Dr.
Héctor Fernández González
Conferencia
presentada en el XXXI Congreso del Colegio Mexicano de Reumatología
celebrado en Monterrey, Nuevo León, México.
11
de febrero, 2003
XXXI
Congreso Mexicano de Reumatología
Distinguidos
congresistas, agradezco su amable invitación para analizar,
con su venia, las condiciones que norman y acotan el ejercicio actual
de la medicina, los cambios más relevantes de que ha sido
objeto, las reformas en proceso del Sistema Nacional de Salud, sus
tendencias y políticas, el impacto de los nuevos modelos
de práctica médica en el cuidado y atención
de los pacientes y particularmente, en los médicos, la gran
mayoría ejerciendo individualmente su honorable profesión,
lo mismo en el sector público que en el sector privado, hoy
presa de las fuerzas del mercado, de los intereses institucionales
y corporativos, de la manipulación, posición de reglas
y sometimiento a la voluntad y decisiones de los administradores,
intermediarios y terceros pagadores.
Se
me ha encomendado, estimados colegas, y me siento honrado por la
deferencia, que analice con ustedes las ventajas de la colegiación
(desde mi experiencia y perspectiva personal, una decisión
inaplazable), que con claridad fundamente esas ventajas y los persuada
a Colegiarse, que estimule su espíritu gremial para que unidos
participen activamente en el esfuerzo colectivo que permita preservar,
fortalecer la trascendencia social y el respeto que los médicos
merecen, que todos nosotros merecemos, respeto que por negligencia,
apatía y desunión se ha deteriorado.
Colegiarse
y actuar con inteligencia y liderazgo creativo para cumplir la responsabilidad
ética del médico, honrar el convenio social con la
comunidad, defender los derechos de los pacientes y los propios
de los médicos y ser dignos del legado hipocrático.
El
excelente contenido académico del Programa de este XXXI Congreso
Mexicano de Reumatología, permite constatar la calidad científica
del evento, el responsable interés de los asistentes para
actualizar sus conocimientos, cumpliendo el deber ético de
mantenerlos al estado del arte, a efecto de brindarlos juiciosa
e inteligentemente en beneficio de la sociedad a la que sirven con
humanismo y trato digno, evidencia innegable de su profesionalismo
como agentes defensores de los intereses de los pacientes, en todo
momento y toda ocasión.
Hoy,
estimados congresistas, el cabal cumplimiento de tal compromiso
se ve seriamente amenazado
Por
ello, con objeto de identificar los retos que se ciernen sobre el
ejercicio actual de la medicina y las amenazas que oscurecen la
práctica médica, los organizadores han incluido en
el Programa el Tema de la Colegiación y sus ventajas,
para destacarlas como una alternativa práctica-deseable
para superarlos.
Me
toca el honor y la responsabilidad de intentarlo y reflexionar al
respecto con ustedes, alentarlos y enfatizar las ventajas de la
colegiación, estimular el espíritu de unidad gremial,
del beneficio solidario, de la fuerza del grupo que comparte intereses
comunes, el poder del liderazgo creativo, el poder de las ideas
y propuestas inteligentes de los miembros colegiados, para preservar
unidos la más humana de las ciencias, la ciencia del Hombre,
sentirse orgullosos de ser médicos y dignificar la profesión.
Crecientes
nubarrones ensombrecen el cumplimiento de esas obligaciones y amenazan
con transformar la
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atención
de la salud, cambiándola de un compromiso de confianza a
un contrato de negocios.
Los
cañones comerciales desplazan a los cañones de la
medicina, pisoteando los valores más sagrados de nuestra
profesión. La medicina mercantilizada trata al paciente como
un objeto de lucro. Los médicos son empujados mediante sobornos
y amenazas a abdicar su compromiso con el paciente y hacer a un
lado a los más enfermos, cuyo cuidado pueda no ser rentable
para las aseguradoras y los terceros pagadores que controlan el
"mercado de la salud", que interfieren con el juicio clínico
del médico, que conculcan sus derechos y lo catalogan como
un "proveedor o un prestador de servicios de salud"
despojándolo de su dignidad profesional e intentan transformarlo
en un técnico asalariado y mal pagado.
Es
necesario admitir que como médicos individualmente somos
débiles. Divididos fácilmente manipuladores
por las fuerzas del mercado.
Unidos
bajo el amparo de la Constitución capaces de rescatar la
dignidad, trascendencia social de los médicos, imagen, perfil
y privilegiada posición que hemos perdido por negligencia,
o por desunión y egoísmo se nos ha arrebatado.
El
CMM, AC- FENACOME los invita, los urge a inscribirse individualmente
en el Colegio de Médicos y Cirujanos de cada entidad federativa
y en algunos de los cinco Colegios del D.F.
Requerimos
su colegiación voluntaria, su activa participación,
sus ideas y su apoyo.
Es
nuestro deber y sincero deseo recordarles que las honorables Academias,
las Asociaciones y Sociedades Nacionales de Especialistas, como
ésta, los Consejos de Especialidad fundados voluntariamente
por nosotros mismos, son instituciones y organizaciones de gran
prestigio e insustituibles, cuya misión es fundamentalmente,
cuya fuerza moral es garantía de calidad.
Organizaciones
que promueven, regulan e imparten educación Médica
Continua al estado del arte y Certifican a sus pares, garantizando
a la Sociedad la calidad profesional de los médicos mexicanos,
es por ello que es importante participar en sus normas, en sus actividades
y ser merecedores de su acreditación y certificación
profesional, como lo están haciendo ustedes el día
de hoy.
El
CMM, AC- Federación Nacional de Colegios de la Profesión
Médica AC (FENACOME de México) es una organización
de corte gremial con clara visión del futuro, miembros de
la Asociación Médica Mundial, mantienen estrechos
lazos con las Asociaciones Médicas Americanas y Canadienses,
finca su desempeño en un firme y activo liderazgo, integridad
y comportamiento ético, responsabilidad y calidez con sentido
humano, a favor de los pacientes y de los Médicos Colegiados
que la integran.
Juntos
podemos "Tomar las riendas del cuidado integral de la Salud"
y sentirnos orgullosos de ser médicos
Recuerden
que solidariamente unidos y comprometidos con una misión
y causa común, con determinación, coraje y perseverancia
debemos lograrlo.
Si
bien un médico solo puede hacer la diferencia en la vida
de un solo paciente, ningún médico solo puede cambiar
el curso de nuestra política Nacional de Salud.
Unidos,
compartiendo en un objetivo común, articulando y expresando
un mensaje común, podemos hacer la diferencia y cumplir la
responsabilidad ética de cuidar la salud, la buena salud
de nuestros pacientes y la dignidad y trascendencia de nuestra profesión.
Dr.
Héctor Fernández González
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