Mansilla-Olivares A

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 376-378
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FRAGMENTO

El incalculable valor que atesora la Academia Nacional de Medicina, su enorme influencia y repercusión sobre la toma de decisiones médico-científico-epidemiológicas, radica única y exclusivamente en el dominio del conocimiento, la mente científica y el talento de todos y cada uno de sus miembros, desde su fundación en 1864 hasta nuestros días. Sí, señores, efectivamente, el enorme poder que tiene la Academia no es más que el resultado del trabajo arduo, constante e ininterrumpido que los académicos desarrollan día con día ante sus pacientes, frente a sus alumnos, en los hospitales, en el consultorio, en los laboratorios de investigación e incluso en diversos puestos directivos, desempeñándose con el ejemplo, la solidez de sus conocimientos y la mente creativa que los caracteriza, con una actitud digna y de respeto y un pensamiento abierto, ávido por el conocimiento, con una calidad científica indiscutible, y siempre dispuestos a luchar y a aceptar la verdad, con base en el estudio y el razonamiento lógico.