Zerón, Agustín¹

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 4-5
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La besé fuerte, la sostuve estrechamente y traté de abrir sus labios, estaban cerrados herméticamente.
Ernest Hemingway

Después de tres años consecutivos de publicar información relacionada a la COVID-19, el SARS-CoV-2 y sus múltiples variantes permanecen activos. Pero en este primer bimestre de 2023, no podemos dejar de reconocer que las infecciones virales han ido a la baja. Una realidad es que ni los coronavirus, ni las variantes del virus de la influenza han desaparecido, persisten y siguen en nuestro medio flotando en cualquier lugar donde la baja ventilación y la alta concentración de CO₂ sea favorable para su infectividad latente. El ser humano puede contraer virus de origen zoonótico y de la gripe aviar, de este último son los subtipos A(H5N1), A(H7N9) y A(H9N2), y el virus de la gripe porcina de los subtipos A(H1N1) y A(H3N2). Los virus seguirán infectando humanos, y la patogenicidad aviar matando aves.

En este invierno también ha estado presente en México la infección por el virus sincitial respiratorio (VSR), que bien podría confundirse con la influenza o COVID, y el virus puede ser infectante aún al entrar la primavera. La palabra "sincitial" procede de dos términos griegos: el adverbio syn, (con) y el sustantivo cytos (célula).

El VSR es un mixovirus RNA, del género Pneumovirus, de la familia Paramyxoviridae. A los Paramixovirus también pertenecen los virus del sarampión y de la parotiditis. Es altamente contagioso, y puede sobrevivir más de ocho horas en superficies lisas. El virus se difunde con las secreciones nasofaríngeas de personas infectadas, o por el contacto directo a través de gotas de saliva. Las puertas de entrada del VSR pueden ser la vía nasal, mucosa oral e incluso la conjuntiva ocular. Así la transmisión del virus sincitial suele ser por contacto directo, o a través de las manos por el contacto con objetos contaminados.

Esta información es importante para tomar todas las precauciones y no bajar la guardia ni el cubrebocas en lugares públicos. La prevención disminuye los riesgos de infección.

Para complementar el cuadro de infecciones en este invierno, recientemente se han reportados casos de una infección micótica conocida como fiebre del valle causada por organismos coccidioides que puede producir signos y síntomas como fiebre, tos y cansancio. Esta infección es causada por el hongo Coccidioides que se inhala del polvo del ambiente, y a esta infección se le conoce como coccidioidomicosis, o "fiebre del Valle de San Joaquín" o "reumatismo del desierto". El Valle de San Joaquín está ubicado en el Valle Central de California y la fiebre del valle de San Joaquín es una enfermedad pulmonar que puede ser grave. El hongo Coccidioides (C. immitis y C. posadasii) es endémico del valle que se encuentra en la tierra del suroeste de los Estados Unidos, y se ha extendido rápidamente en algunas zonas del noroeste de México, América Central, incluso en algunas regiones de América del Sur, hasta la Patagonia.

La coccidioidomicosis puede diseminarse por vía hematógena, y su cuadro clínico se inicia como una infección asintomática benigna o respiratoria autolimitada. A veces el hongo se extiende y causa lesiones localizadas en otros tejidos. Al aparecer los síntomas son similares a una infección respiratoria baja o de una enfermedad generalizada inespecífica de grado leve.

Aunque el sitio de ataque de la fiebre del valle causada por Coccidioides pueden ser los pulmones, la infección puede propagarse a otras partes del cuerpo, y si el caso es grave se le llama "coccidioidomicosis diseminada". El diagnóstico de presunción es por las características clínicas y epidemiológicas determinadas que se confirma con radiografía de tórax, cultivo y pruebas serológicas. Si se requiere tratamiento, éste se realiza con anfotericina B, fluconazol, itraconazol, o triazoles más nuevos.

Para finalizar este primer bimestre, en febrero, mes del amor, es bueno recordar que cuando las parejas se besan en la boca no sólo es una manera de expresarse amor, es también una forma de compartir la microbiota. Un solo beso de diez segundos también puede compartir hasta 80 millones de bacterias. La cavidad oral se encuentra entre las áreas más colonizadas del cuerpo humano y alberga el segundo microbioma humano más diverso (Figura 1).

El ecosistema de más de cien billones (millones de millones) de microorganismos que viven en nuestro cuerpo, el microbioma, es esencial para la digestión de los alimentos, la síntesis de nutrientes y la prevención de enfermedades. Se forma por la herencia genética, dieta y edad, pero también influyen las personas con las que interactuamos. Una pareja feliz comparte no sólo sueños, también sus estomatotipos y su microbiota salival que al paso de los días se volverá similar.

Este año 2023 estaremos festejando los primeros 80 años de la Revista ADM, así es que nuestros mejores deseos para un año lleno de salud, bienestar y mucha ciencia en nuestros contenidos (Figura 2).

AFILIACIONES

¹ Editor en Jefe de la Revista ADM, Postgrado en Endoperiodontología. México.

CORRESPONDENCIA

Dr. Agustín Zerón. E-mail: periodontologia@hotmail.com