2018, Número 2
<< Anterior Siguiente >>
Med Cutan Iber Lat Am 2018; 46 (2)
Melasma y calidad de vida: estudio clínico prospectivo y descriptivo de 142 pacientes
Jiménez RPX, Medina CDE
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 25
Paginas: 104-111
Archivo PDF: 323.63 Kb.
RESUMEN
Estudio clínico prospectivo, transversal y descriptivo cuyo objetivo fue evaluar la calidad de vida en pacientes con melasma.
Material y métodos: Pacientes con melasma de la consulta externa de Dermatología del Hospital General Regional (HGR) 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Toluca, México. Instrumentos de medición: índice de calidad de vida en dermatología (IDQL), escala de severidad del melasma (MASI), escala de calidad de vida para pacientes con melasma (MELASQOL). Este estudio incluyó consentimiento informado. El análisis estadístico se utilizaron medidas de tendencia central y desviación estándar con paquete estadístico Microsoft Office Excel 2007.
Resultados: De 142 pacientes con diagnóstico de melasma, sólo 103 completaron el estudio; el 100% fueron mujeres, con promedio de edad de 36 ± 10 años, el estrato socioeconómico más frecuente fue el bajo con 57 (55.3%) casos; el nivel educativo más frecuente fue secundaria con 42 (42.7%) pacientes; de 23 Unidades de Medicina Familiar de referencia, Toluca proporcionó 42 (40.8%) casos en cinco meses. El fototipo que predominó fue el tipo IV con 55 (53.4%) pacientes. Tipo de melasma, epidérmico en 67 (65%) pacientes. Topografía, la región centrofacial fue la más frecuente con 66 (64.1%) casos. Tiempo de evolución mayor de cinco años, 42 (40.8%) pacientes. El grado de severidad del melasma más común fue el moderado con 42 (40.8%) pacientes. La calidad de vida fue afectada levemente en nuestro grupo de pacientes en aproximadamente la mitad de los casos; 49 (47.6%) casos de acuerdo al DQLI y 59 (57.3%) pacientes con la escala MELASQOL.
Conclusiones: El melasma es una hipercromía frecuente en mujeres. La calidad de vida afectada en nuestro estudio fue leve, el diagnóstico de melasma es fácil, los pacientes la consideran una enfermedad cosmética por lo que prefieren su envío a consulta especializada cuando tienen otra enfermedad sintomática.
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
Halioua B, Beumont MG, Lunel F. Quality of life in dermatology. Int J Dermatol. 2000; 39 (11): 801-806.
Hernández-Fernaud E, Hernández-Ruiz B, Ruiz A, Rodríguez-Pérez A, Betancor-Rodríguez V. Impacto de las alteraciones dermatológicas de baja expresión en función del nivel de especificidad de la calidad de vida. Psicothema. 2008; 20 (2): 273-278.
Deyo RA. The quality of life, research, and care. Ann Intern Med. 1991; 114 (8): 695-697.
Velarde-Jurado E, Avila-Figueroa C. Evaluación de la calidad de vida. Salud Pública Méx. 2002; 44 (4): 349-361.
Guyatt GH, Feeny DH, Patrick DL. Measuring health-related quality of life. Ann Intern Med. 1993; 118 (8): 622-629.
Arenas R. Melasma. Atlas de Dermatología. 3a edición. México, D.F.: McGraw Hill Interamericana; 2005. p. 116.
Balkrishnan R, Kelly AP, McMichael A, Torok H. Improved quality of life with effective treatment of facial melasma: the pigment trial. J Drugs Dermatol. 2004; 3 (4): 377-381.
Wilson IB, Cleary PD. Linking clinical variables with health-related quality of life. A conceptual model of patient outcomes. JAMA. 1995; 273 (1): 59-65.
Alcalá-Pérez D, Espinosa-Villaseñor N, Jurado-Santa Cruz F. Melasma en hombres. Rev Cent Dermatol Pascua. 2015; 24 (1): 14-20.
Fitzpatrick R, Fletcher A, Gore S, Jones D, Spiegelhalter D, Cox D. Quality of life measures in health care. I: Applications and issues in assessment. BMJ. 1992; 305 (6861): 1074-1077.
Bandyopadhyay D. Topical treatment of melasma. Indian J Dermatol. 2009; 54 (4): 303-309.
Balkrishnan R, McMichael AJ, Hu JY, Camacho FT, Shew KR, Bouloc A et al. Correlates of health-related quality of life in women with severe facial blemishes. Int J Dermatol. 2006; 45 (2): 111-115.
Jurado-Santa Cruz F, Villaseñor-Camacho GP, Peralta-Pedrero ML, Rodríguez-Acar M, Morales-Sánchez M. Calidad de vida en hombres con melasma. Rev Cent Dermatol Pascua. 2013; 22 (3): 94-99.
Perez M, Luke J, Rossi A. Melasma in Latin Americans. J Drugs Dermatol. 2011; 10 (5): 517-523.
Kalus AA, Chien AJ, Olerud JE. Estrógenos y piel: en dermatología en medicina general. 5a edición. Ed. Médica Panamericana; Barcelona: 2009. pp. 1479-1481.
Sheth VM, Pandya AG. Melasma: a comprehensive update: part I. J Am Acad Dermatol. 2011; 65 (4): 689-697.
Singh G, Chatterjee M, Grewal R, Verma R. Incidence and care of environmental dermatoses in the high-altitude region of ladakh, India. Indian J Dermatol. 2013; 58 (2): 107-112.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. México. Mapa con elevaciones principales. Consultado el 13-05-2012.
Achar A, Rathi SK. Melasma: a clinico-epidemiological study of 312 cases. Indian J Dermatol. 2011; 56 (4): 380-382.
Del Rosario E, Florez-Pollack S, Zapata L Jr, Hernandez K, Tovar-Garza A, Rodrigues M et al. Randomized, placebo-controlled, double-blind study of oral tranexamic acid in the treatment of moderate-to-severe melasma. J Am Acad Dermatol. 2018; 78 (2): 363-369.
Jang YH, Sim JH, Kang HY, Kim YC, Lee ES. The histopathological characteristics of male melasma: comparison with female melasma and lentigo. J Am Acad Dermatol. 2012; 66 (4): 642-649.
Kang HY, Bahadoran P. Application of in vivo reflectance confocal microscopy in melasma classification. J Am Acad Dermatol. 2012; 67 (1): 157; author reply 157-158.
Morgan M, McCreedy R, Simpson J, Hay RJ. Dermatology quality of life scales--a measure of the impact of skin diseases. Br J Dermatol. 1997; 136 (2): 202-206.
Pandya AG, Hynan LS, Bhore R, Riley FC, Guevara IL, Grimes P et al. Reliability assessment and validation of the Melasma Area and Severity Index (MASI) and a new modified MASI scoring method. J Am Acad Dermatol. 2011; 64 (1): 78-83, 83.e1-2.
Cestari TF, Hexsel D, Viegas ML, Azulay L, Hassun K, Almeida AR et al. Validation of a melasma quality of life questionnaire for Brazilian Portuguese language: the MelasQoL-BP study and improvement of QoL of melasma patients after triple combination therapy. Br J Dermatol. 2006; 156 Suppl 1: 13-20.