2019, Número 4
Fundamento teórico epistémico del diagnóstico cráneo-cérvico maxilofacial
Idioma: Español/Inglés [English version]
Referencias bibliográficas: 3
Paginas: 180-182
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Desde los inicios del conocimiento, el hombre ha procurado acercarse a la realidad en la búsqueda de conocer, comprender, controlar y/o predecir el entorno que lo rodea; en tal suceso, el conocimiento puede adquirirse de manera vulgar (doxa) u opinión empírica como experiencias personales, científica trascendiendo los hechos de la realidad o de manera filosófica con la esencia y finalidades del mundo. En tal contexto, el análisis filosófico de la naturaleza del conocimiento relacionado con las características raciales y morfológicas de las poblaciones es un tema muy discutido desde tiempos inmemorables, así también, es uno de los temas sin resultados completamente definidos debido a la incesante búsqueda de la categorización y a la constante idealización de una clasificación de las características morfológicas que nos unen a la vez que nos diferencian.
Los conocimientos escritos y/o descritos hasta la actualidad en todas las áreas de la salud se fundamentan en componentes básicos de histología, fisiología y en la variabilidad causal del proceso "crecimiento y desarrollo" de todos los tejidos duros y blandos, mismos que propician la correcta función genética y adaptación del hombre al medio habitualmente expuesto en conjunto con las condiciones normales para el mismo.1 Ahora bien, esta asunción teórica-epistémica y ontológica es un punto clave que permite el reconocimiento de una enfermedad mediante el uso del diagnóstico diferencial, en el que es posible separar y discernir la enfermedad presente de diversas enfermedades similares pero con aspectos diferentes a la semiología del paciente; en tal aspecto, y en aras de ejemplificar la evaluación y la planificación de un tratamiento cráneo-cérvico maxilofacial, podría mencionar a la articulación temporomandibular, ya que su constitución y estructura responde al componente genético y la influencia ambiental a la que está sometida; además, se desarrolla de acuerdo con los mecanismos biológicos y funcionales que estimulan el crecimiento craneomaxilofacial.
En el contexto de la síntesis de los trastornos temporomandibulares y en consideración de las evidentes y diversas presentaciones del cóndilo mandibular en la cavidad glenoidea, se generan más incógnitas que respuestas que, al querer buscar soluciones, podrían generar más errores que aciertos. Por lo que es necesario usar la teoría de manera crítica y abordar los referentes ateóricos, no como un obstáculo epistemológico, sino como un mecanismo de percepción de nuevas formas y contenidos de procesos reales no considerados por la teoría hasta ese momento. Surge entonces la interrogante, ¿la forma hace la función o la función hace la forma? Si bien éste es uno de los grandes paradigmas sin respuestas hasta la actualidad debido a la subjetividad propia del ser humano, también se convierte en la respuesta a las diferentes connotaciones de las diversas visiones en todos los campos del conocimiento. Por ejemplo, si desde el campo de la salud es posible mencionar que "la salud es un estado de perfecto (completo) bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad", ¿podría un individuo ser considerado saludable? Esta respuesta deja de ser objetiva y se convierte en subjetiva, debido a que una afección podría producir alteraciones físicas, y a su vez evidenciar repercusiones sensoriales, psicológicas y/o emocionales; además, para aplicar un tratamiento se depende de la interpretación idiosincrásica de un profesional con conocimientos y sentimientos modificables.
Es razonable entonces pensar, específicamente en el tratamiento de la articulación temporomandibular, que se debería asumir la responsabilidad del pensamiento complejo, basado en que en el desorden de la semiología de la enfermedad existe cierto grado de orden compensatorio, y antes de buscar colocar, categorizar o clasificar aspectos somáticos, deberíamos acoplarnos a las interacciones, acciones, retroacciones y rasgos para lograr la inteligibilidad del proceso de salud en la articulación temporomandibular, además de la evidencia de que la estructura ósea y la carga/fuerza muscular son directamente proporcionales a la función y la forma.2 Por consiguiente, me permito aseverar que la mayor parte de asimetrías o alteraciones de tejidos duros y/o blandos cráneo-cérvico maxilofaciales de tipo fisiológicas o patológicas se trata de compensaciones por modificaciones adaptativas.
En concreto, los profesionales de la salud tenemos un conjunto de conocimientos y recursos para el adecuado análisis, diagnóstico, planificación, aplicación y ejecución de un tratamiento que solucione diversos escenarios de enfermedad y/o alteraciones en la histo- o fisiología del ser humano; ya desde mi experiencia y visión como Especialista en Ortodoncia, tengo claro que la clave del mejoramiento integral de cualquier patología o alteración cráneo-cérvico maxilofacial debería centrarse en el equilibrio de los tejidos blandos y en la correcta permeabilidad, mismas que luego nos indicarán el posicionamiento adecuado de los tejidos duros.3 Ocurre lo mismo, y para mencionarlo como ejemplo, en las cosas más sencillas y visibles en nuestro entorno, ¿qué ocurriría si sólo se bloqueara el cauce de un río para construir una carretera? En corto, mediano o largo plazo y con cada gota de agua, el río volverá a abrirse paso y esa carretera de concreto resistente, caerá de manera inevitable.
En conclusión, es evidente la abrumadora diversidad de conocimiento en el diagnóstico y planificación de las alteraciones cráneo-cérvico maxilofaciales enfocadas a los tejidos duros y al alcance de los estándares promedio en pro de encasillar o clasificar quién está bien o quién no. Estos términos permiten visualizar el propósito contrario a salvar o curar, por lo tanto hago un llamado y propongo que las líneas de investigación se direccionen y enfoquen al equilibrio de los tejidos blandos y a una correcta permeabilidad, teniendo como efecto colateral el correcto equilibrio de tejidos duros denominado "equilibrio ortopédico". Que despierte el estilo epistémico y el pensamiento crítico de los investigadores, mismo que permita concretar la semanticidad de la expresión estilo epistémico y transitar libremente en los paradigmas del "diagnóstico cráneo-cérvico maxilofacial".
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Docente de Grado de la Carrera de Odontología Unidad Académica de Salud y Bienestar Coordinador de Especialización en Ortodoncia matriz Cuenca. Universidad Católica de Cuenca.
CORRESPONDENCIA
Ronald Roossevelt Ramos Montiel, PhD PD©. E-mail: ronald_mtz@hotmail.com