2004, Número 3
Med Cutan Iber Lat Am 2004; 32 (3)
Melanoma recurrente local: la importancia de diferenciar el tipo verdadero del tipo metastásico
Marinia , Saponaro AE, Casas JG, Remorino ML
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 24
Paginas: 103-110
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RESUMEN
El melanoma recurrente local (MRL) es el que se desarrolla dentro de los 5 cm de la cicatriz operatoria del tumor primario, sin signos de actividad regional o a distancia del melanoma, fuera de esos 5 cm.El MRL puede obedecer a dos situaciones distintas que es fundamental reconocer:
1-MRL verdadero, como representación del fracaso de una indicación terapéutica o de una técnica quirúrgica que no permitió eliminar totalmente al melanoma primario;
2-MRL metastásico, como resultado de una diseminación metastásica cutánea postquirúrgica locorregional (no consideramos significativo discernir si la metástasis es una lesión satélite o una en tránsito que quedó incluida dentro de los 5 cm como consecuencia del acto quirúrgico).No todos los trabajos bibliográficos reconocen estas variedades de MRL, lo que dificulta comparar datos estadísticos. Suele aparecer dentro de los 5 años de la cirugía, con una incidencia variable entre el 2 y el 7%.
En el MRL verdadero (o melanoma primario persistente), el factor de riesgo de recurrencia más importante es el margen quirúrgico insuficiente en superficie. La lesión recurrente, por lo general maculosa, aparece sobre la cicatriz quirúrgica o en contigüidad con la misma y su histopatología posee un componente predominantemente intraepitelial. Suele surgir de melanomas lentigo maligno en cara y cuello o de melanomas acromucolentiginosos; es de buen pronóstico y se recomienda la extirpación de la lesión con 2 cm de margen de seguridad incluyendo a toda la cicatriz quirúrgica previa.
El MRL metastásico suele ser consecuencia de un melanoma grueso (a mayor espesor, mayor riesgo), preferentemente de tipo nodular. La recurrencia aparece alrededor de la cicatriz operatoria con clínica de tumores de aspecto nodular e histopatologicamente no suele tener actividad intraepitelial sino dérmica o hipodérmica. Es de mal pronóstico y el tratamiento no suele ser quirúrgico (salvo con la intención de rescatar masa tumoral), sino inmunoquimioterapia, ya que se trata de verdaderas metástasis.
La casuística de 9 pacientes presentada, permite objetivar las características clínicas e histopatológicas de las distintas formas de expresarse que tiene el MRL. Tres pacientes tuvieron MRL verdaderos, por márgenes quirúrgicos insuficientes en superficie (extensión radial); dos enfermos correspondieron a MRL metastásico por satelitosis; otro caso también pudo tratarse de esta última forma de expresión o bien ser una recurrencia por persistencia del tumor primario en profundidad, como consecuencia del margen quirúrgico insuficiente en ese sentido (extensión vertical).Los dos pacientes restantes fueron metástasis en tránsito de melanoma, con lesiones dentro y más allá de los 5 cm de la cicatriz quirúrgica, que se incluyeron para ejemplificar esta situación, pero por tal motivo quedan excluidos del concepto de recurrencia local.
La importancia de distinguir entre el tipo verdadero y el tipo metastásico del MRL, radica en el pronóstico (mejor en el primero) y el tratamiento, que no es el mismo en ambos casos (cirugía en el primero e inmunoquimioterapia en el segundo).
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