2011, Número 4
Rev Elec Psic Izt 2011; 14 (4)
Aportaciones del diseño instruccional a la formación de psicólogos clínicos
Landa DP, Vargas FJJ, García PÁF
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 355-372
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RESUMEN
En la formación de estudiantes en el ámbito de la psicología clínica, es fundamental el establecimiento de un conjunto de competencias que abarcan desde las habilidades conceptuales, hasta las destrezas de evaluación, diseño, aplicación y seguimiento de intervenciones terapéuticas. De esta forma, el psicólogo clínico debe tener no sólo conocimientos teóricos y aplicados sobre los trastornos psicológicos, sino además una serie de habilidades interpersonales que caracterizan su rol profesional. La relación terapéutica es un modo de relación particular que debe reflejar un equilibrio entre la cercanía y la confianza, y la prudencia y la distancia. Una de las variables que más pueden influir en este equilibrio y por lo tanto en la eficacia de un tratamiento psicológico es precisamente la actitud verbal y no verbal del terapeuta, es decir, sus habilidades sociales e interpersonales. Aún cuando se han llevado a cabo investigaciones sobre cuáles son las características de un terapeuta experto, los resultados no han sido del todo conclusivos. Algunos autores afirman que el entrenamiento a terapeutas debe estar centrado en el marco teórico que cada escuela psicológica provee, mientras que otros afirman que existen habilidades generales que pueden establecerse. Tomando en cuenta que las áreas de experiencia de un psicólogo clínico son, competencias de naturaleza teórico-metodológica, competencias de naturaleza estratégica y competencias interpersonales, se observa que la investigación en estas últimas se ha centrado solamente en la personalidad, imagen y empatía del terapeuta más que en sus habilidades de relación interpersonal. Esto supone una necesidad de entrenamiento en cada una de éstas. Sin embargo, se plantea en este trabajo que las habilidades de relaciones interpersonales son las más importantes a enseñar. Por lo tanto se propone aquí que la eficacia del trabajo terapéutico mejorará en la medida en la que se tomen en cuenta como parte del proceso formativo de los estudiantes, las habilidades de naturaleza social y asertiva. Se describe el procedimiento estructurado para establecer estas competencias transversales, así como los supuestos de diseño pedagógico que fueron utilizados para su planeación, diseño, implementación y evaluación. Se discute sobre la conveniencia de anclar los programas de formación del psicólogo clínico al conocimiento generado por las teorías contemporáneas de la enseñanza, y no a la tradición mágico-clínica de la formación de psicoterapeutas.