Tabla 1: Recomendaciones NO farmacológicas

para prevención del delirium.

Reconocimiento de factores de riesgo

Monitoreo diario para delirio

Orientación ambiental (sensorial, auditiva, prótesis dental, tiempo, eventos, visitas familiares y música)

Mantener una hidratación normal

Regulación de la función vesical e intestinal

Establecimiento temprano de una dieta normal

Corrección de trastornos metabólicos

Optimización cardiorrespiratoria (con aporte de oxígeno, si procede)

Detección temprana de la infección

Tratamiento efectivo del dolor

Movilización diaria

Evitar las benzodiazepinas y procurar dosis mínima necesaria de sedación

Reducción de visitas nocturnas para favorecer el sueño

Fomentar el sueño (máscara para los ojos y tapones para los oídos)

Retiro temprano de dispositivos (intravasculares y de vía aérea)

Evitar las sujeciones físicas