2018, Número 2
Alerg Asma Inmunol Pediatr 2018; 27 (2)
Anafilaxia a omalizumab: ¿qué hacer?
Martínez VLE, Rodríguez GM, Sorcia RG, Villaverde RR, Mendoza HD
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 15
Paginas: 60-66
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RESUMEN
Antecedentes: El omalizumab es un anticuerpo monoclonal anti-IgE recombinante humanizado. Se ha establecido su uso como coadyuvante en el tratamiento de enfermedades como asma alérgica moderada a grave y urticaria crónica espontánea. Los pacientes tratados con omalizumab presentan un beneficio clínico, con pocos y leves efectos adversos. Aunque se trata de un agente biológico con un alto perfil de seguridad, existen reportes de reacciones alérgicas graves como anafilaxia. En el contexto de reacciones adversas graves a fármacos está justificada la premedicación para no descontinuar el uso del mismo cuando no existe una mejor alternativa en tratamiento. La queratoconjuntivitis vernal es una entidad alérgica poco frecuente que se caracteriza por inflamación crónica a nivel de conjuntiva con la subsecuente formación de papilas. Es mediado por IgE (hipersensibilidad tipo I con perfil de sensibilización positiva a aeroalérgenos o alérgenos intradomiciliarios) y mediado por respuesta celular (hipersensibilidad tipo IV). El diagnóstico es clínico. El tratamiento de primera línea son medidas preventivas y farmacoterapia. Se ha demostrado el beneficio de inmunoterapia en casos particulares, así como el papel de fármacos biológicos como omalizumab. El curso clínico es reservado, por lo que el pronóstico depende del daño crónico. Caso clínico: Se reporta el caso de un adolescente masculino mexicano de 15 años de edad. Es referido al Servicio de Alergia del Instituto Nacional de Pediatría por presentar queratoconjuntivitis vernal, rinitis alérgica, asma, dermatitis atópica y alergia alimentaria (gluten), con mala respuesta a tratamiento de primera línea. Por la comorbilidad alérgica y los altos niveles IgE total, se propuso a tratamiento con omalizumab. Tras la administración de la primera dosis presentó datos de anafilaxia (involucro respiratorio y cutáneo) y ameritó manejo en el Servicio de Urgencias. Se consideró por un lado la suspensión del agente biológico; sin embargo, al no existir una mejor opción terapéutica, se optó por continuar con la administración del mismo previa premedicación y vigilancia. Se citó de forma quincenal para administración de omalizumab subcutáneo, se administró con antihistamínico y esteroide sistémico, se vigilaron datos de anafilaxia. Al momento se han completado ocho dosis del medicamento (cuatro meses) con adecuada tolerancia. Con mejoría clínica notable y con impacto positivo en su calidad de vida. Conclusiones: El uso de omalizumab debe ser considerado en enfermedades alérgicas graves o cuando exista comorbilidad alérgica y deterioro de la calidad de vida por mala respuesta al tratamiento. Aunque infrecuentes, siempre deben ser consideradas las reacciones alérgicas graves con el uso de dicho medicamento. Deben valorarse ventajas y desventajas de continuar o suspender un fármaco cuando se ha presentado anafilaxia. También se demostró el beneficio clínico con el uso de omalizumab en queratoconjuntivitis vernal y en el caso presentado se consideró la mejor alternativa de tratamiento optando por premedicación y vigilancia, con lo que se ha logrado administrar y completar las primeras ocho dosis del medicamento. Es indispensable individualizar cada caso pero el impacto en la calidad de vida es notable.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)