2018, Número 2
Rev Cubana Pediatr 2018; 90 (2)
Alteraciones urinarias en niños con primera infección urinaria e infección urinaria recurrente
Camacho CJ, Ramírez TMA, Rojas RDP, Blanco CMF
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 252-261
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RESUMEN
Introducción: las infecciones del tracto urinario son un problema frecuente en la población pediátrica. La infección del tracto urinario recurrente tiene mayor riesgo de cicatrices renales y daño glomerular.Objetivo: describir la frecuencia de hematuria, presencia de proteínas en orina, elevación en tensión arterial y hallazgos ecográficos en pacientes pediátricos desde 1 mes hasta 14 años de edad, con diagnóstico de infección del tracto urinario.
Métodos: estudio descriptivo transversal, realizado entre octubre de 2014 y febrero de 2016, en pacientes que asistieron al servicio de urgencias pediátricas del Hospital de San José, con diagnóstico de infección del tracto urinario.
Resultados: se diagnosticaron 125 pacientes con infección del tracto urinario, la mediana de edad fue de 2,75 años, más frecuente en mujeres (75,2 %) y la mayoría recibió tratamiento intrahospitalario (58,4 %). Se observó que en el grupo de infección del tracto urinario recurrente fue más frecuente el hallazgo de hematuria, que en la infección del tracto urinario primer episodio (21,9 vs. 11,8 %), al igual que las malformaciones renales (32,0 vs. 14,5 %). En la tensión arterial no se observaron grandes diferencias entre los grupos, con una frecuencia de tensión arterial elevada en hospitalizados de 19,6 % para primer episodio, y 18,2 % en recurrentes. La presencia anormal de proteínas en orina fue de 35,4 % en el grupo de infección del tracto urinario primer episodio.
Conclusiones: son frecuentes la presencia de hematuria, malformaciones renales y elevación de la tensión arterial en pacientes con infección del tracto urinario. Se encuentra una frecuencia inusual de pacientes con elevación de la presión arterial y proteínas en orina, probablemente por falsos positivos. Se debe insistir en seguimiento ambulatorio del uroanálisis y la tensión arterial, para garantizar que esta se normalice o para detectar daños permanentes.