamos en que el sufijo –ista– refiere profesión sin duda es un vocablo correcto, ya sea a manera de calco semántico, interlengua o anglicismo, como palabra nueva ésta ya existe en el lenguaje habitual en México y es "válida", aunque al parecer tiene una tendencia a convertirse en un arcaísmo debido a su creciente desuso. A pesar de la existencia de una palabra correcta terapeuta, ésta pertenece al lenguaje culto, mientras que la palabra terapista puede considerarse un vocablo permitido en la lingüística para su uso indiscriminado como parte del lenguaje coloquial y de uso común a un grupo profesional determinado. No podemos de ninguna manera ignorar que el fenómeno analizado en el presente documento no es un caso aislado, tomemos, por ejemplo, el contexto de la sección de la población que no pertenece al área médica, y subrayemos la gran diferencia que existe entre las terminologías el llamar "doctores" a los médicos o "maestros" a los profesores, cuando estos vocablos pueden hacer una franca referencia a quienes poseen un postgrado.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
Catálogo sectorial de puestos del Gobierno de México 2006. Subsecretaría de Administración y Finanzas, Dirección General de Recursos Humanos, Dirección General Adjunta de Administración, Operación y Control de Servicios Personales, Dirección de Integración de Puestos y Servicios Personales, Departamento de Perfiles, Puestos y Salarios; 2021. [Acceso 23/11/21] Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/529146/M02109_Terapista_Profesional_en_Rehabilitaci_n.pdf
AFILIACIONES
1 Terapeuta físico en el Área de Valoración y Tratamiento. Docente del Instituto Cultural Tecnológico Cuincacalli, La Paz, BCS. Licenciatura en fisioterapia. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4353-8762 Centro de Rehabilitación y Educación Especial DIF La Paz, BCS, México.
2 Docente en la escuela de Terapia Física. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0990-0721 Centro de Rehabilitación y Educación Especial DIF La Paz, BCS, México.
3 Terapeuta de lenguaje en el área de valoración y tratamiento. Docente del Instituto Cultural Tecnológico Cuincacalli, La Paz, BCS. Licenciatura en Comunicación Humana. ORCID: https://orcid.org/0000-0002-8076-1787 Centro de Rehabilitación y Educación Especial DIF La Paz, BCS, México.
Conflicto de intereses: los autores declaramos que no existe conflicto de intereses.
Financiamiento: se declara que no hubo fuente de financiamiento para la realización de la investigación o preparación del manuscrito.
CORRESPONDENCIA
Jacobo Robles Belmont. E-mail: robeljacobo@live.comRecibido: 16 de Febrero de 2022. Aceptado: 8 de Marzo de 2023