2004, Número 1
An Med Asoc Med Hosp ABC 2004; 49 (1)
Cartas al editor
Fernández DR
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 241
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FRAGMENTO
Merecen una cordial y bien merecida felicitación el grupo de ginecoobstetras del Hospital ABC por la obtención de los magníficos resultados comunicados al realizar 300 operaciones cesáreas: 150 con técnica convencional y 150 con técnica simplificada. (Anales Médicos, 2002; 47 (1): 24-28). Además de las ventajas por ellos encontradas con la técnica que proponen: reducción del tiempo operatorio, menor cantidad de analgésicos, más pronta tolerancia para la vía bucal y menor número de complicaciones. Es plausible la ausencia de mortalidad materna en los 300 casos y la insignificante cifra de morbilidad en ambos grupos. Muchos cirujanos estamos de acuerdo en lo innecesario de suturar el peritoneo visceral y parietal, porque entre sus beneficios (como ellos lo señalan) se encuentra la ausencia de adherencias y desplazamientos de la vejiga, que significan riesgo potencial de lastimadura en cesáreas subsiguientes. Yo tuve el privilegio de conocer al doctor Joel Cohen en el Congreso de Edimburgo en 1980 y me impresionó su habilidad y destreza para realizar la histerectomía abdominal, empleando, la incisión ideada por él, así como la singular forma de cerrar el peritoneo, la fascia y la piel, empleando, para estas dos últimas capas, la sutura sin nudos que bautizó con el nombre de su esposa, que fue quien la inspiró (The Nesta Suture). El doctor Cohen no hacía cesáreas. Una consideración que debe tomarse como sugestión y jamás como crítica, se refiere a la nomenclatura que hemos venido usando los tocólogos de manera indeseable. Me explicaré ¿No sería más conveniente englobar dentro del término Desproporción Feto-Pélvica, a la “falta de progreso en el trabajo de parto” “expulsivo prolongado” y probablemente a ciertos ejemplos de “presentación podálica” como sucede con algunas primigrávidas con fetos grandes, cuyas madres pueden o no ser diabéticas.