2018, Número 4
Arch Med Fam 2018; 20 (4)
Enseñando Profesionalismo Médico: una Reflexión Humanista
Craice Benedetto MA, González BP
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 9
Paginas: 159-161
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FRAGMENTO
¿Qué médico queremos formar? Pregunta que puede parecer retórica pero que se ilumina al formularla directamente, con descarado personalismo: ¿qué médico quiero que me cuide a mí, a mi familia, a mis seres queridos? Si los que nos dedicamos a la educación médica saliéramos del terreno teórico -tantas veces exigido y hasta impuesto por la academia- y bajásemos del olimpo institucional hasta el campo de batalla de la vida real, las respuestas al dilema planteado serian sencillas, claras, diáfanas. Sin duda, optaríamos por un médico competente, científicamente actualizado, que nos escucha y está atento a nuestras solicitudes, porque demuestra empatía, valores, compasión y sintonía con el dolor ajeno. Un médico que nos conforta siempre, nos cuida con esmero y, cuando es posible, también nos cura. Porque está centrado en el paciente, y no en la enfermedad; porque el cuidado del enfermo es su objetivo. Sabe que aunque la enfermedad sea crónica, incurable, terminal, su misión de cuidar no es directamente proporcional al éxito terapéutico: no acaba nunca, acompaña al paciente hasta el final1. Recientemente leí debajo de la firma de una colega que trabaja con cuidados paliativos, la máxima que estampa en todos sus emails: “cuando cuidas de una enfermedad, puedes ganar o perder; al cuidar de una persona, siempre sales ganando”.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)