2005, Número 11
Ginecol Obstet Mex 2005; 73 (11)
Prevalencia de disfunción de vaciado vesical y hallazgos clínico-urodinámicos en dos unidades uroginecológicas
González RMI, Flores CO, Velázquez CPI, Martínez ECJ, Márquez AR, Aquino HJL
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 17
Paginas: 596-603
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RESUMEN
Objetivo: investigar la prevalencia de disfunción de vaciado vesical femenino en las unidades de uroginecología del Hospital Civil de Guadalajara y Urodifem de Occidente, y detectar las características clínicas y urodinámicas de las pacientes contempladas en este estudio.Material y métodos: estudio descriptivo, transversal y retrospectivo efectuado en 300 expedientes de pacientes con síntomas de las vías urinarias inferiores, que contaran con expediente clínico completo, estudio urodinámico y que acudieron a la Unidad de Urología Ginecológica del Hospital Civil de Guadalajara y a Urodifem de Occidente (una clínica uroginecológica privada) de marzo del 2000 a febrero del 2003. El estudio de las pacientes incluyó: historia clínica, urocultivo, uretrocistoscopía, uroflujometría, uretrocistometría multicanal, perfilometría, electromiografía y estudio de flujo presión. El criterio diagnóstico se basó en el concepto que Blaivas estableció para la mujer.
Resultados: se identificaron 72 casos de disfunción de vaciado vesical (24%) en 300 expedientes revisados. El síntoma más frecuente fue la irritación vesical (frecuencia/urgencia), seguida de chorro débil. Se detectó algún grado de prolapso de órganos pélvicos en 84.8% de los casos. En el estudio urodinámico se encontró uroflujometría con valores normales en 50% de los casos; sin embargo, en el análisis morfológico se observaron curvas sugerentes de obstrucción vesical distal en 75% y de detrusor hipoactivo en 25% de los casos.
Conclusiones: la frecuencia de obstrucción en nuestra casuística fue similar a la reportada por otros autores. Los resultados permiten afirmar que la disfunción de vaciado vesical es un problema frecuente en la paciente uroginecológica; sin embargo, el diagnóstico es complejo e implica una cuidadosa correlación clínico-urodinámica, enriquecida por estudios endoscópicos y de imagen.
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