Tapia-Pérez JH, Sánchez-Aguilar M, Hernández-Sierra F, Torres-Corzo JG

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 14
Paginas: 180-183
Archivo PDF: 48.66 Kb.

RESUMEN

Introducción: La medicina basada en evidencia implica integrar a la competencia clínica individual, la mejor evidencia clínica externa disponible obtenida de la investigación sistemática. Con el uso de escalas se esperaría una mejor comunicación entre centros y estudios. La escala de coma de Glasgow permite evaluar el estado de conciencia, pero puede presentar variaciones inter e intraobservador. Presentamos un estudio de concordancia de la escala de coma de Glasgow con la finalidad de determinar la reproducibilidad de sus componentes de acuerdo a varios niveles académicos. Material y métodos: Se obtuvieron ocho video filmaciones de pacientes con trauma craneal para evaluar la concordancia entre los médicos más estrechamente relacionados con la aplicación de la escala de coma de Glasgow. Se evaluaron dos neurocirujanos, un neurólogo, dos residentes de neurología y cuatro residentes de cirugía de urgencia de primer año. Se determinó coeficiente de correlación intraclase (CCI) y kappa ponderada (κ_w). Resultados: Se obtuvieron CCI promedio de 0.95, 0.78, 0.89, 0.92 (ocular, verbal, motor y suma). Los valores promedio de κ_w para los segmentos fue 0.87, 0.71, 0.84 y el global de 0.81, respectivamente. El acuerdo absoluto de CCI fue de 0.94, 0.78, 0.82 y de 0.91 para cada componente. Conclusión: La concordancia más que aceptable con el componente verbal como el relativamente el más débil. Es recomendable la valoración sistemática del personal de salud para determinar la confiabilidad de las escalas utilizadas, así como la aplicación de métodos estadísticos en la evaluación de las habilidades clínicas de los médicos en entrenamiento.

REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)

1. Sackett DL, Rosenberg WM, Gray JA, Haynes RB, Richardson WS. Evidence based medicine: what it is and what it isn’t. Br Med J 1996; 312: 71-2.

2. Starmark JE, Holmgren E, Stalhammar D. Current reporting of responsiveness in acute cerebral disorders. A review of the neurosurgical literature. J Neurosurgery 1988; 69: 692-8.

3. Simpson DA. Clinical Examination and Grading. En: Reilly P, Bullock R (eds.). Head Injury; London: Chapman & Hall; 1997, p. 145-65.

4. Teasdale G, Jennett B. Assessment of coma and impaired consciousness. A practical scale. Lancet 1974; 81-4.

5. Teasdale G, Knill-Jones R, Van der Sande J. Observer variability in assessing impaired consciousness and coma. J Neurol Neurosurg Psychiatr 1978; 41: 603-10.

6. Gill MR, Reiley DG, Green SM. Interrater reliability of Glasgow Coma Scale scores in the emergency department. Ann Emerg Med 2004; 43: 215-23.

7. Holdgate A, Ching N, Angonese L. Variability in agreement between physicians and nurses when measuring the Glasgow Coma Scale in the emergency department limits its clinical usefulness. Emerg Med Australas 2006; 18: 379-84.

8. Menegazzi JJ, Davis EA, Sucov AN, Paris PM. Reliability of the Glasgow Coma Scale when used by emergency physicians and paramedics. J Trauma 1993; 34: 46-8.

9. Yaffee RA. Ennhancement of Reliability Analysis: Application of Intraclass Correlations with SPSS/Windows v.8. Statistics and Social Science Group; New York University; 1998.

10. Fleiss JL, Cincchetti DV. Influence about weighted kappa in the nonnull case. Appl Psycol Meas 1978; 113-17.

11. Kramer MS, Feinstein AR. Clinical Biostatistics. LIV The biostatistics of concordance. Clin Pharmacol Ther 1991; 29: 111-23.

12. Jagger J, Fife D, Vernberg K, Jane JA. Effect of alcohol intoxication on the diagnosis and apparent severity of brain injury. Neurosurgery 1984; 15: 303-6.

13. Levin HS, O’Donnell VM, Grossman, RG. The Galveston Orientation and Amnesia Test: A Practical Scale to Assess Cognition after Head Injury. J Nervous Mental Disease 1979; 167: 675-84.

14. Teasdale G, Jennett B. Assessment and prognosis of coma after head injury. Acta Neurochir (Wien) 1976; 34: 45-55.