2016, Número 4
Medicentro 2016; 20 (4)
Tabique vaginal longitudinal aislado: a propósito de un caso
Vega BN, Jiménez PS, Vila BMA
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 10
Paginas: 310-313
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FRAGMENTO
Las anomalías estructurales del aparato reproductor femenino se manifiestan en diferentes momentos cronológicos: desde el nacimiento, la niñez, la pubertad, durante la menarca en la adolescencia o en las etapas posteriores de la vida.El aparato reproductor femenino deriva embriológicamente de las gónadas, el seno urogenital y los conductos paramesonéfricos de Müller, por lo que combina orígenes endodérmico y mesodérmico. Particularmente, en la formación de la vagina participan el seno urogenital y los conductos de Müller, lo que hace que este órgano se considere mixto, atendiendo a su origen embrionario. Los conductos de Müller dan origen, en su porción más inferior, al tercio superior de la vagina; para esto, los citados conductos deben fusionarse en la línea media y, posteriormente, reabsorberse mediante apoptosis el tabique medio que producen al unirse, lo que proporciona luz al órgano. Los dos tercios inferiores de la vagina se originan de evaginaciones macizas que surgen de la porción pélvica del seno urogenital, en su punto de contacto con los conductos paramesonéfricos fusionados; tras atravesar una etapa de solidez, se recanaliza también por apoptosis cerca del quinto mes prenatal. En estos procesos, los conductos mesonéfricos o de Wolff actúan como inductores y elementos guía; estos conductos son responsables también de la formación del sistema urinario, y de ahí la posible asociación de anomalías renales y genitales. Esta complejidad embrionaria en la formación de la vagina –dualidad de orígenes, fusiones y reabsorciones– sienta las bases para la ocurrencia de un espectro amplio de anomalías, como duplicaciones, tabiques, atresias e imperforaciones, entre otras.
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