2020, Número 2
Colgajo frontonasal para la cobertura de defecto de punta nasal secundario a resección de carcinoma basocelular
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 10
Paginas: 133-136
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RESUMEN
El colgajo frontonasal fue descrito por primera vez en 1967 por Rieger como un colgajo aleatorio de rotación para la cobertura de defectos de la punta nasal de hasta 2 cm de diámetro. Se trata de paciente masculino de 87 años con diagnóstico de carcinoma basocelular en la punta nasal, motivo por el cual fue intervenido para su resección y cobertura con colgajo frontonasal, con buena evolución y resultado. La reconstrucción de la punta nasal a partir del colgajo frontal tiene la ventaja de ofrecer mayor cobertura y menor retracción alar nasal así como un mejor resultado estético, pero tiene la desventaja de requerir como mínimo dos cirugías.INTRODUCCIóN
El colgajo frontonasal fue descrito por primera vez en 1967 por Rieger como un colgajo de rotación de tipo aleatorizado para la cobertura de defectos de la punta nasal de hasta 2 cm de diámetro. Su diseño inicial parte del borde superior del defecto describiendo una línea curva a través de la unión entre la pared nasal y la mejilla hasta alcanzar la glabela y descender hacia el canto interno contralateral, manteniendo una amplia base en una de las paredes laterales de la nariz.1
Los defectos nasales son a menudo el resultado de la eliminación de lesiones cutáneas. El cáncer de piel es la neoplasia más común y frecuente con más de un millón de casos en los Estados Unidos cada año; ocurre con mayor frecuencia en la cabeza y el cuello y la nariz es el subsitio más común. Aproximadamente 90% de este tipo de cáncer es carcinoma de células basales, mientras que el resto es principalmente carcinoma de células escamosas y melanoma maligno. La escisión quirúrgica de Mohs es la técnica de tratamiento comúnmente preferida para el cáncer de piel, ya que ofrece una alta eficacia de tratamiento (96-99%), pero la cirugía en sí misma crea un defecto nasal.2
La reconstrucción de defectos quirúrgicos de la punta nasal y el tercio inferior de la nariz presenta un desafío único para el cirujano plástico. Las opciones de tratamiento incluyen: curación por segunda intención, injertos de piel de espesor total y colgajos locales o distantes. Debido a la textura y color únicos de la piel nasal, siempre es preferible que el tejido sea reemplazado por tejido similar. La reconstrucción debe adherirse a los principios de la subunidad nasal.3
Marchac y Toth diseñaron colgajos con un patrón vascular axial incorporando una rama constante de la arteria angular en el pedículo.4
Las posibles complicaciones en este tipo de colgajos incluyen el ensanchamiento del limbo debido a la tensión en el canto medial y la tracción no deseada en las áreas de la frente situadas medialmente.5
CASO CLíNICO
Hombre de 87 años con diagnóstico probable de carcinoma basocelular en la punta nasal de características nodulares, de 1.3 × 0.9 cm, de color café grisáceo (Figura 1). Se realizó intervención quirúrgica por parte del servicio de oncología quirúrgica, con resección de la lesión y en el mismo tiempo quirúrgico se reconstruyó por medio de un colgajo frontal medio.
Técnica quirúrgica
En el primer tiempo quirúrgico, previa resección de la neoplasia en la punta nasal, después de quedar un defecto de aproximadamente 2.4 × 2.4 × 0.3 cm, se trazó marcaje del colgajo con violeta de genciana en la región glabelar media, apoyándose en regla milimétrica estéril para lograr la cobertura total del defecto. Previa colocación de 10 mL de lidocaína al 2% y con latencia de 10 minutos, se realizó incisión con bisturí sobre sitio de marcaje, se inició en el lado derecho obteniendo un colgajo multilaminar de piel y tejido celular subcutáneo, preservando el músculo. Se elevó como un colgajo cutáneo con vascularización axial que se preserva al rotarlo y se fijó con nylon 6-0 puntos simples a los bordes del defecto. Se afrontó el área frontal en dos planos: el primero con poliglecaprone-25 de 3-0 puntos invertidos y el segundo con nylon 5-0 puntos intradérmicos. El reporte de patología del producto de resección de punta nasal fue carcinoma basocelular con patrón nodular con invasión a dermis reticular, con bordes negativos y lecho quirúrgico libre de tumor. El paciente fue egresado el mismo día con una adecuada coloración e hidratación del colgajo (Figura 2).
Fue revalorado en la consulta externa y tres semanas después programado para el segundo evento quirúrgico. En éste se procedió a resecar el colgajo, afrontando el borde libre del defecto con nylon 6-0 puntos simples y el área de pedículo con la misma técnica (Figura 3). El paciente continúa en control a través de consulta externa de cirugía plástica y reconstructiva, con una adecuada evolución y resultado (Figura 4).
DISCUSIóN
El uso del excedente cutáneo de la región glabelar para la cobertura de los defectos del dorso nasal y del canto interno fue descrito en 1960 por McGregor, posteriormente, Rieger prolongó el diseño inicial hacia la totalidad del dorso nasal, siendo el primero en popularizar el colgajo frontonasal y su aplicación para la reconstrucción de defectos del tercio distal y de la punta nasal. La reconstrucción nasal postexéresis tumoral es una práctica habitual en pacientes añosos y pluripatológicos, en los que es fundamental optar por procedimientos quirúrgicos relativamente sencillos.1
El análisis minucioso de la deformidad visual, los principios regionales de la reconstrucción de la subunidad y la planificación cuidadosa determinan el éxito.6
Existen diferentes tipos de colgajos que se pueden utilizar en defectos nasales, por ejemplo: los colgajos bilobulados que con frecuencia presentan subunidades estéticas de tipo desfavorable y se mantienen visibles debido al edema prolongado con cicatrices casi circulares y base del colgajo estrecho.7
El colgajo Rintala es un colgajo de transposición miocutánea del dorso nasal que cubre defectos de la punta de tamaño mediano; sin embargo, crea cicatrices bilaterales, tiene un ancho limitado y no es adecuado para defectos que involucren subunidades adyacentes. En comparación, el colgajo frontonasal es más versátil al cubrir defectos de la punta y ala más anchos. El colgajo frontonasal paramediano sigue siendo el estándar de oro en defectos de la punta y ala grandes, pero habitualmente requiere dos o tres etapas quirúrgicas.8
El colgajo frontal tiene un resultado favorable tanto funcional como estético. Mureau y colaboradores reportaron una satisfacción funcional en 81% de los pacientes, con resequedad de mucosa en 36%, dificultad para el paso de aire en 31% y disminución del olfato en 16%. Similitud de color de moderado a bueno en 97%, crecimiento de pelo en 61 y 79% de los pacientes satisfechos con los resultados estéticos. Las complicaciones postoperatorias van de 1 a 20%, siendo las principales necrosis de la punta del colgajo en 7%, estenosis de narina, retracción alar y resequedad de mucosa e infección.9,10
CONCLUSIONES
La reconstrucción de la punta nasal a partir del colgajo frontal tiene la ventaja de ofrecer mayor cobertura y menor retracción alar nasal así como un mejor resultado estético de la punta de la nariz. Tiene la desventaja de requerir como mínimo dos eventos quirúrgicos para obtener el resultado quirúrgico final y la necesidad de mantener un adecuado cuidado del pedículo del colgajo.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
AFILIACIONES
1 Médico residente de Cirugía General.
2 Médico adscrito de Cirugía Plástica y Reconstructiva.
3 Médico adscrito de Oncología Quirúrgica.
Hospital General Tacuba, Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Conflicto de intereses: Los autores de este artículo no tienen conflicto de intereses que declarar.
CORRESPONDENCIA
Ángel Alejandro Hernández Moreno. E-mail: dr.alexhmoreno@gmail.comRecibido: 12 febrero 2020. Aceptado: 13 julio 2020