Tabla 1: Características de la reanimación cardiopulmonar de alta calidad en el paciente adulto. |
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1. |
Las manos deberán colocarse en la mitad inferior del esternón |
2. |
Comprimir el tórax a una profundidad mínima de 5 cm (a lo que se le ha denominado «comprimir fuerte»); no obstante, la profundidad no deberá ser superior a los 6 cm |
3. |
Comprimir el tórax con una frecuencia de 100 a 120 compresiones por minuto (a lo que se le conoce como «comprimir rápido») |
4. |
Permitir una completa expansión del tórax entre compresiones |
5. |
Minimizar las interrupciones entre las compresiones. Lograr una fracción de compresiones torácicas mayor al 80%* |
6. |
Si no se encuentra insertado un dispositivo avanzado para la vía aérea (p. ej. mascarilla laríngea o cánula endotraqueal), o no se cuenta con un equipo de alto rendimiento, otorgar dos ventilaciones después de 30 compresiones; cada ventilación de un segundo de duración y verificando que existe elevación torácica |
7. |
Si se encuentra insertado un dispositivo avanzado para la vía aérea o se cuenta con un equipo de alto rendimiento que sólo utiliza bolsa-mascarilla, otorgar una ventilación cada 6 segundos (10 respiraciones por minuto), mientras se realizan compresiones torácicas continuas |
8. |
Evitar la ventilación excesiva |
9. |
Rotar o cambiar al reanimador que otorga las compresiones cada 2 minutos, o antes, si se presenta fatiga |
10. |
Las compresiones deben ser otorgadas sobre una superficie sólida |
* Se obtiene dividiendo el tiempo real de compresión torácica entre el tiempo total de reanimación. |