2014, Número 3
Revista Cubana de Anestesiología y Reanimación 2014; 13 (3)
Carta al Director
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 300-301
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FRAGMENTO
El Dr. Rómulo Araya, de Chile (romulo.araya.gho@gmail.com) a partir del artículo publicado en el pasado número de la Revista Cubana de Anestesiología y Reanimación 2014; 13 (1). Con URL disponible en http://bvs.sld.cu/revistas/scar/vol13_1_14/scar05114.htm, sobre el uso de β- Bloqueadores perioperatorios en cirugía no cardiaca: recomendaciones basadas en la evidencia nos envió el siguiente comentario sobre el artículo publicado por Palencia Herrerón 1, sobre el fraude científico que también contamina las guías de práctica clínicas, tomado del artículo original de Feuerstein JD, Akbari M, Gifford AE, Hurley CM, Leffler DA, Sheth SG, Cheifetz AS. Systematic Analysis Underlying the Quality of the Scientific Evidence and Conflicts of Interest in Interventional Medicine Subspecialty Guidelines. Mayo Clin Proc 2014; 89: 16-24 en el cual se señaló que las guías de práctica clínica (GPC) son documentos elaborados por expertos que valoran la evidencia científica y desarrollan en base a ella recomendaciones con la intención que sean aplicadas ampliamente por parte de los profesionales. Ello hace inevitable que la industria farmacéutica y de dispositivos médicos esté muy interesada en sus contenidos. Hace poco REMI se hacía eco de cómo en algún caso estudios fraudulentos se mantienen como base de las recomendaciones de algunas GPC.1 Pero además de esos casos extremos, la validez de las GPC viene dada por la calidad de la evidencia científica en que se sustentan, y su credibilidad puede verse comprometida por los conflictos de intereses (CDI) económicos o científicos de sus autores o de las sociedades científicas que las desarrollan. Este problema es conocido desde hace tiempo, pero sigue sin abordarse de manera decidida su solución.