2010, Número 22
Hipoc Rev Med 2010; 5 (22)
“…entraron a través de nosotros…”
Jiménez RPA
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 4
Paginas: 26-27
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FRAGMENTO
En el año de 1948, en boca del nuevo descubrimiento de diversos antibióticos el Dr. Walsh McDermott, Profesor y Jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Cornell-New York Hospital en Estados Unidos, estaba ansioso por hacer estudios clínicos para probar su eficacia.El Dr. Amado Ruiz, recién graduado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara, se encontraba haciendo la especialidad de medicina interna en la ciudad de Nueva York gracias a una beca del gobierno mexicano y había viajado a estudiar la tuberculosis a la Escuela de Tuberculosis en Saranac Lake. Esta enfermedad era muy prevalente en nuestro país. Al estar en este sanatorio contrajo la enfermedad y regreso a la ciudad de Nueva York en donde su médico tratante era el Dr. McDermott. El propio Dr. McDermott fue diagnosticado con tuberculosis pulmonar en su segundo año de residencia y transferido al Sanatorio de Trudeau en Saranac Lake y en los 19 años siguientes fue internado en el Hospital de Nueva York más de 9 veces por complicaciones de la misma enfermedad. El Dr. Amado al escuchar de su interés por realizar ensayos clínicos con antibióticos recomendó a su hermano, el Dr. Francisco Ruiz, quien trabajaba en Guadalajara en el Servicio de Infectología y Medicina Tropical, y tenía acceso a muchos pacientes con estos padecimientos. El 23 de julio de 1948 los doctores Vernon Knight, McDermott y una técnico laboratorista llamada Selma Schultz se trasladaron a México. Al llegar ahí fueron recibidos en el aeropuerto con fosas antisépticas llenas de aserrín para prevenir la transmisión de la fiebre aftosa (hoof and mouth disease) la cual estaba causando estragos en México.
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