1. Conocimiento del motivo de hospitalización.

2. Conocimiento del tratamiento que le será dado.

3. Experiencia con el médico tratante (si lo reconoce, sabe su nombre, y cómo se ha sentido al hablar con él/ella, si ha podido preguntar dudas).

4. Experiencia con la información que el médico le ha brindado (cómo le ha explicado la enfermedad actual y el tratamiento, y qué ha entendido el niño de lo que está ocurriendo).

5. Preferencias sobre ser incluido en los aspectos de toma de decisiones médicas (por ejemplo, si quiere saber más sobre su enfermedad o el tratamiento, la compañía durante los procedimientos).

6. Preferencias sobre cómo ser incluido en los aspectos de toma de decisiones médicas (medio, el tipo de lenguaje, el emisor).

7. Creencias de la autonomía de los niños para la toma de decisiones (límite en las decisiones, la responsabilidad percibida, la necesidad de apoyo de padres y profesionales de salud).