2012, Número 3
Med Cutan Iber Lat Am 2012; 40 (3)
Dermatología veterinaria: lo que nos enseña el mejor amigo del hombre
Ferrer L
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 73-75
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FRAGMENTO
El perro (Canis familiaris) es el primer animal que las personas domesticaron, hace más de 40.000 años, y el animal con el que hemos establecido lazos más estrechos. Hay numerosos estudios que demuestran lo beneficios que reporta a las personas —y en especial a ciertos colectivos: niños, personas mayores…— la compañía de un perro. Además, en el ámbito específico de la Medicina, ha despertado interés recientemente el uso del perro para avanzar en el conocimiento de enfermedades humanas. El perro padece, de forma espontánea, prácticamente las mismas enfermedades que las personas y es el modelo conocido más semejante a nosotros. Es genéticamente diverso (no como los ratones y otros animales de laboratorio que suelen ser de líneas genéticas estables y homogéneas) y además está expuesto a similares agentes patógenos que los humanos (contaminación ambiental, dieta, radiaciones…). El perro presenta ventajas específicas adicionales, tales como una vida más corta (permite fácilmente investigar enfermedades ligadas a la senilidad) y también una estructura del genoma especial, con haplotipos de mayores dimensiones y con elevado linkage desequilibrium derivado de la reciente selección de las razas caninas, que causó un efecto de cuello de botella (“bottleneck”) en cada raza.