2012, Número 2
Rev Fac Med UNAM 2012; 55 (2)
La belleza de lo infinitamente pequeño
Álvarez CR
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 55-57
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FRAGMENTO
Desde siempre el hombre ha intentado ver lo que no se aprecia a simple vista, y así desde el siglo XVI se utilizan anteojos, y en 1619 Cornelius Drebbel presenta un "occhiolino", en tanto que Giovanni Faber acuña la palabra miscroscopio, pero fue Anton Van Leeuwenhoek quien en 1674 inventó el microscopio simple gracias al cual pudo ver por vez primera las células y describió los espermatozoides. La pasión por ver lo más pequeño continuó, fue además motivo de interés de reyes y soberanos, y se diseñaron microscopios artísticos como el creado por Magny para el Duque de Chaulne en 1751; gracias al microscopio se pudo conocer la anatomía celular, el funcionamiento de los tejidos y descubrir a los enemigos más pequeños de la salud.