2019, Número 3
Evaluación estética de la inclinación de los incisivos superiores
Idioma: Español/Inglés [English version]
Referencias bibliográficas: 9
Paginas: 146-151
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RESUMEN
Introducción: La estética de la sonrisa es importante en la autopercepción de cualquier persona; sin embargo, evaluar la estética de la misma se vuelve subjetivo. En odontología se han establecido ciertos parámetros para una valoración más objetiva; uno de éstos es el ángulo de inclinación de los incisivos superiores. Objetivo: Determinar si la inclinación incisal superior influye en la percepción estética de la sonrisa, en una vista de perfil, por parte de un grupo de expertos en el área de Ortodoncia, rehabilitación oral y de gente común. Material y métodos: Se seleccionó a una estudiante de postgrado de la UNAM de 30 años de edad, originaria de México; presentaba perfil recto y armónico, líneas medias coincidentes, clase I esqueletal, molar y canina y una inclinación del incisivo superior en norma. Se tomó una fotografía de perfil y se realizaron siete modificaciones en la angulación de los incisivos superiores de cada fotografía. Se realizaron 90 encuestas en la CDMX. En el análisis estadístico se ejecutaron las pruebas de ANOVA, y Fisher & Tuckey. Resultados: Existió una diferencia estadísticamente significativa entre los tres grupos en la percepción estética de la sonrisa de acuerdo con el grado de inclinación incisal. No hubo soporte científico para asignar a un grado de inclinación específico como mejor. Conclusiones: La profesión del encuestado determina la apreciación de la sonrisa y la inclinación del incisivo superior influye en la apreciación estética de una sonrisa vista de perfil.INTRODUCCIóN
La apariencia física tiene un impacto importante en la percepción de un ser humano a otro. Se conoce que la sonrisa es uno de los factores más trascendentales en la estética facial. Para mucha gente es incluso considerado como la característica facial más importante en una persona. De acuerdo con Van der Geld P. y colaboradores, una sonrisa atractiva puede tener un impacto significativo en el aspecto psicológico de un individuo, afectando directamente su autopercepción y autoestima.1
A lo largo de los años la medicina estética, puntualmente la odontología estética y la ortodoncia, han planteado ciertos parámetros de evaluación para la sonrisa buscando calificarla de manera objetiva. Existe una diferencia entre dientes adecuadamente alineados y dientes bonitos,2 por lo que se han establecido ciertos factores de referencia como simetría, proporciones áureas, arco de sonrisa e inclinación incisal superior; siendo este último el más novedoso en la actualidad.
Con base en este parámetro se puede decir que durante años la ortodoncia ha mantenido que lo ideal es que se encuentre dentro de la norma, incluso ligeramente proinclinados.3 Sin embargo, últimamente se han planteado nuevas teorías que sostienen que una leve retroinclinación podría resultar más favorable en la percepción estética de una sonrisa.
En la consulta cotidiana de un ortodoncista, uno de los principales retos es no dejar de lado las expectativas estéticas con las que inicia un tratamiento el paciente. Se cree que los criterios estéticos de un profesional podrían no estar alineados con los de la gente común. De acuerdo con autores como Kokich y colegas y Thomas y su equipo4,5 se ha podido observar que el paciente acude al consultorio dental la mayor parte de las veces buscando estética más que función.
MATERIAL Y MéTODOS
Se determinó seleccionar una candidata ideal entre los estudiantes de tercer año de ortodoncia de la Universidad Nacional Autónoma de México para la muestra fotográfica necesaria. Se eligió a una estudiante de 30 años de edad, originaria de Jalisco, México, que presentaba perfil recto y armónico, líneas medias coincidentes y clase I molar y canina; posteriormente, se realizó un análisis radiográfico para verificar si cumplía con las características esqueletales necesarias.
Ya trazada la radiografía se pudo observar que la estudiante presentaba una clase I esqueletal y una inclinación del incisivo superior dentro de la norma según el trazado de Ricketts y Jarabak. Se le ofreció participar en el estudio y firmó el consentimiento informado.
Después, se tomaron varias fotografías de perfil con una cámara Nikon a un metro de distancia; de esta manera se tomó la más clara y mejor posicionada, y con la ayuda de un programa de edición (Adobe Photoshop) se realizaron siete modificaciones en la angulación de los incisivos superiores en cada fotografía (0o, 5o, 10o, 15o, -5o, -10o, -15o).
Con las fotografías listas se armaron 90 encuestas. Las encuestas estaban conformadas por una primera hoja de instrucciones, una segunda hoja en la que se solicitaba al encuestado su nombre, edad y profesión, y donde iniciaba la encuesta con siete reglas que representaban una escala de VAS de 100 puntos, con cinco puntos cuantitativos para calificar cada fotografía. El orden en que se mostraron las fotografías fue aleatorio para cada encuestado para así evitar sesgos.
Por último, se realizaron las encuestas en la Ciudad de México durante dos meses y los datos obtenidos fueron ingresados en una hoja de Excel que permitió ordenar las puntuaciones para cada fotografía y así ejecutar las pruebas estadísticas.
Se realizó una prueba estadística ANOVA de un solo factor para determinar las diferencias estadísticamente significativas en la media de los puntajes de percepción estética dentro de cada grupo encuestado (intragrupo); y una ANOVA de dos factores para el análisis de la interacción entre las variables de profesión e inclinación incisiva entre grupos. Asimismo, se realizaron análisis de comparaciones múltiples de Fisher y Tuckey para determinar las diferencias estadísticamente significativas entre los puntajes de los encuestados de cada grupo, con el fin de conocer si hay preferencias por una inclinación específica. Todas estas pruebas se corrieron en un software de análisis estadístico llamado Minitab.
El estudio fue de tipo analítico, comparativo y descriptivo y estuvo compuesto por una población conformada de especialistas en ortodoncia, rehabilitadores orales y gente común. La muestra fue compuesta por una modelo escogida por conveniencia y un grupo de encuestados elegidos por asignación. El estudio contó con dos variables independientes entre las que figuran la profesión y la inclinación incisal; y una variable dependiente dada por el puntaje de percepción estética.
RESULTADOS
ANOVA de dos factores (Tabla 1):
El análisis muestra que la inclinación del incisivo central es significativa, es decir, que sí tiene un efecto estadísticamente significativo sobre el puntaje o la percepción estética de la sonrisa (p = 0.00). De igual manera, indica que el efecto de la profesión sobre el puntaje o la percepción estética de la sonrisa también es significativa (p = 0.00).
Debido a que el análisis además nos demuestra que la interacción de los dos factores también es significativa para un nivel de significancia del 5% (valor p = 0.047), podemos observar en el perfil de interacciones siguiente que la inclinación del incisivo central puede ser percibida de distinta manera de acuerdo con la profesión del encuestado. Por ejemplo, los No Odontólogos (NO OD) evalúan con mayor puntaje tanto a la retroinclinación como a la proinclinación severa (15 y 10 grados) en comparación con los rehabilitadores. Sin embargo, para inclinaciones menores (entre -5 y 5 grados) las evalúan por debajo de los rehabilitadores. Por otro lado, los ortodoncistas evalúan con menor puntaje a todas las inclinaciones en relación a los No Odontólogos con excepción en la proinclinación de 5 grados. En ese caso la evalúan por encima de los No Odontólogos (Figuras 1 y 2).
ANOVA de un factor:
Ortodoncistas (Tabla 2):
Dentro de los Ortodoncistas sí existe una diferencia estadísticamente significativa en la percepción estética de acuerdo al grado de inclinación del incisivo central.
Según las comparaciones múltiples de Fisher y Tuckey se muestra que, para los ortodoncistas, la inclinación entre -5 y 5 grados es percibida como más estética en comparación a las inclinaciones -15, -10, 10, y 15; sin embargo, no hay evidencia científica que asegure una preferencia significativa por una inclinación específica dentro del rango de -5 a 5.
A pesar de esto, la puntuación con mayor puntaje fue la de 5 grados, lo que sugiere cierta preferencia de los ortodoncistas hacia la proinclinación leve.
No Odontólogos (Tabla 3):
Se observa que en este grupo también existe una diferencia estadísticamente significativa en la percepción estética de acuerdo al grado de inclinación del incisivo central. No obstante, en la prueba de Fisher y Tuckey se puede ver que en este caso las comparaciones múltiples demuestran que no existe una diferencia mayor en la percepción estética de la sonrisa en un rango más alto de -10 a 10 grados; pero el puntaje más alto se lo lleva la puntuación de cero.
Rehabilitadores orales (Tabla 4):
Como en los otros dos grupos, en el grupo rehabilitadores también se encontró una diferencia estadísticamente significativa en la percepción estética de acuerdo al grado de inclinación del incisivo central.
Las comparaciones múltiples mostraron que para los rehabilitadores la inclinación entre -5 y 5 grados es percibida como más estética en comparación con las inclinaciones de -15, -10, 10 y 15. Al igual que los ortodoncistas y los no odontólogos no hay evidencia que haya una preferencia dentro del rango de -5 y 5 grados; sin embargo, el mayor puntaje fue para cero.
DISCUSIóN
Se consideró importante utilizar un método ya mencionado antes en la literatura como válido y exitoso por autores como Wagner y colaboradores,6 en el que se utiliza una imagen sujeta a alteraciones para la realización de varias evaluaciones. Asimismo, concordamos con Sarver y Ackerman7 en que la armonía de una sonrisa debe ser valorada desde varias perspectivas. En este estudio se escogió la vista de perfil, ya que son menos las investigaciones desde esta perspectiva.
Como se pudo observar a lo largo de este trabajo, aunque la estética de una sonrisa es subjetiva existen ciertos parámetros que nos ayudan a evaluarla de una manera más objetiva. Entre estos está la inclinación de los incisivos superiores. En cuanto a este tema concordamos con el estudio de Nathalie Ghaleb y su grupo,3 quienes sostienen que se debe tomar en cuenta la opinión del paciente y donde se puede observar que la gente común presenta preferencia por ángulos más reducidos. Sin embargo, estamos en desacuerdo con la postura de Schabel y colegas,8 que a lo largo de los años han sostenido que es mejor para la estética dental y facial una leve proinclinación.
Por último, consideramos necesario tomar en cuenta, al igual que Kokich,9 que existen diferencias en la percepción de los expertos y la gente común. A pesar de que los expertos se fijan más en detalles, su opinión está lejana a la de la gente común.
CONCLUSIONES
- • La profesión del encuestado sí determina la valorización de una sonrisa.
- • La inclinación del incisivo superior influye en la apreciación estética de una sonrisa vista de perfil.
- • Existe una interacción significativa entre la profesión y la inclinación incisal.
- • El puntaje más alto para rehabilitadores y gente común fue de cero grados.
- • El puntaje más alto para ortodoncistas fue cinco grados.
- • Los ortodoncistas deben prestar más atención a las preferencias de los pacientes.
- • En estudios futuros se puede aumentar la muestra para encontrar resultados más significativos y/o tomar en cuenta otros factores.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 División de Estudios de Posgrado e Investigación (DEPeI). Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
CORRESPONDENCIA
Fabiola Hernández Girón. E-mail: fabiolahgiron@gmail.comRecibido: Septiembre 2018. Aceptado: Febrero 2019.