2005, Número 2
Cir Gen 2005; 27 (2)
Zen y el arte de hacer nudos intracorpóreos en cirugía laparoscópica
Varela ROR
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 7
Paginas: 168-170
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FRAGMENTO
Espero lograr mi objetivo, estimado colega, de llamar la atención con el título de este artículo. Al estar leyendo esta magnifica revista: Cirujano General, órgano oficial de la Asociación Mexicana de Cirugía general y del Colegio de Postgraduados en Cirugía General que tan generosamente nos agrupa y mantiene un sitio de educación y divulgación científica al más alto nivel, te pido me acompañes unos minutos más, antes de voltear la hoja para expresar los siguientes conceptos. Primero que todo, quiero aclarar que no soy experto en algo tan serio y respetable como es el Budismo Zen, el cual es un enigma en la vida espiritual asiática, y serían los Maestros Budistas los indicados para disertar sabiamente sobre ello. Aunque no deja de ser extremadamente atractivo para cualesquier estudioso del pensamiento filosófico universal. Tampoco tengo títulos para llamarme maestro o experto en cirugía laproscópica. He tenido la oportunidad de asistir a cursos y congresos nacionales e internacionales y ver operar a distinguidos maestros que son un ejemplo para todos nosotros. Muchos de ellos en los cursos precongreso que cada año tan atinadamente organiza nuestra Asociación. No quisiera decir nombres en particular porque dejaría a un lado a cirujanos que mucho han aportado a la enseñanza de la cirugía laparoscópica. A la mayoría de los cirujanos que vivimos nuestra formación en la época de la cirugía tradicional nos ha costado trabajo y esfuerzo el giro tan importante de volver a iniciar otra época de alumno y desarrollar habilidades que se encontraban dormidas o atrofiadas que nos exige la cirugía laparoscópica. Sobre todo, el condicionamiento mental para aceptar que aquellos procedimientos quirúrgicos que realizábamos en un par de horas, ahora tardamos más de cuatro en hacerlo, por lo menos mientras pasa la curva de aprendizaje obligatoria. De los maestros que mayor enseñanza he recibido, por haber estado en nuestro hospital impartiendo diversos cursos y por una amistad de muchos años, es el Dr. Adrián Carvajal, por todos conocidos por ser pionero en nuestro país de la cirugía robótica y con quien he compartido las ideas que expongo a continuación.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)