TRABAJO INFORMAL
El fenómeno del trabajo informal, es uno de los problemas
más importantes a analizar en la discusión actual
sobre desarrollo económico; es un proceso más
o menos reciente que tiene importantes consecuencias sobre
la economía y la salud de los países subdesarrollados.
Este fenómeno esta íntimamente vinculado con
el proceso intenso de migración rural-urbano producida
en el siglo XX, vinculado con el modelo industrializador implementado
en nuestros países en las últimas décadas.
En América latina, los datos de la OIT muestran que
el porcentaje de empleo informal urbano respecto al empleo
total creció del 50% en 1990 a 58% en 1997. Este crecimiento
de la economía informal se atribuyó en parte
al aumento de la mano de obra debido a factores demográficos,
a un ascenso del índice de actividad, particularmente
de la mujer, y a migraciones del entorno rural al urbano y
por otra parte a la reducción del empleo en la economía
formal. En cuanto a la composición de la economía
informal, se observó un incremento del empleo en micro
y pequeñas empresas, seguido de un incremento del empleo
por cuenta propia, junto a un aumento del trabajo doméstico.
En esta misma región durante 2004, aumentó de
48 a 56 millones de personas que viven con 1 dólar
diario, mientras que el promedio de trabajadores que aportan
cayó del 70 al 60% y en general 51% de los trabajadores
activos son informales.
En México, de acuerdo a la encuesta nacional de empleo,
al 4º semestre de 2004, la población trabajadora
por sector económico se distribuyó de la siguiente
manera: en el sector primario 16.2%, en el secundario 24.1%
y en el terciario 59.3%, quedando el restante 0.4% para los
que no especificaron su actividad económica. La población
económicamente activa representa el 42% de la población
total, de los cuales el 35% son mujeres. La población
económicamente activa (PEA) sin seguridad social se
calcula en 31% mujeres y 69% hombres, quienes son subempleados
o participan en la economía informal. El desempleo
abierto durante 2004 se ubicó en una media de 3.74%
que en términos generales podría considerarse
bajo, pero el subempleo es enorme (39% de la PEA) lo que favorece
la informalidad y la migración de la fuerza laboral
principalmente a Estados Unidos de América.
La informalidad es una respuesta al desempleo, donde los trabajadores
buscan generar sus trabajos y que tienen como únicos
beneficiarios a quienes explotan la coyuntura laboral de estos
trabajadores. Esta fuerza de trabajo contribuye a la generación
de ganancias que a su vez no tributan impuestos, incrementando
el círculo negativo de la economía y la evasión
fiscal. El desempleo se ha convertido en un problema sin fronteras
que afecta a las poblaciones más vulnerables (mujeres,
jóvenes, migrantes) que genera marginalidad y pobreza,
agravado por la falta de posibilidades de reinserción
y pérdida de su propia identidad como individuo. Diversos
autores refieren que la globalización de las economías
ha profundizado este flagelo, con mayor terciarización
de los trabajos lo que genera la no formalización de
las contrataciones. Por su parte, la Organización Internacional
de Empleadores no considera que la informalidad sea consecuencia
de la globalización porque los orígenes de la
economía informal son anteriores a la actual fase de
la globalización. Son las carencias políticas
e institucionales las que siguen contribuyendo a la informalidad,
dando lugar a la economía informal que representa un
refugio para aquellos que, de otro modo, carecerían
de empleo, de oportunidades de negocio o de fuentes de ingresos.
La realidad es que los trabajadores informales carecen de
protección contra accidentes y enfermedades laborales,
con precariedad en la atención de la salud frente a
una atención pública deficiente así como
la carencia de jubilación digna en el futuro. La Medicina
del Trabajo, tradicionalmente ocupada en atender al sector
formal de la población, ha trascendido en su papel
como rama de la salud pública, dado el crecimiento
de la economía informal y el trabajo migrante, expuesta
a un sin número de agentes capaces de dañar
su salud, lo que requiere de la atención de las autoridades
correspondientes ya que los daños pueden perpetuarse
o agravarse. Recientemente un estudio en boleros (lustradores
de calzado) demostró una alta incidencia de molestias
musculoesqueléticas en extremidades superiores, columna
cervical y lumbar así como de dermitis por contacto
en diversos estadios, la mayoría sin recibir un tratamiento
adecuado y sin orientación sobre medidas preventivas.
Dr. Rubén Mendoza Rivera ismene090601@yahoo.es
Más en:
http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/boletin/cont/77/bib/bib16.htm
http://www.senado.gob.mx/internacionales/assets/docs/
relaciones_parlamentarias/ america/foros/ parla_latino/laborales2_16.pdf
http://dgcnesyp.inegi.gob.mx/sisesim/bibliografia/BTrabajo.html
http://www.rcci.net/globalizacion/2002/fg287.htm
http://www.monografias.com/trabajos25/trabajo-informal/
trabajo-informal.shtml
http://www.redsegsoc.org.uy/2_V4-Anexo-Informales.htm
http://books.google.com.mx/books?q=informal+work&ots=
4ZCHkPO7UT&sa=X&oi=print&ct=title
http://www.epinet.org/content.cfm/books_good_jobs
http://www.jrf.org.uk/KNOWLEDGE/findings/socialpolicy/0346.asp
http://www.cinterfor.org.uy/public/english/region/ampro/cinterfor/
publ/tunion/castillo/index.htm
http://www.coparmex.org.mx/contenidos/publicaciones/
Entorno/2002/mar02/c.htm
http://www.uv.mx/boletines/banner/eco_informal/eco_informal.htm
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