2001, Número 1
Cir Cir 2001; 69 (1)
Carta al editor
Baeza-Herrera C
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 4
Paginas: 42
Archivo PDF: 16.28 Kb.
FRAGMENTO
Las heridas por proyectil de arma de fuego son, en un país como el nuestro, un grave problema de salud pública, por la gran cantidad de decesos que por su causa existe y por la derrama económica tan considerable a que da lugar como consecuencia de la elevada morbilidad. En México, en el periodo comprendido entre 1979 y 1990, murieron como efecto de heridas por proyectil de arma de fuego 2,939 niños, observándose una franca tendencia a incrementar las cifras, pues en 1979 el promedio era un niño asesinado cada dos días y en 1990 aumentó a uno diario(1,2). No obstante que el rubro heridas por proyectil de arma de fuego es un tema de alta prioridad, considero que paralelas a éstas, existen otras de otra naturaleza y que no deben ser omitidas; en efecto, son las heridas y decesos como consecuencia de una lesión por proyectil impulsado por mecanismos distintos a la explosión de la pólvora de un arma de fuego, un problema en el que la solución se encuentra todavía pendiente. Las víctimas por un percance de esta naturaleza(3), no son en nuestros días un evento anecdótico ni muchísimo menos, según lo que se ha descrito en la literatura nacional y mundial.REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)