2005, Número 1
Rev Invest Clin 2005; 57 (1)
Presidium: Kershenobich
Kershenobich D
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 106-107
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FRAGMENTO
Una semana o días antes de que Donato falleciera, me regaló una sonrisa, Marilú y yo la vimos, me sentí tranquilo. Salí de su casa conmovido, con una sensación muy distinta a la que había tenido otros días. Ya en mi coche reflexionaba sobre esa sonrisa y pensaba que si bien un hombre no puede cambiar los designios de su muerte, los hombres que tienen un espíritu impecable como Donato sí pueden ciertamente detener su muerte por un momento, un momento quizá muy breve, pero lo bastante largo para regocijarse en el recuerdo. Donato me había hecho sentir un alivio profundo, humano, natural, una simple sonrisa, pero con un extraordinario significado, un gesto que fue un regalo para el amigo. Yo no sé lo que él reconoció en mí, como solidario y semejante, pero sé que nos brindamos a lo largo de los años uno al otro una amistad sin restricciones.