Tabla 3: Ventajas de la videolaringoscopía.

1. Intubación al primer intento (93-96%), efectividad global al primer y segundo intento (99%)

2. Mejora de la visualización glótica y menor manipulación laríngea

3. Menores cambios hemodinámicos (57%) en comparación con la
laringoscop
ía directa

4. Incremento en la aceptación y uso en diversas especialidades (anestesia, UCI, emergencias) de un 0.2% en el 2012 a un 36.2% en el 2019, con tendencia al aumento

5. Mayor porcentaje de uso vs laringoscopía directa en escenarios de bioseguridad (COVID-19) 51.2 a 70.5% de 3,563 registros de intubación de pacientes con COVID-19

6. Menor riesgo de falla en la intubación, disminución de la hipoxemia, mejora de la escala de Cormack-Lehane Cook inicial