2012, Número 1
Rev Mex Urol 2012; 72 (1)
Manejo laparoscópico de catéter JJ calcificado en paciente con púrpura trombocitopénica
Urdiales-Ortiz A, Pérez-Becerra R, Santana-Rios Z, Fulda-Graue S, Fernández-Noyola G, Sánchez-Turati JG, Cantellano-Orozco M, Morales-Montor JG, Pacheco GC
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 9
Paginas: 39-44
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RESUMEN
Introducción: La incrustación o calcificación de los catéteres JJ está bien documentada. La causa de la calcificación es multifactorial, entre los factores de riesgo conocidos está dejarlos por mucho tiempo. Los catéteres deben cambiarse en un periodo no mayor de cuatro meses. No siempre es posible identificar los catéteres calcificados preoperatoriamente, sin embargo el tratamiento debe ser pronto y si existe duda de la función renal será necesario realizar un renograma. Si la encrustación es mínima, puede intentarse su retiro bajo anestesia general y fluoroscopia, seguido de ureteroscopía de control.Caso clínico: Femenina de 45 años, con antecedentes de púrpura trombocitopénica de ocho años de evolución, tratada con prednisona. Acudió a nuestro hospital, con historia de lito piélico derecho y dos JJ calcificados, dentro de su sistema colector derecho. A su ingreso se presentó sin hematuria ni dolor, con recuento plaquetario de 25 000. Se realizó tomografía axial computada (TAC) simple de abdomen, que evidenció lito piélico derecho de 1.5 cm y ambos catéteres doble JJ calcificados. Se realizó abordaje endoscópico para resolución de los rizos distales, se procedió a pielotomía derecha laparoscópica, a través de la cual se extrajeron los dos JJ calcificados en bloque. Posteriormente, se extrajo lito piélico con ayuda de nefroscopio flexible y dormia. La paciente evolucionó satisfactoriamente, se encuentra asintomática y sin recurrencia de litiasis hasta la fecha.
Discusión: El manejo de los catéteres JJ calcificados, es de los retos más problemáticos y difíciles para el urólogo. Se requiere de la combinación de múltiples métodos como litotripsia extracorpórea con ondas de choque (LEOCH), ureterolitotripsia in situ, procedimientos percutáneos como cirugía abierta, para resolver dichos casos. El abordaje laparoscópico aunque no es de los más utilizados, es una excelente opción de invasión mínima, que puede resolver casos complejos en un solo procedimiento. Permitiendo el abordaje endoscópico simultáneo, para resolver la calcificación del rizo distal.
Conclusiones: Es de suma importancia, que el urólogo tratante comunique a su paciente los riesgos de calcificación de los catéteres, si se dejan por tiempo prolongado y el seguimiento de los mismos, para evitar complicaciones. El abordaje laparoscópico es una excelente opción, para el manejo de estos casos.
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